Besteiro: «El galleguismo no puede ser simbólico ni excluyente»
El jefe de filas del PSdeG defiende que la utilidad del galleguismo “no está en ver quién lleva la bandera más grande”, sino en “apostar por cuestiones que nos hacen la vida mejor”
José Ramón Gómez Besteiro, secretario xeral del PSdeG, ha apelado este 25 de julio a una Galicia “amplia y abierta” para construir un galleguismo “que no sea únicamente simbólico ni excluyente”.
Un año más los socialistas se han desplazado a Rianxo para celebrar el Día de Galicia ante el busto de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao en Rianxo (A Coruña), pueblo natal del intelectual.
En el acto Besteiro ha invitado a ver Galicia «con optimismo y sin limitaciones» en una ceremonia «sencilla pero profunda en su contenido» y que ha contado con la presencia de alcaldes, concejales y otros cargos socialistas, además de representantes de la sociedad civil y ciudadanos.
Tras la ofrenda floral al pie de la estatua del intelectual y después de los discursos del secretario xeral de la Agrupación Socialista de Rianxo, Óscar Rial, y de la concejala Tamara García, Besteiro ha comenzado su intervención con unas palabras para las víctimas del naufragio del pesquero ‘Argos Georgia’ en aguas de las islas Malvinas y ha pedido que se guardase un minuto de silencio en su memoria.
En su intervención, el jefe de filas del PSdeG ha recordado a Castelao, «a quien Galicia tanto debe y quien mantuvo encendida la luz de una Galicia esperanzada incluso en los momentos más oscuros». Además, ha animado a que su figura «sirva de esperanza a todos los hombres y las mujeres que fueron Galicia cuando estaban fuera de Galicia».
Recuerdo a la emigración
Dicho esto, se ha detenido en la realidad de la emigración, que tuvo que dejar lejos su tierra, pero nunca su país, porque, ha asegurado, «Galicia es una forma de estar en el mundo, y con un poco más de Galicia en el mundo, el mundo sería un lugar algo mejor», ha dicho.
En este sentido, ha señalado que, como pueblo emigrante, los gallegos conocen el drama de abandonar la propia tierra, «y por eso entendemos la emergencia humanitaria de los que en estos días llegan aquí después de escapar del hambre, de la guerra o de la miseria extrema».
Así, ha criticado a «quien quiere usar los dramas humanitarios como herramienta de confrontación» y ha apelado a una Galicia «amplia, abierta y sensata», alejada de la reducción simple y victimista que algunos esbozan permanentemente» para entender que el galleguismo, como «mayor expresión de querer convivir a nuestra manera, no puede ser únicamente simbólico ni tampoco excluyente».
Un lugar privilegiado
El secretario xeral del PSdeG ha explicado que entiende Galicia como un lugar privilegiado y una «oportunidad de ser siempre mejores», como lo demuestra que la comunidad es referencia en «terrenos diversos del progreso».
Así, ha citado la implantación en A Coruña de la AESIA, la agencia que supervisará la inteligencia artificial; la posición de Galicia como potencia pesquera, motivo por el que la Agencia Europea de Pesca se encuentra en Vigo, y contar con marcas líderes en la automoción, en el textil o en sector agroganadero.
A todo eso ha unido un «enorme potencial» para convertirse en uno de los mayores productores de energía limpia y sostenible de Europa, el pulso de las industrias culturales gallegas, una gastronomía de vanguardia o el desarrollo del sector vitivinícola. «Galicia es una historia de éxito. Es imprescindible creer en esto», ha sentenciado.
Sin embargo, al contrario, se ha referido al «obstáculo» que representa un Gobierno autonómico que «utiliza a Galicia pero no cree en ella», y que «vive mejor inventando rivalidades inexistentes que trabajando por transformar los problemas y retos en oportunidades».
En este sentido, ha señalado que «todo lo que hoy funciona podría funcionar aún mejor», porque «mientras España lidera el crecimiento económico en Europa, Galicia no se aprovecha y crece un 30% menos» y padece la mayor inflación del Estado.
Además, ha lamentado que mientras los centros de salud cierran, el conselleiro «vaya riendo por los medios de comunicación». «Mientras muchas familias y gente joven tiene dificultades para acceder a una vivienda, Rueda va de fiesta en fiesta sin parar; y mientras muchas personas no llegan a fin de mes, la Xunta les va a subir el recibo de la basura por no querer ser medioambientalmente sostenible», ha censurado.
Un camino, no una etiqueta
Besteiro ha asegurado que, para los socialistas, el galleguismo debe ser un camino y no una mera etiqueta, peleando por una política fuerte que «genere un hecho diferencial gallego» y que «proporcione influencia».
«La utilidad del galleguismo no está en ver quién lleva la bandera más grande, sino en apostar por cuestiones que nos hacen la vida mejor», ha defendido antes de recordar «con orgullo y emoción» el momento en el que defendió en el Congreso el uso del gallego, como símbolo «de una Galicia abierta al mundo, que pretende ir más allá y no quedar ensimismada en visiones encorsetadas y cerradas».
En esa línea, ha calificado de «pobre y triste» concebir Galicia como «un país con muros», en el que se reparten «carnés para entrar». «Galicia no es propiedad de nadie. Somos gallegos y gallegas, pero Galicia no es nuestra», ha defendido.
El secretario xeral del PSdeG ha concluido su intervención animando a creer en la Galicia de «éxito», pero también en el «inconformismo de los que saben que la historia se escribió desde la idea más revolucionaria de todas: la sensatez».
«Sin dejarse llevar según vaya el viento, los socialistas estamos y estaremos y estaremos decididos a hacer de este país un lugar más próspero, una tierra con todas las oportunidades y en la que seamos cada día un poco más equitativos, un lugar donde construir un futuro, un país que no se conforme, una Galicia mejor», ha finalizado.