El PSdeG arrancará su nuevo proyecto político en Galicia eclipsado por el dilema de Sánchez

El PSdeG abrirá una nueva etapa el domingo bajo el liderazgo de José Ramón Gómez Besteiro sin saber si Pedro Sánchez, uno de los grandes valedores del lucense, mantendrá su disposición a presidir el Gobierno del Estado. El periodo de cinco días de reflexión del secretario general socialista absorbe todas las inquietudes, imponiéndose a las elecciones europeas y a la reconstrucción del PSdeG, precisamente cuando el partido debate cómo forjar un proyecto propio en Galicia para dejar de ser percibido como un simple satélite de Ferraz.

Este jueves, la cúpula de los socialistas gallegos se volcó para pedir la continuidad de Sánchez al frente del Ejecutivo y denunciar «la oposición más sucia de la historia contemporánea de España«, en palabras de la vicesecretaria xeral, Lara Méndez. A pesar de la excepcional situación de un presidente que reflexiona sobre dejar el cargo, con especulaciones sobre una posible moción de confianza o, incluso, unas nuevas elecciones, el PSdeG ha decidido mantener el congreso que tenía previsto para el próximo domingo y en el que elegirá a su nueva ejecutiva liderada por Gómez Besteiro.

El PSdeG y su debate interno

Es un día de especial relevancia para el exdelegado del Gobierno y expresidente de la Diputación de Lugo, pero también para una formación que necesita rearmarse tras cosechar sus peores resultados históricos en las pasadas autonómicas. Esta misma semana, un grupo de militantes agrupados en el colectivo Arestora advertían de la necesidad de «definir un proyecto propio y genuino» en la comunidad y consolidar liderazgos  «conocidos y respaldados por la organización».

«El PSdeG no es percibido por la sociedad gallega como un partido gallego: solo mera franquicia del PSOE«, dice el manifiesto firmado por la exparlamentaria Marisol Soneira, el que fuera secretario de Organización socialista entre 1979 y 1982, Jano Leis; el exalcalde de Cariño José Miguel Alonso Pumar o la regidora de Maceda, Uxía Oviedo, entre otros. El debate, que se dará, queda ahora sumergido bajo el dilema de Pedro Sánchez.

El «lodazal»

«Se han traspasado todas las líneas rojas que el PP nunca había cruzado de forma tan rotunda«, zanjó el secretario xeral saliente, Valentín González Formoso, uno de los múltiples cargos que este jueves salieron en defensa del presidente del Gobierno, manteniendo varias ideas comunes: la petición de una reflexión colectiva a la sociedad sobre hasta dónde se puede llegar para alcanzar el poder; la llamada a la movilización en defensa de Sánchez; y las críticas a la dirección de Alberto Núñez Feijóo en el Partido Popular, al que acusan de una ofensiva sin cuartel contra el líder del Ejecutivo y su familia en las cámaras, los medios de comunicación y los tribunales.

La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, cree que están convirtiendo la política en un «lodazal». «Desde la derecha y la ultraderecha se apoyan y difunden bulos, información falsa para hacer política. Qué mensaje es para las generaciones que vengan detrás», dijo la regidora. Lara Méndez vinculó la situación de Sánchez con la que vivió el propio Besteiro y con la campaña que protagonizó Feijóo contra el bipartito, en la que se insinuó que el vicepresidente Anxo Quintana era un maltratador, entre otras veleidades.

Carta de apoyo a Sánchez

Las manifestaciones de altos cargos socialistas tuvieron su colofón en una carta firmada por el secretario xeral del PSdeG electo, José Ramón Gómez Besteiro, y los responsables provinciales del partido en Galicia, Bernardo Fernández (A Coruña), José Tomé (Lugo), Rafael Rodríguez Villarino (Ourense) y David Regades (Pontevedra). 

La misiva asegura que «Galicia sufrió en primera persona las artimañas de una derecha que intenta conseguir con la manipulación lo que no consigue en las urnas». «Los insultos y difamaciones que tuvo que soportar Pedro Sánchez desde su llegada a la Presidencia amenazan directamente al Estado democrático y convierten el escenario político en un lodazal en el que los socialistas nos negamos a entrar por respeto a nuestra historia y a nuestra militancia», señala el documento.