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Pontón y Besteiro arrancan la campaña para «cambiar la historia» y Rueda pide frenar a quienes van «contra Feijóo»
Los populares parten como favoritos en las encuestas y aseguran que retendrán la mayoría absoluta con su electorado movilizado ante avance del BNG y mientras comienza a darse por hecho el escaño para Democracia Ourensana
Arranca la campaña de las elecciones gallegas del 18 de febrero con las encuestas, hasta el momento, proclives al PP de Alfonso Rueda. Los sondeos conocidos hasta el momento vaticinan que los populares perderán representación en el Parlamento pero lograrán retener la mayoría absoluta, fijada en 38 escaños, pese al avance del bloque de izquierda, amparado principalmente en la subida que se le pronostica al BNG de Ana Pontón. Con estas cartas sobre la mesa, en la noche de este jueves, los partidos políticos dieron el pistoletazo de salida a la carrera hacia las urnas con la tradicional pegada de carteles. Las ideas fuerzas de las principales formaciones están claras. Nacionalistas y socialistas aseguran que hay partido y que tienen al alcance de la mano la Xunta de Galicia para lo cual insisten en la necesidad de luchar contra la abstención. El PPdeG se presenta como el partido ganador, defiende una gestión seria e insisten en que tanto Bloque como PSdeG y Sumar están poniendo toda la carne en el asador en estos comicios con el único objetivo de desgastar a Alberto Núñez Feijóo en Madrid.
Este jueves, el presidente de la Xunta y candidato del PPdeG abrió campaña con un acto en Santiago de Compostela en el se presentó como el cabeza de cartel de “la Galicia que funciona”. Así, en línea con los discursos de buen gestor que durante años enarboló su antecesor, Alberto Núñez Feijóo, puso en valor su gestión al frente de la administración autonómica. “Se hicieron bien las cosas porque sabemos hacerlas bien, ahí están las cifras económicas, unos servicios públicos blindados y muchas de las medidas por las que Galicia fue pionera entre todas las comunidades de España”, incidió.
La clave del voto exterior
Pero, al margen, Rueda hizo hincapié en la necesidad de movilizar al electorado de derechas (Ciudadanos no se presenta y ninguna encuesta otorga representación a Vox). El PP lleva semanas insistiendo a los suyos en sus actos de partido que es precisa una movilización absoluta. Ese fue el discurso que proclamó anoche. “El PP llega a las elecciones movilizado, unido y motivado, pero no hay nada hecho y todo está en juego en estos 15 días”, dijo el político pontevedrés, que prometió una campaña “de peinado del territorio”.
Lo cierto es que, según distintas fuentes del entorno del PPdeG aseguran a Economía Digital Galicia, los de Rueda ven muy factible retener la mayoría absoluta. En principio, porque, efectivamente, aseguran que todo el aparato de partido está especialmente volcado para esta campaña desde hace semanas y sostienen que serán capaces de aglutinar el voto de la derecha. Por otro lado, al contrario de lo que le ocurrió a Manuel Fraga en 2005, creen que el voto exterior será mayoritariamente para ellos en esta ocasión.
Pontón quiere aglutinar el voto
Mientras Rueda iniciaba la pegada de carteles en Santiago, Ana Pontón hacía lo propio en A Coruña. La nacionalista se presenta con un marcado perfil presidencialista y, como Rueda con el electorado de derecha, apuesta por aglutinar el voto de izquierdas, algo que no es tan sencillo teniendo en cuenta que en estos comicios se presentan, por separado, Sumar y Podemos. Ante la amenaza de atomización del voto, Pontón insiste en la necesidad de “apostar todo al BNG”. “Es la mejor alternativa para derrotar al PP y poner en marcha el cambio”, indicó. “Si el voto del cambio se moviliza y se une en el BNG, Galicia ganará un futuro mejor”, insistió la portavoz nacional del Bloque, que ha recibido el apoyo público de Anova, la formación de Xosé Manuel Beiras, que irrumpió en el Parlamento gallego en 2012 comiendo parte del espacio en aquel momento del BNG en alianza con la Esquerda Unida de Yolanda Díaz bajo las siglas AGE (Alternativa Galega de Esquerdas).
La encuesta del CIS de José Félix Tezanos dada a conocer la pasada semana pronostica que el Bloque, en la actualidad con 19 actas en el Parlamento, podría llegar a las 23, con posibilidades de crecimiento en A Coruña, Ourense y Pontevedra. No obstante, para desafiar al PP, el bloque de izquierdas necesita un revulsivo en el PSdeG, en la actualidad con 14 escaños y en una horquilla, según la mayoría de las encuestas, entre esa cifra y los 17.
Besteiro, contra la abstención
Fuentes del PSdeG apelan a datos internos que avalan una subida progresiva desde hace semanas y que va pareja al mayor conocimiento de su candidato, José Ramón Gómez Besteiro. Su estrategia de campaña también está clara: muy arropado por Ferraz y con una presencia constante de Sánchez, los socialistas gallegos presentan a un cabeza de cartel con “influencia” en Madrid y que, por tanto, sería clave a la hora de negociar infraestructuras y proyectos claves para el avance del territorio.
Tal y como proclamó Pedro Sánchez en un acto de precampaña, el PSOE insiste en que es posible el cambio, pero para eso será necesario luchar no solo contra la maquinaria del PP, sino también contra la abstención. De hecho, tanto socialistas como nacionalistas insisten en que Rueda fijó la fecha con las urnas en pleno Entroido para favorecer la desmovilización.
Así, en un acto en su plaza fuerte, Lugo, Besteiro proclamó: “Vamos a cambiar la historia de Galicia. Y lo vamos a hacer con el impulso de los votos, esa papeleta que nos iguala da todos, al que más tiene y al que menos tiene”. El lucense prometió “más empleo, más economía y mejor sanidad” y apeló al voto femenino, en un acto en el que estuvo arropado por la hasta ahora alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, y la ministra María Jesús Montero. “Galicia es la cuna del matriarcado y esa fuerza de las mujeres nos va a permitir cambiar Galicia”, dijo.
De Sumar a Democracia Ourensana
En la ecuación de las izquierdas en la comunidad también entra Sumar, la formación de Yolanda Díaz, que presenta como candidata a Marta Lois. Hasta el momento, las encuestas más favorables indican que podría llegar a las dos actas en el Parlamento gallego, aunque se han publicado sondeos que dejan a la formación fuera. Su discurso pasa por presentarse como llave para un Gobierno progresista. “Si Sumar obtiene representación, si entra en el Parlamento, el señor Rueda se va”, dijo su candidata en un acto en Cangas.
No obstante, en la maqueta electoral, los grandes partidos de la comunidad miran a la Democracia Ourensana de Pérez Jácome. De forma no oficial, fuentes de distintas formaciones consultadas por este medio dan por hecho que los ourensanos, a día de hoy, están en disposición de desembarcar en el Parlamento de Galicia con un diputado. También se da por seguro que, de precisarlo, acabarían dando su apoyo al PP de Rueda.
Campaña con acento estatal
Dicen los analistas políticos que en las elecciones autonómicas de 2020, los partidos más beneficiados, PP y BNG, lo fueron porque apostaron por una campaña en clave gallega, sin referirse a la política estatal (el lema de Feijóo fue Galicia, Galicia, Galicia!). Aunque tanto los de Rueda como los de Besteiro tratan de escapar de la idea de que, en esta ocasión, el discurso está influenciado por la situación política estatal, la realidad es que se prevé una campaña con gran presencia de Ferraz y de Génova. En el PSOE no esconden que un cambio de color en el Gobierno gallego dejaría a Feijóo fuera de juego en Madrid. Del mismo modo, el de Os Peares apuesta por una presencia continua en la campaña, ya que mantener la mayoría absoluta en Galicia lo reforzaría tras no alcanzar la Moncloa.
Este jueves, Rueda, en un acto en Lugo antes de la pegada de carteles, defendió la importancia de mantenerse en la Xunta “para no importar a Galicia el descontrol y el barullo de España” y para frenar “a quienes solo buscan dar en las narices a Feijóo”.
De momento, este fin de semana coincidirán en Galicia en actos electorales Pedro Sánchez, en su cuarta visita en quince días, Alberto Núñez Feijóo, Yolanda Díaz y Santiago Abascal.