Los Franco defienden su propiedad de la Casa Cornide y critican el «oportunismo político» del Ayuntamiento
La familia Franco alegan que son "propietarios de buena fe" de la Casa Cornide y que la han usado de forma "pública, pacífica, ininterrumpida y en concepto de dueños" desde hace 62 años sin que el consistorio hiciese una reclamación
La familia Franco se considera “propietarios de buena fe” de la Casa Cornide de A Coruña al considerar que la han usado “de forma pública, pacífica ininterrumpida y en concepto de dueños» desde hace 62 años sin que el Ayuntamiento de A Coruña realizase ninguna reclamación sobre su propiedad.
De esta forma han respondido en un escrito de alegaciones presentado por el consistorio de la ciudad herculina contra la revisión de oficio de los acuerdos plenarios que, en 1962, llevaron a la adquisición del inmueble por parte de Pedro Barrié de la Maza y su posterior cesión a la familia Franco.
En dicho escrito, los herederos de Franco alegar que «en más de medio siglo», el Ayuntamiento de A Coruña, «consciente y voluntariamente, ha diferido sus posibilidades de reacción» ante estos acuerdos que ahora busca anular, que eran «conocidos por la administración en todo momento». Por ello, no ven otra motivación a esta actuación que no sea «un evidente oportunismo político».
El «transcurso tan exagerado de tiempo» ha permitido, creen, «la adquisición de derechos de buena fe», como serían los de propiedad, ya que la familia Franco «ha utilizado la Casa Cornide de forma pública, pacífica, ininterrumpida y en concepto de dueños desde hace más de seis décadas, y como tales han sido tratados por la propia administración municipal desde entonces».
A mayores, recuerdan un auto de la Audiencia Provincial de A Coruña con respecto al Pazo de Meirás para alegar que «la mala fe no se traslada a los herederos necesariamente» y para reiterar que la propiedad del inmueble habría sido adquirida «por usucapión o prescripción adquisitiva».
Nunca fue propiedad pública
Para la representación de los Franco, no existe en este proceso «ningún perjuicio para el Ayuntamiento» que motive la revisión de oficio de los acuerdos y consideran que el consistorio «realmente lo que pretende es incorporar al patrimonio municipal un inmueble que únicamente estuvo en su poder apenas un mes» y «de forma instrumental» para dar paso a su subasta.
«Nunca fue la intención del ayuntamiento ostentar la propiedad de dicho inmueble, ya que el mismo solo fue permutado para su posterior enajenación mediante subasta», incluye el escrito. Así, rechazan que la Casa Cornide hubiese sido sede municipal en el siglo XIX y avanzan que pedirán «la prueba correspondiente».
Con ello, afirman que la Casa Cornide nunca tuvo el carácter de propiedad pública que se le atribuye, ya que, «aunque fue inicialmente adquirida por el Estado para ser destinada a la actividad de conservatorio de música, la realidad no discutida es que nunca se destinó a tal fin» ni al de ningún «servicio público», sino que fue permutada y subastada.
Además, sobre el inmueble actual, la familia Franco señala que no está constituido exclusivamente por el edificio subastado, sino que Carmen Polo, con posterioridad, «adquirió otra parcela contigua a dicho inmueble, que fue anexionada».
Por eso, recuerdan, si «los actuales propietarios perdiesen la propiedad», el Ayuntamiento «no solo debería indemnizarles por la pérdida de dicha propiedad, si no también de dicha parcela adquirida con posterioridad».
Finalmente, alegan que el proceso de revisión es nulo toda vez que «no se ha emplazado a todos los interesados», principalmente a los herederos de Pedro Barrié de la Maza, a quienes se debe «conceder trámite de audiencia».