Cumbre entre Yolanda Díaz, patronal y sindicatos para prorrogar los ERTE
Gobierno, patronal y sindicatos inician este viernes las negociaciones para alargar los ERTE más allá del 31 de enero
Nueva fase en la negociación para prorrogar los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). El Gobierno, con la ministra de Trabajo (Yolanda Díaz) a la cabeza, sindicatos y empresarios arrancan este 8 de enero las negociaciones para alargar en el tiempo esta medida a la que estaban acogidos un total de 750.000 trabajadores españoles al cierre del mes de noviembre y que llegaron a aplicarse sobre 3,4 millones durante el mes de abril.
Las tres partes coinciden en la necesidad de seguir contando con esta herramienta, sobre todo para sectores que no han podido recuperar su actividad plenamente, como el turístico, o que se están viendo sometidos a restricciones para frenar los contagios de Covid, como la hostelería o el comercio. De hecho, el plan de rescate de apoyo a la hostelería, el comercio y el turismo que aprobó el Gobierno hace unas semanas amplió el número de sectores «ultraprotegidos» por los ERTE a varias actividades, entre ellas el comercio al por mayor de bebidas, los restaurantes y puestos de comidas, las actividades de los jardines botánicos, parques zoológicos y reservas naturales, los establecimientos de bebidas y las actividades de juegos de azar y apuestas (casinos, bingos, loterías y casas de apuestas).
El objetivo de Gobierno, patronal y sindicatos es prorrogar unos ERTE cuya legislación actual estará vigente solo hasta el 31 de diciembre, por lo que los empresarios han venido pidiendo en los últimos meses que estos se extiendan hasta que finalice el estado de alarma decretado en España (9 de mayo), mientras que desde los Ministerios de Trabajo y Seguridad Social no se habla de plazos y se limitan a asegurar que los ERTE se mantendrán hasta que sea necesario.
Dificultades en las últimas negociaciones
Se prevén unas negociaciones largas, al igual que ya ocurrió con el decreto aprobado a finales de septiembre para alargar el tiempo de vigencia de los ERTE hasta enero. En él se creaban dos figuras, los ERTE de impedimento de actividad y los ERTE de limitación de actividad, a los que pueden acogerse todas las empresas, con exoneraciones bastante elevadas, que en algunos casos llegan hasta el 100%.
Los ERTE de fuerza mayor con prórroga automática se limitan a las empresas más afectadas por la pandemia cuya actividad se clasifique en alguno de los códigos de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE-09) previstos en la norma, con exoneraciones de cuotas de entre el 75% y el 85%. De estas exoneraciones también pueden beneficiarse aquellas empresas que, aunque no formen parte de dichos sectores, se encuentran en su cadena de valor o cuyo negocio depende en su mayoría de ellos.
Casi 400.000 trabajadores con los nuevos ERTE
En el caso de las nuevas modalidades de ERTE vigentes, a las que pueden acogerse empresas de cualquier sector, se distinguen dos tipos: los ERTE por impedimento de actividad como consecuencia de restricciones adoptadas por las autoridades (por ejemplo, las empresas de ocio nocturno), y los ERTE de limitación de actividad, destinados a las empresas que vean alterada su actividad cuando una autoridad local, autonómica o estatal limite, por ejemplo, los aforos y los horarios.
Los ERTE de limitación de actividad van acompañados de exenciones de cuotas de entre el 70% y el 100%, mientras que los ERTE de impedimento de la actividad contemplan exenciones de entre el 90% y el 100%.
Está por ver si en la nueva prórroga se mantendrá este esquema de ERTE y si se producirán más cambios en la lista de actividades CNAE para habilitar estas herramientas en las que el 60% de sus beneficiarios proceden del sector de servicios de comidas y bebidas o de servicios de alojamiento y en la que se ha detectado un «trasvase» de los ERTE vigentes antes de la última prórroga a los nuevos esquemas incluidos en la nueva regulación que extendió los ERTE hasta el 31 de enero de 2021. Del total de trabajadores en ERTE con los que se cerró noviembre, 326.296 pertenecen a los antiguos ERTE, cifra que supone 379.954 trabajadores menos que los que estaban incluidos en estos procedimientos a finales de septiembre, cuando entraron en vigor los nuevos esquemas de protección.