El Gobierno luso cifra en 8.000 millones el coste del AVE de Lisboa a Galicia
Esta cantidad, estimada por el ministro de Infraestructuras de Portugal, se sumaría a los 1.700 millones de euros que, se estima, necesitará España para unir Vigo con la frontera y renovar la línea entre A Coruña y Ferrol
El coste de la línea ferroviaria de alta velocidad entre Lisboa y Valença, en la frontera con Galicia, será de entre 7.000 y 8.000 millones de euros, indicó este jueves el secretario de Estado portugués de Infraestructuras, Frederico Francisco, en una entrevista con la agencia Lusa.
«No tengo una cifra rigurosa, pero la inversión global entre Lisboa y Valença, si incluimos la segunda fase de la conexión Oporto-Valença debe de andar por los 7.000 u 8,000 millones de euros», apuntó Francisco sobre este proyecto, cuyo concurso para la primera fase fue lanzado el viernes.
Es casi cuatro veces más que la inversión que, se calcula, tendrá que movilizar España. Hasta ahora se sabía que la primera fase de las obras entre Lisboa y la frontera tendrían un coste estimado de 5.400 millones de euros, una cantidad que no tenía en cuenta dos tramos, entre Oporto y Braga y Lisboa y Carregado, que si contabiliza ahora el secretario de Estado.
Presupuesto español
Las obras pendientes en Galicia totalizarían unos 1.700 millones de euros. Un informe del Gobierno gallego prevé dos actuaciones diferenciadas. Por un lado, indica que «para conseguir concluir el Eje Atlántico con una red ferroviaria del siglo XXI es necesario modernizar la conexión entre A Coruña y Ferrol». Ese tramo de 68 kilómetros requeriría una inversión próxima a los 1.000 millones de euros.
El enlace con la frontera portuguesa sería menos costoso. La construcción de la salida sur de Vigo hasta O Porriño, 15,5 kilómetros, prevé una inversión de 496 millones. La Xunta calcula que serán necesarios otros 200 millones para el nuevo trazado entre O Porriño y la frontera con Portugal.
Obras en Portugal
Sobre el avance de las obras en Portugal, Francisco explicó que cada tramo licitado costará unos 2.000 millones, lo que incluirá las conexiones entre Oporto-Oiã, Oiã-Soure, Soure-Carregado, Braga-Valença (que contemplarán la unión de Oporto con su aeropuerto) y , por último, aeropuerto-Braga.
El acceso a Lisboa está previsto para la tercera fase del proyecto, que se materializará uniendo la línea de alta velocidad con el futuro aeropuerto de la capital, cuya nueva ubicación todavía está por decidir.
Francisco dijo que, dependiendo de su futura localización, el acceso de la línea de alta velocidad irá bien por el margen derecho o izquierdo del río Tajo, aunque se mantendrá siempre la posibilidad de que los trenes lleguen a Lisboa por la línea del norte, cuya capacidad será cuadriplicada en la capital para acoger este proyecto.
Conexión con Oporto y Vigo
Respecto a las críticas del alcalde de Lisboa, Carlos Moedas, a esta iniciativa, ya que preferiría que primase la conexión con Madrid en vez de con Oporto y Vigo (Galicia, España), el secretario de Estado opinó que «no tiene sentido».
Basándose «lo más posible» en los estudios hechos sobre la demanda, subrayó que «la conexión Oporto-Lisboa tiene unas estimaciones de demanda mucho más superiores que la de Lisboa-Madrid».
«Y cuando digo que son mucho mayores, son diez veces mayores», apuntó Francisco.
Esas estimaciones señalan que habría cerca de 12 millones de pasajeros anuales para Oporto-Lisboa frente «a un millón o millón y medio» entre la capital lusa y Madrid.
Lisboa-Oporto
El responsable detalló que los análisis indican que la línea de alta velocidad Oporto-Lisboa captará alrededor de un millón de pasajeros de avión, así como del transporte por carretera.
Actualmente, «se hacen más de 100 millones de viajes de automóvil ente Oporto y Lisboa y las ciudades intermedias», remarcó.
Francisco defendió que los estudios sobre el proyecto de alta velocidad entre Lisboa y Vigo demuestran que «no hay ninguna otra intervención en la red ferroviaria nacional que consiga producir el tipo de cambios o de transformación en la forma en que se realiza el transporte ferroviario y el transporte en general en el país».
Para este responsable, la línea de alta velocidad va a modificar no solo el tiempo de los viajes, sino también la oferta: con la demanda estimada y con unos 60 servicios diarios en cada dirección, según se ha anunciado, supondrá la posibilidad de tener más de un tren cada media hora en ambos sentidos.