El pasado gallego del fiscal García Ortiz: “Le ‘dieron’ más en una semana en Madrid que en dos décadas aquí”

Álvaro García Ortiz (Salamanca, 1967), se ha convertido en el primer fiscal general del Estado imputado por el Tribunal Supremo. Se trata de un hecho inédito, colofón a dos años de mandato marcados por la polémica desde sus inicios, en los que fue cuestionado por llegar al cargo como una suerte de “heredero” de Dolores Delgado. “Lo cierto es que en una semana en Madrid le dieron más que en 20 años aquí en Galicia”, comenta un abogado coruñés que lo trató durante años. Y es que el responsable del ministerio público forjó gran parte de su carrera y curriculum en la comunidad, llevando casos tan relevantes como el del Prestige y manteniendo las distancias con el entonces presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a cuenta de los incendios.

Licenciado en Derecho por la Universidad de Valladolid, tras un paso de dos años por Menorca, en 2002 desembarcó en Galicia, destinado a la Fiscalía de Área de Santiago de Compostela, donde fue medrando. A los dos años fue nombrado Fiscal Especial Coordinador de Incendios de la comunidad autónoma. Posteriormente, ascendió a Fiscal delegado de Medio Ambiente. En Galicia se hizo conocido por su labor en el macrojuicio por la catástrofe medioambiental del Prestige y por sus consideraciones sobre las oleadas de incendios que sacuden la comunidad casi todos los veranos.

¿Politización?

Procedente de la UPF, la Unión Progresista de Fiscales, en la comunidad gallega ya tenía esa etiqueta de progre, aunque, no obstante, distintas fuentes de la abogacía gallega consultadas por Economía Digital Galicia rechazan que en sus años en la comunidad mostrase una “excesiva politización”. “Es cierto que hubo esos desencuentros en el tema de los incendios con las tesis de la Xunta, pero realmente, no se puede decir que hubiese una confrontación con la Xunta. Ambas partes, si se quiere ver así, fueron tibias”, exponen. “Aquí nunca hubo, tampoco por parte del PP, una animadversión hacia él, los problemas los tuvo al llegar a Madrid”, opinan.

Ahora, una sala de cinco magistrados, con Susana Polo como ponente y Manuel Marchena como presidente, han acordado por unanimidad abrir causa contra él por un presunto delito de revelación de secretos. El que le achaca Alberto González Amador, el novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por una nota de prensa enviada el 14 de febrero por la Fiscalía de Madrid donde se daban a conocer mails de las negociaciones para llegar a un acuerdo con el fiscal del caso, Julián Salto.

Para el Supremo, aunque “es este momento inicial de formación de la causa, resulta difícil de fijar y deslindar” el daño causado con ello a la pareja de Ayuso, “al menos indiciariamente, en este supuesto sí existe una carga de lesividad que afecta al posible perjuicio al derecho de defensa”. García Ortiz ha anunciado en un comunicado que seguirá en el cargo por estar convencido de que «es lo menos gravoso y más prudente para la institución a medio y largo plazo, y de que en puridad refuerza la independencia de la Fiscalía».

Feijóo y García Ortiz

Cuentan quienes lo conocieron en su larga etapa en Galicia que siempre se caracterizó, pese a etiquetas de un lado o de otro, “por ser una persona muy cercana en el trato”. “Es muy trabajador, al final aquí se chupó todo el Prestige mientras compaginaba los temas de Medio Ambiente desde Santiago”, añade una de las voces consultadas.

“En su paso como fiscal de Medio Ambiente también se caracterizó por ser muy accesible con los medios, lo que, en alguna ocasión también pudo favorecer esa imagen de confrontación con Feijóo”, recuerda otra fuente del entorno de la judicatura gallega. Por ejemplo, en 2018, Jordi Évole realizó un programa especial sobre la figura de Alberto Núñez Feijóo. El de Os Peares, entonces sin visos de dar el salto a Madrid que luego protagonizaría, denunció la existencia de “terrorismo incendiario” y, acto seguido, el presentador le mostró unas declaraciones al respecto de García Ortiz en las que negaba la mayor. “Se habla mucho de terrorismo incendiario pero este término, como lo conocemos, se reserva acciones criminales muy concrretas. A lo largo de los años no ha habido ninguna condena por terrorismo incendiario en Galicia”, negó el fiscal.

Este miércoles, el presidente del PP pidió su dimisión y la del presidente Pedro Sánchez. “Lo han corrompido todo”, espetó tras conocerse su imputación. La vida y el papel público de ambos, la de García Ortiz y la de Feijóo, cambió mucho desde su marcha de Galicia.