Óscar Puente pone cifra al rescate de la AP-9: 4.000 millones
El ministro de Transportes admite que la transferencia de la autopista a Galicia no es "sencilla" y advierte que liberar los peajes costaría a las arcas públicas unos 4.000 millones
El Gobierno no ve clara la transferencia de la AP-9 a la Xunta, una reivindicación expresada por todos los grupos del Parlamento gallego pero que nunca acaba de materializarse cuando llega a Madrid. El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha reconocido que el cambio de titularidad no es «sencillo», lo que no augura buenas expectativas para esta reivindicación en el mismo día que el BNG ha propuesto a Rueda y Besteiro una alianza para continuar la ofensiva.
La posición del Ejecutivo es continuar con las bonificaciones en la vía, que partieron también de un acuerdo de investidura con los nacionalistas y en las que se profundizó en el nuevo pacto para esta legislatura. Puente explicó que se ha destinado «mucho dinero» a abaratar los peajes para los usuarios recurrentes. En su intervención, en una entrevista en Radio Galicia Cadena Ser, llegó a poner cifra a un posible rescate de la autopista, que calculó en torno a unos 4.000 millones que «tendrían que salir del erario público de todos los españoles».
Vía transfronteriza
De esta manera, dibujó los dos elementos que bloquean la demanda de que la AP-9 acabe siendo una vía gallega y gratuita: su carácter transfronterizo y su coste. Dijo el titular de Transportes que, aún siendo «consciente» de que supone «un elemento discriminatorio, porque esa infraestructura es utilizada por gente que no tiene otra alternativa», ni la transferencia ni el rescate son cuestiones «sencillas».
El rescate supondría «una cantidad de dinero enorme», mientras que la transferencia «ofrece problemas desde el punto de vista de que su propia configuración la hace claramente candidata a ser de titularidad estatal». «Es una conexión transfronteriza con Portugal, de alta capacidad. No tenemos vías de esas características cedidas a comunidades autónomas«, apuntó el ministro.
Las infraestructuras quieren paciencia
Puente, que esta misma semana realizó una ruta de simulación del viaje en AVE desde Madrid hasta A Coruña, afirmó que en materia de infraestructuras hay que ser «más pacientes y comprensivos». Muchas veces se comprometen plazos «que no son realistas y que generan una expectativa que al final, cuando la infraestructura llega, los ciudadanos la reciben con escepticismo», reconoció.
En cualquier caso, ha destacado que los tiempos entre Galicia y Madrid en tren se han reducido «a la mitad» y eso es algo que, considera, «los gallegos deben valorar», aunque lamentó que hasta principios de octubre no se va a poder desplegar «todo el potencial» de los nuevos trenes debido a las obras en Chamartín. Sobre los precios de los billetes de tren que unen Galicia con Madrid, Puente esgrimió que se fijan «dentro de un mercado liberalizado» que «se irá ajustando», añadiendo que «lo de caro o barato es relativo» y que los billetes «están triunfando».
Confrontar y entenderse con Rueda
Por otra parte, preguntado sobre su relación con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, el ministro defendió que «nunca hubo hacha de guerra» entre ambos mandatarios, aunque sí ha reconocido «un conflicto previo a las elecciones» con el caso del vertido de pélets en las costas gallegas.
Defiende que mantiene una relación «muy cordial» con el titular del Ejecutivo gallego, al que trasladó que quiere «entenderse», aunque sin rehuir de «la confrontación». «Lo mejor es entenderse, colaborar y trabajar y de ahí salen buenos resultados para todos. He encontrado un actitud muy colaboradora y positiva y voy a mantener la misma«, zanjó.