El País Vasco diseña un plan para recoger los pellets en alta mar
El Ejecutivo vasco activa el plan de emergencia, formará una comisión asesora y trabajará con un centro tecnológico para monitorizar la situación de los plásticos en alta mar
El Gobierno vasco tratará de que los pellets extraviados por Maersk en el mar no lleguen a las playas de la comunidad. El Ejecutivo ha decidido activar el plan de emergencia marina tras analizar el vertido que ha llegado a Galicia y Asturias procedente del mercante Toconao, que perdió cinco contenedores en aguas portuguesas el ocho de diciembre. Este plan conlleva la creación de una comisión asesora y de seguimiento esta misma tarde, responsabilidad que tendrá el vicepresidente Josu Erkoreka.
La consejera de Medio Ambiente, Arantza Tapias, ha explicado que están trabajando con el centro tecnológico AZTI para monitorizar la situación de las bolitas de plástico en alta mar y predecir mediante simulaciones su posible llegada al litoral vasco. El objetivo es, precisamente, que esto no ocurra. Los datos recopilados apuntan a que no hay un riesgo inminente de que los pellets lleguen a las playas. «No parece probable que llegue a nuestra costa a lo largo de estos próximos días«, dijo Tapias, apelando también a la prudencia ya que se trata solamente de previsiones.
Coordinación con las cofradías
La consejera destacó también como clave los análisis sobre el material vertido por el Toconao, para lo que está trabajando en coordinación con Galicia. La Xunta envió a analizar las bolas de plástico al Cetim, según dijo la conselleira Ángeles Vázquez este lunes. «Los datos muy incipientes nos dicen que la toxicidad de los pellets es mínima o nula», indicó Tapias, quien advirtió que una de las grandes dificultades que afrontan es la posibilidad de que las aves o peces confundan los pellets con alimentos.
El Gobierno vasco señala que lo peligroso es que los plásticos lleguen a las costas, por lo que tratarán de impedir que eso ocurra, algo que entraña una gran dificultad por su pequeño tamaño. Además, dijo Arantza Tapias, el plan de trabajo conlleva la coordinación con las cofradías de pescadores y diputaciones para que colaboren en la identificación de los plásticos y así poder actuar directamente en el mar, antes de su llegada a los arenales.