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Juan Carlos Reboredo: “Todavía no sabemos si el Gobierno va a cumplir sus promesas con Altri”
El jefe de la Oficina Económica de Alfonso Rueda, que lleva unos meses el cargo, aborda en una entrevista con Economía Digital Galicia el estado de maduración de los grandes proyectos estratégicos y el futuro industrial y energético de Galicia, sin rehuir a cuestiones polémicas como la planta de Altri o la eólica
Catedrático de Fundamentos del Análisis Económico en la Universidade de Santiago, el estradense Juan Carlos Reboredo Nogueira se ha embarcado hace unos meses en un nuevo proyecto. Es el secretario xeral de la Oficina de Coordinación Económica da Presidencia, en línea directa con Alfonso Rueda. Por su mesa pasan ahora los grandes proyectos estratégicos, iniciativas empresariales que aspiran a diseñar la Galicia del futuro. El jefe de la Oficina Económica de Rueda también aborda las derivadas más polémicas de dichos proyectos. “Con Altri se ha incendiado todo sin valorar los posibles impactos”, advierte. “Requiere una evaluación técnica rigurosa y pausada”.
Muchos proyectos de la Oficina Económica tienen que ver con la inversión extranjera, tradicionalmente baja en Galicia y casi siempre dirigida a la compra de empresas…
Intentamos revertir esa situación y ofrecer oportunidades de inversión que vayan más allá del punto de vista financiero, que sean operativas, no especulativas. Para eso tenemos que ofrecer oportunidades de negocio vinculadas al uso responsable de los recursos y las ventajas en asuntos relacionados con los costes, tanto energéticos como también operativos. Es cuestión
Algún año la inversión gallega en el exterior ha multiplicado por cinco la que captaba Galicia. ¿Cómo movilizar esa inversión que se va fuera?
Tenemos que generar oportunidades para que podamos crear un ecosistema que sea foco de atracción de talento y valor añadido. En ese momento, la inversión fluirá hacia aquí. Tenemos que generar oportunidades. Si ahora mismo están saliendo más flujos de inversión hacia afuera es porque aquí no están encontrando esas oportunidades.
¿Cómo ve a Portugal, como socio o como rival?
Lo veo como una oportunidad para generar sinergias. En ningún momento es un rival, aunque en ciertos momentos pueda haber competencia por la atracción de esas inversiones, pero lo debemos ver como un aliado estratégico. Un aliado natural.
¿En qué grado de maduración están los nuevos proyectos estratégicos?
Tenemos proyectos con un grado de maduración razonablemente bueno, como pueden ser los relacionados con la economía circular, que pronto comenzarán su fase de tramitación. Tenemos proyectos maduros relacionados con el hidrógeno verde. Sus resultados los veremos próximamente. Están también los proyectos formulados en la pospandemia, y se encuentran en un proceso de evolución positiva.
As Pontes con Reganosa y EDP, o Meirama, con salida por Langosteira. ¿Qué proyecto de hidrógeno verde verá la luz antes?
El de As Pontes es el que está más maduro, y tiene posibilidades de salir antes. Pero tenemos también otros puntos identificados para realizar proyectos y que están en fase de estudio. Estamos elaborando la estrategia del hidrógeno verde, que nos permitirá ver las capacidades y posibilidades de esta alternativa energética, y cuáles son los usos que le podremos dar. Es un mercado nuevo, que tenemos que ordenar y organizar.
¿Cree que ha habido cierta hiperinflación de proyectos de hidrógeno verde en Galicia?
Toda tecnología necesita un proceso de decantación. Todavía necesita madurar más, sobre todo en lo que se refiere a los usos de transporte. Estamos en ese camino. Y es que nosotros disponemos de todos los recursos que son competitivos para esta tecnología, y hablo de las renovables, del agua, que son esenciales.
«Galicia tiene un gran potencial en energía solar, que nos puede ayudar a producir hidrógeno»
Y ante el tapón eólico, ¿cree que es necesaria una reordenación, al margen del proceso de judicialización?
Hay un cuello de botella en el sector, es estratégico para Galicia, no solo en términos de descarbonización, sino del potencial industrial. Puede aportar energía a precios competitivos, y eso es un foco de atracción de inversiones. Aragón, con un recurso eólico en cantidad y calidad inferior a Galicia, pero con un nivel de desarrollo superior, es capaz de atraer a grandes empresas, como pueden ser centros de datos. Si conseguimos desarrollar el sector eólico seremos capaces de conseguir que las inversiones fluyan hacia adentro, con empresas electrointensivas y mucha capacidad de tracción.
En este proceso de transición, parece que se dejan atrás una serie de industrias, pero otras no acaban de llegar…
Hay un proceso de cambio, que nunca es todo lo rápido que a uno le gustaría. Pero este reemplazo se está produciendo, tanto en As Pontes como en Cerceda. Va a un ritmo moderado, no todo lo rápido que nos gustaría, pero el cambio está ahí, una fuente de energía se está sustituyendo por otras. Está la solar también. Galicia tiene un gran potencial en energía solar, que nos puede ayudar a producir hidrógeno verde. Debemos tener una cartera energética diversificada, con diversas fuentes. Tampoco nos debemos olvidar de la energía geotérmica, que debemos explorar y posiblemente explotar.
Y llegamos al proyecto estrella entre los estratégicos, Altri. ¿Cómo ve la evolución del proyecto?
Es un proyecto de grandes dimensiones, implica una de las mayores inversiones que se ha realizado con una sola iniciativa. Estamos hablando de una inversión de mil millones y de la generación de 2.500 puestos de trabajo, entre directos e indirectos. Lógicamente, necesita de seguridad jurídica y económica, y también requiere de todas las garantías medioambientales. La tramitación debe ser absolutamente garantista a nivel jurídico y medioambiental. Y está en proceso. Debemos esperar a ver cuál es el dictamen. Este proyecto también necesita de seguridad económica, es decir, financiación. El Gobierno central se ha comprometido con el proyecto a aportar un determinado volumen de financiación y a día de hoy todavía no sabemos si el Gobierno central va o no a cumplir con sus promesas. Todo está en una fase en la que debemos esperar para tener una respuesta clara sobre su viabilidad.
«Con Altri se ha incendiado todo, sin valorar los posibles impactos»
No hay un PERTE en el que quepa Altri. ¿Puede ser la solución a la financiación la vía que se tomó con ArcelorMittal en Asturias y sus inversiones?
Esto es así porque los PERTES tienen una limitación económica y la petición de financiación supera esos límites. El Gobierno se ha comprometido con el proyecto. Debemos esperar.
A la vista de la contestación social, más allá de la política, ¿ha sido acertada la ubicación de Palas para Altri, cuando había otras opciones en comarcas con una profunda cultura industrial?
Los proyectos industriales tienen que emplazarse en aquellos lugares que sean más adecuados para su desarrollo. En cuanto al grado de aceptación social, ciertamente es difícil de valorar. ¿Cómo hubiese reaccionado la sociedad de As Pontes al proyecto en términos comparativos a la reacción que ha habido en Palas? Realmente no lo sabemos. Aquí no es un problema de un punto concreto donde se sitúa la empresa, sino de una iniciativa que ha llevado a cabo protestas que se ha extendido a toda Galicia. Ha habido mala prensa en torno al proyecto, que no se fundamenta en las cuestiones técnicas en sí sino en una serie de supuestos sobre sus efectos negativos. Esto ha incendiado todo, sin valorar los posibles impactos. Requiere una evaluación técnica rigurosa y pausada. Anteponer la contestación social a esa evaluación no es el camino correcto.