Ana Pontón: «Nadie va a venir desde Madrid a sacarnos las castañas del fuego»
La candidata del BNG se da un baño de masas en Santiago y asegura que se juega la presidencia de la Xunta "en un puñado de votos"; pide concentrar el voto del cambio en su partido para "derrotar a Rueda y a Feijóo de una tacada"
El BNG recarga las pilas para afrontar la campaña electoral tras una larga travesía que le ha permitido posicionar a Ana Pontón como alternativa a la presidencia de la Xunta frente al PP. Con ya muchos actos acumulados antes de que comience oficialmente la campaña, los nacionalistas organizaron una convención en Santiago que desbordó el Multiusos Fontes do Sar, con una capacidad para 1.000 personas. Centenares siguieron la jornada desde una pantalla colocada en el exterior. El BNG volvió a enseñar un músculo sorprendente si se piensa que hace solo dos legislaturas atravesaban una profunda crisis y estaban siendo devorados por Podemos y las mareas.
Ana Pontón volvió a pedir que el voto del cambio se concentre en su formación y, como hiciera el PSOE este sábado, solicitó el apoyo de los indecisos, en torno a un 30% según los datos recabados por el CIS. Para ello se presentó como la «candidata de quien imagina un futuro mejor» independientemente de la papeleta que, hubiesen cogido en otras elecciones, un mensaje con el que muestra su convencimiento de que serán «muchas» las personas que elegirán al BNG por primera vez. «Soy la candidata de las personas que quieren un cambio y apuesten por el BNG para hacer un país puntero y vanguardista«, reivindicó.
Las palabras encajan en el relato que ha urdido el partido para ensanchar sus fronteras y convertirse en una alternativa real de Gobierno en San Caetano. Pero también confronta con el mensaje que está enviando el PSOE sobre las posibilidades que abre para Galicia contar con una Xunta influyente y aliada con el Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez. «El futuro depende de nosotros y de nuestras propias fuerzas. Está muy claro que nadie desde Madrid va a venir a sacarnos las castañas del fuego. No lo hicieron nunca y no van a hacerlo ahora. Estamos en enero y cualquiera diría que es temporada alta por el turismo electoral. Los líderes del PP y el PSOE vinieron más a Galicia en este mes que en el último año. Pero no merecemos que vengan de Madrid a traernos su crispación ni sus peleas, que nada nos solucionan», dijo la portavoz nacional del BNG.
«Viendo los aires que soplan, de sectarismo, de descalificación sin argumentos, de intolerancia… cuando más veo esto más me reafirmo en que las mejores herramientas para construir la Galicia que merecemos son la humildad, el respeto y la solvencia del proyecto del BNG. Qué orgullo siento de ser del BNG», insistió.
Por un puñado de votos
La candidata se reivindicó como la única que puede presentarse con las «manos libres» y con el compromiso de que ni ella ni «nadie» del BNG va a cruzar «una puerta giratoria». «Sé quién soy, para qué estoy aquí, y a quién me debo», señaló en referencia a esas personas que «tuvieron que coger las maletas» y a las que promete todo el esfuerzo para que puedan «volver».
En el acto, en el que también intervinieron las candidatas número uno por Lugo (Olalla Rodil) y Ourense (Noa Presas), y el cabeza de lista por Pontevedra, Luis Bará, Pontón aseguró que las elecciones están en un pañuelo. «Depende de un puñado de votos, un puñado de votos puede cambiar la historia de este país», señaló la líder del BNG. Una de las claves que manejan tanto los nacionalistas como el PSOE es la necesidad de una participación alta, pues consideran que el suelo de voto del PP es alto al conseguir absorber los apoyos que tuvo Ciudadanos y minimizar el impacto de Vox.
Pontón avisó de que están más cerca que nunca de «un momento histórico» y de que está «en juego la Galicia de la próxima década» en las elecciones del 18 de febrero, en las que aspira a lograr «un win win»: «Un gobierno del BNG y un futuro para la gente y derrotar a Rueda y a Feijóo de una tacada«, proclamó.
Por supuesto, la intervención no fue solamente en positivo. También hubo una clara impugnación al Ejecutivo de Alfonso Rueda, a quien acusó de acudir «dopado con dinero público» a las elecciones por utilizar la CRTVG para hacer propaganda del PP. También mostró su incredulidad respecto al anuncio de 20.000 viviendas protegidas realizado por el presidente de la Xunta, de las que 8.000 serán parte del parque público residencial. «Nos dicen que van a hacer en cuatro años lo que no hicieron en 15», señaló, para recordar que desde 2015 el Gobierno gallego construyó 22 viviendas públicas.