El BNG descarta enmendar el dictamen de la comisión de contratos: «Un panfleto no se enmienda»
Los nacionalistas presentarán un voto particular a la resolución, que consideran una "burla" al Parlamento; acusan al PP de ocultar la información de los contratos con la empresa de la hermana de Feijóo y de convertir la sanidad en un nicho de negocio
El BNG renuncia a presentar enmiendas al dictamen de la comisión de investigación sobre los contratos de la Xunta, que analizaba tanto la contratación a empresas vinculadas a familiares de cargos del PP gallego, como los del expresidente Alberto Núñez Feijóo, como los sobrecostes derivados del modelo público-privado que se utilizó para construir el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. Los nacionalistas, que al igual que el PSdeG han acusado al PP de boicotear la comisión, señalaron este jueves que no presentarán enmiendas a la resolución ya que «un panfleto no se enmienda».
En lugar de ello, el BNG opta por registrar con posterioridad un voto particular que recibirá –salvo sorpresa mayúscula– el visto bueno del pleno del Parlamento en enero, una vez arranque el nuevo período de sesiones. Así lo han asegurado en una comparecencia este jueves los diputados Montse Prado, Óscar Insua y Iago Tabarés, que han denunciado que la intención del PP es «dar carpetazo» a este órgano cuanto antes.
La comisión de investigación fue impulsada por el BNG ante la «alarma social» generada por un informe del Consello de Contas que apuntaba a un «sobreprecio» de 470 millones de euros en la construcción del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo y otras informaciones sobre los contratos menores y de emergencias emprendidos por la Xunta durante la pandemia de la covid-19.
Prado ha recordado que el propio PP impulsó «en el Senado», donde cuenta con mayoría absoluta, una comisión sobre los contratos de emergencia a nivel estatal. En cambio, en Galicia, lo que hicieron los populares fue «intentar que no se investigara nada» y «se opuso a todos los intentos del BNG para que esto fuera así».
La nacionalista ha censurado que «desde el primer momento» el PP intentó «boicotear» este órgano «no facilitando documentación» desde la Xunta e «imponiendo el plan de trabajo» y, por tano, «imponiendo» los comparecientes y los documentos a revisar. Además, «el PP ya tenía desde el primer momento las conclusiones hechas» y las redactó «en tiempo exprés», ya que las presentó a la oposición cinco días después de la última de las comparecencias.
Una «burla» al Parlamento
Para el BNG, el dictamen «repite el argumentario» defendido por los populares. «No es un dictamen, es un sencillo panfleto«, ha añadido, para seguidamente afear al PP que convirtiera la comisión en una «parodia», en una «farsa democrática» y en una «burla» al Parlamento. Prado ha dicho que el dictamen que se aprobará este viernes consiste en «sacar de contexto» documentación y frases de los comparecientes. «No le damos carácter de dictamen a esto que va a presentar mañana el PP», ha insistido, para seguidamente quejarse de que la comisión concluirá sus trabajos sin que los grupos tengan «las transcripciones» de las sesiones al completo.
Asimismo, la diputada del BNG ha centrado buena parte de la rueda de prensa en denunciar que la Xunta y el PP ocultaron «a propósito» documentación sobre los contratos con Eulen –empresa que tiene como directiva para el Noroeste a Micaela Núñez Feijóo, hermana del expresidente gallego Alberto Núñez Feijóo— y sobre el levantamiento del Álvaro Cunqueiro. «Ya sabíamos que el PP era experto en ocultar información», ha ironizado Prado, para referirse a la supuesta destrucción de discos duros de Luis Bárcenas «a martillazos». «Ahora, lo que hizo fue burlarse de este Parlamento», ha añadido la nacionalista.
Información que sigue oculta
En este contexto, el BNG niega que el bipartito que gobernó la Xunta entre 2005 y 2009 no tuviese nada hecho para construir el hospital vigués por la vía pública. «Sí había muchos pasos dados», ha sostenido, como una partida en los presupuestos de la Sociedade Pública de Investimentos (SPI) y el plan básico. «Lo que hizo el PP al llegar a la Xunta –en 2009– fue cambiar ese modelo y tomar una serie de decisiones para convertir la sanidad, en este caso la construcción del Hospital Álvaro Cunqueiro, en un nicho de negocio para empresas privadas», ha denunciado.
Asimismo, Prado incluye en la ecuación a Rodrigo Rato, porque fue presidente de Bankia, uno de los bancos que financió a la UTE que construyó el hospital; y a Luis de Guindos, porque fue alto directivo de PriceWaterhouseCoopers (PwC), la consultora que fue «encargada de seleccionar» a la UTE. «Todo un entramado empresarial», ha resumido. La diputada también ha aprovechado la rueda de prensa para sacar dos documentos que el BNG ya empleó durante las sesiones de la comisión. Uno de ellos, de PwC, demuestra –según su valoración– que «se aumentó exponencialmente los servicios concesionados» del complejo hospitalario vigués; y otro, en este caso interno del Sergas, que cifra en 30 millones de euros la diferencia entre la superficie proyectada y la que finalmente se construyó.
Además, sobre los 470 millones de euros que, según Contas, costó el Álvaro Cunqueiro por no haberse licitado obras y servicios por separado, «como había planificado el bipartito», Prado ha destacado que el máximo responsable de este órgano fiscalizador, Juan Carlos Aladro, confirmó que esto fuese así en su comparecencia. Aunque Aladro rebajó el supuesto «sobrecoste» a 165 millones al hablar de valor anual neto (VAN), el BNG recalca que lo que hizo fue «llevarlo a euros constantes, de ahora». «Es lícito, pero no desmintió que fuese así», ha concluido Prado.