Rueda, Lorenzana, Vázquez, González… Así se reparten los poderes económicos en la nueva Xunta

El diseño de la Xunta hilvanado por Alfonso Rueda reparte nuevas responsabilidades económicas en tres consellerías y en el propio presidente, que anunció la creación de una oficina económica bajo su mando para la coordinación de los proyectos estratégicos y de los fondos Next Generation. Además de María Jesús Lorenzana, la conselleira de Economía e Industria, el desarrollo industrial de Galicia pasará, por tanto, por el despacho de Rueda y también por el de Ángeles Vázquez, la conselleira de Medio Ambiente, pues el dirigente autonómico avanzó que centralizará en ese departamento la tramitación de los proyectos renovables.

El presidente y las dos conselleiras tendrán un papel clave en un momento de transformación económica por el proceso de descarbonización y con multitud de iniciativas industriales sobre la mesa que deberían concretarse en los próximos cuatro años, como las de Altri, Ence, Reganosa, Naturgy o Forestal del Altántico. Dos sociedades público-privadas servirán de palancas para este desarrollo industrial. La utility Recursos de Galicia, dirigida por Emilio Bruquetas, debería presentar próximamente sus primeras apuestas de inversión, mientras que Impulsa Galicia continúa su actividad como coordinadora de los proyectos tractores. A ellos debería sumarse el fondo público-privado de 300 millones que anunció Rueda ya en el debate sobre el estado de la autonomía y que tendrá como objetivo captar inversores y respaldar los grandes proyectos que se implanten en la comunidad.

Al margen del mapa de inversiones construido alrededor de los fondos europeos y de los procesos de transición justa de Meirama y As Pontes estará la cartera de Comercio, que recae en esta ocasión en José González, el inspector de Hacienda ourensano que capitaneaba Medio Rural y que ha sido reubicado en la heterogénea Consellería de Emprego, Comercio e Emigración.

Lorenzana, las renovables y la innovación

María Jesús Lorenzana, sobre la que debe pivotar la política económica de la Xunta, tendrá que afrontar en las próximas semanas un reparto de competencias cuyo detalle no se conocerá hasta los preceptivos decretos que regulan la estructura de cada consellería, según reconocen en el propio Gobierno gallego. Por un lado, está por ver el alcance de la oficina económica de Alfonso Rueda y las funciones que asume. Por otro, la parte del desarrollo de renovables que tendrá el departamento de Ángeles Vázquez y que, a priori, debería estar más vinculado a la tramitación ambiental de los proyectos que con las competencias en Enerxía que cuelgan de una dirección xeral de la Consellería de Economía.

Algo similar sucede con Innovación, pues Rueda pretende reforzar con esa área la Consellería de Educación de Román Rodríguez, ligándola así a las competencias en universidades. Por el momento, la Axencia Galega de Innovación (GAIN), que tiene entre sus funciones el respaldo a las estrategias de I+D de las empresas gallegas, depende del departamento de María Jesús Lorenzana.

La conselleira de Economía asumirá en esta legislatura el suelo industrial, según avanzó Rueda. Son el más de medio centenar de parques empresariales agrupados en Xestur, la entidad heredera de las antiguas Xestur provinciales que el Gobierno de Feijóo fusionó para tratar de hacer frente a la elevada deuda que arrastraban. Desde su constitución en 2014, la entidad siempre ha generado pérdidas, mientras desarrollaba una política de bonificaciones para dar salida a las parcelas. El Instituto Galego de Vivenda e Solo controla el 80% del capital de la gestora de suelo empresarial, que hasta ahora ha estado ligada a la Consellería de Vivenda.

La que sí se mantendrá sin cambios será la Consellería de Facenda. Miguel Corgos, titular de esta parcela desde octubre de 2021, retendrá el control de rúbricas como los Orzamentos de la Xunta y sobre la gestión tanto de las convocatorias de empleo público como de las condiciones de estos trabajadores.

Los poderes de Rueda

Afanado en la defensa de Altri, cuya fábrica de fibras textiles ha movilizado a los colectivos ecologistas por su impacto ambiental, y perseverante en la demanda de fondos europeos para la industria gallega, el anuncio de Rueda de una oficina económica bajo su mando se interpretó como una apuesta clara por asumir la supervisión de los grandes proyectos industriales, con un director y un equipo propio. Sin embargo, el dirigente gallego no ha desvelado hasta ahora cómo se configurará esta oficina, ni quién será su responsable.

Lo mismo sucede con Turismo, área que no está contemplada entre las competencias de las consellerías. Se da por hecho que el área que dirige Xosé Meirelles se mantendrá vinculada a la Presidencia.