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El momento de Miguel Tellado, el diseñador de campañas que perdió con Yolanda Díaz y emigró con Feijóo
El líder del PP escoge como portavoz en el Congreso a uno de sus fieles, que le garantiza un discurso todavía más duro contra Sánchez; como contrapartida, lo retira del poder orgánico
Pasaron unos días de las elecciones generales y en los despachos de Madrid se hacían cálculos sobre los próximos movimientos del partido en base a tres premisas: Alberto Núñez Feijóo intentaría la investidura y fracasaría; Pedro Sánchez acabaría revalidando la presidencia; el PP tendría que dar una vuelta a su dirección para rearmarse en la tarea de oposición. Esta reorganización, que tiene aristas internas todavía por disipar, ha convertido a Miguel Tellado (Ferrol, 1974), uno de los pretorianos que Feijóo se llevó a Génova desde Galicia, en portavoz del partido en el Congreso. El ferrolano, que en los últimos años ha trabajado como fontanero en los asuntos internos del PPdeG y en las negociaciones con otras formaciones, de Ciudadanos a Vox, pasando por Democracia Ourensana, acaba en uno de los puestos con mayor visibilidad y como uno de los principales responsables de trasladar el mensaje y la imagen del partido.
Feijóo apuesta por la fidelidad, área en la que el nuevo portavoz puntúa con sobresaliente a decir de los que han compartido trayectoria con él. También por el tono duro, con frecuencia irritante para el adversario, que exhibió Tellado cuando ejercía de portavoz y secretario xeral en el PPdeG y, después, como vicesecretario de Organización Territorial en Génova. El nombramiento de la persona que sugirió que Pedro Sánchez debería irse de España «metido en un maletero» apunta a que la crispación política continuará. El líder del PP le retira, eso sí, el poder orgánico como vicesecretario de Organización, tarea en la que se encontró alguna puerta cerrada en las comunidades, para reemplazarlo por Carmen Fúnez, hasta ahora vicesecretaria de Políticas Sociales y Reto Demográfico.
Dar rienda suelta al agresivo discurso de Tellado marca un contraste con la estructura que seguía Feijóo en Galicia, donde el ferrolano ejercía de poli malo en las ruedas de prensa que da el partido los viernes, mientras en el Parlamento mantenía el perfil más institucional de Pedro Puy, portavoz de verbo fino y trato cordial que partió hacia Madrid entre cariñosas despedidas de sus rivales políticos, PSOE y BNG. Claro que Feijóo, en Galicia, gobernaba, mientras que en el Congreso debe hacer oposición.
La operadora de Atento
Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidade de Santiago, la vida de Miguel Tellado está muy ligada a la comunicación. Casado con una periodista, pasó por Radio Fene, fue uno de los impulsores de la publicación gratuita O Comarcal en Cabanas y acabó dirigiendo las últimas campañas de Feijóo en Galicia, en las que el logo del PP iba menguando a medida que aumentaba de tamaño el nombre del dirigente ourensano. Tan disciplinado en el argumentario de los populares, llaman la atención sus vínculos de juventud con el nacionalismo de izquierdas y con movimientos estudiantiles próximos al BNG. De esa etapa en la universidad y posteriormente en Radio Fene, un municipio gobernado por los nacionalistas, recuerdan sus compañeros de mesa la indignación de Tellado en una llamada al call center de Atento en la que no pudo encontrar interlocutor alguno que le hablase en gallego. En A Fenestra, un magazine de la emisora, fue también un extraordinario defensor de la lengua gallega, explican las mismas fuentes.
Todo eso quedó atrás cuando Tellado entró a trabajar como asesor de Juan Juncal, candidato del PP a la alcaldía de Ferrol, entonces comandada por Xaime Bello (BNG). Del viraje ideológico, el nuevo portavoz de los populares explicaría más adelante que, a su entender, de joven se pueden tener inclinaciones de izquierda, pero el único partido que es lo bastante amplio para integrar a todo el mundo en Galicia es el PP.
Una estatua de Franco y dos agujeros
El trabajo para la campaña de Juncal hizo aflorar uno de los talentos del ferrolano, que explicará algunas de las funciones que le ocuparon posteriormente: la capacidad para generar relato, para crear argumentario. Y también para repetirlo machaconamente hasta que se convierta en una verdad por aburrimiento. En aquella campaña de 2003, el debate en Ferrol giró hacia la estatua de Franco. El BNG, apoyado en el PSOE, desarrolló una reforma integral de la Plaza de España que incluía la retirada de la estatua ecuestre del dictador, la creación de un aparcamiento subterráneo y la remodelación de la superficie.
Juncal, asesorado por Tellado, centró buena parte de su discurso en asegurar que el bipartito había dejado dos agujeros, uno en la Plaza de España, por los problemas con las obras, y otro en el Ayuntamiento, por los sobrecostes. Fue una de las ideas fuerza que llevaron al candidato popular a la alcaldía.
De Yolanda Díaz a Feijóo
Tellado pasa cuatro años como responsable de prensa en el Concello de la ciudad departamental hasta que un bipartito de PSOE y Esquerda Unida descabalga a Juncal. El nuevo alcalde será Vicente Irisarri y la teniente de alcalde una joven Yolanda Díaz, que tocaba por primera vez poder en una formación con escasa implantación en Galicia, pues los votos a la izquierda de los socialistas acostumbraba a acapararlos el BNG. La actual ministra de Trabajo y líder de Sumar cerró una puerta a Tellado, pero pronto se le abrió una ventana en la Xunta. Al parecer, apoyado en las buenas recomendaciones de José Manuel Rey Varela, teniente de alcalde durante el mandato de Juncal y con buena relación con Feijóo, que llegó a nombrarlo conselleiro de Política Social.
Tras pasar por la Deputación de A Coruña, el nuevo portavoz del PP en el Congreso recala en el año 2009 en la Consellería de Benestar de Beatriz Mato, también candidata a alcaldesa de A Coruña en 2019 y actual directiva de Greenalia. Según las fuentes consultadas, fue en esos años, tras la derrota en las municipales de Ferrol, cuando se afilió al PP. Al Gobierno gallego llegó en un momento de mucho contacto entre los gabinetes y la propia presidencia que acababa de estrenar Núñez Feijóo, tras desbancar por un diputado al bipartito de Emilio Pérez Touriño (PSOE) y Anxo Quintana (BNG). En ese momento de trabajo intenso para confeccionar el nuevo sistema de funcionamiento, Tellado entra en contacto con todo el equipo de Feijóo, si bien volvería a dejar la Xunta para ser jefe de gabinete de Rey Varela en el Concello de Ferrol cuando el PP recuperó la alcaldía. Ya saben, fidelidad.
El resto de la trayectoria es conocida. A partir de 2014 empieza a ocupar cargos relevantes a nivel orgánico en el partido, primero como portavoz en sustitución de Paula Prado, y luego como secretario xeral para reemplazar a Alfonso Rueda. Se encarga de las exitosas últimas campañas de Feijóo y acaba cogiendo el AVE a Madrid y convirtiéndose en portavoz en el Congreso. Por el camino fue guardaespaldas, fontanero y publicista del líder del partido, y se da por hecho que se interpondrá en la trayectoria de las balas que amenacen a su jefe.
La devoción al líder
Las personas que trabajaron con él destacan dos puntos fuertes. Por un lado, la mencionada capacidad para colocar ideas fuerza, habilidad que le permitió despuntar en el partido; así como la vehemencia para defenderlas, llegando si hace falta a ser desagradable en la tarea. Por otro, la protección del líder y de su imagen. Recuerdan excompañeros sus batallas con personal de protocolo para ubicar en la posición más destacada a Beatriz Mato o para que hablase en último lugar en el cierre de un acto.
Además de estas virtudes, le ayudaron en su trayectoria José Manuel Rey Varela y, después, Álvaro Pérez, ex director del gabinete de Feijóo en la Xunta y una de las personas de su núcleo duro.