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Portugal aprueba la eliminación de peajes en la autovía entre Oporto y Galicia
La medida sale adelante contra la opinión del Ejecutivo y suprimirá los peajes en siete vías portuguesas a partir del próximo año, incluyendo la conexión entre Viseu y Verín
Portugal ha aprobado este jueves la eliminación de los peajes de siete autovías que formaban parte de la red SCUT, una fórmula similar a la del peaje en sombra que hacía que fuesen gratuitas para los usuarios. Sin embargo, a partir de 2010 esta fórmula se cambió para aplicar otra de pago mediante los arcos electrónicos, que es la que está actualmente en funcionamiento.
El Parlamento luso, a iniciativa del Partido Socialista, dio luz verde este jueves a la supresión de estos peajes, lo que tendrá implicaciones en Galicia, ya que se liberan dos de las zonas de cobro de la A28, la vía que une Oporto con la frontera gallega. Los peajes que se suprimirán a partir del 1 de enero de 2025 son los situados entre Esposende y Antas y entre Neiva y Darque. De esta manera, el tránsito desde Tui a Esposende será gratuito, mientras que el trayecto hasta Oporto se rebajará a la mitad respecto al precio actual.
La medida afecta también a la A24, que une Viseu con la frontera gallega a través de Chaves y conectando con la A-75 hasta Verín. Esta autovía pasará a ser totalmente gratuita, al igual que la A4, que enlaza Oporto y la frontera con Zamora. Las otras cuatro vías en las que se suprimirán peajes son la A13, la A22, la A23 y la A25. En su propuesta, el PS estimaba un coste de 157 millones para las arcas públicas.
La extrema derecha se suma a la izquierda
La eliminación de peajes ha salido adelante de una manera inusual, pues el Ejecutivo portugués estaba en contra y apostaba por una supresión más gradual. Sin embargo, el apoyo del partido de ultraderecha Chega a las formaciones de izquierda hizo que se aprobara. Las fuerzas del Gobierno luso, PSD y CDS, impulsaron una resolución que instaba al Ejecutivo a la reducción gradual y «responsable» a nivel financiero de los peajes en el interior del país y en las grandes áreas metropolitanas, solicitando además un informe sobre los costes que implicaría esta medida y el mantenimiento de las autovías.
La extrema derecha era más ambiciosa y había exigido un plan para suprimir todos los peajes en un periodo de dos años, partiendo ya de un fuerte descuento en el actual ejercicio. La falta de acuerdo entre las fuerzas de la derecha hizo que Chega acabara respaldando la propuesta socialista.