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Alfonso Rueda: “La Administración pública debe estar al lado de las empresas, sin complejos”
Preguntado sobre su disposición a pactar con Democracia Ourensana si fuera necesario para retener la Xunta, el presidente gallego y candidato del PPdeG asegura que sale "a por la mayoría absoluta y para gobernar en solitario". "No me planteo más escenarios"
No es sencilla la tarea de Alfonso Rueda. El presidente de la Xunta, que accedió al cargo tras la marcha de Alberto Núñez Feijóo a Madrid en mayo de 2022, tratará el próximo domingo de encadenar la quinta mayoría absoluta del PP en Galicia desde 2009 en un escenario especialmente abierto, según los últimos sondeos. Con unas encuestas que también abren la puerta a que la Democracia Ourensana de Gonzalo Pérez Jácome consiga un acta en el Parlamento, en una entrevista concedida a Economía Digital Galicia, el dirigente pontevedrés asegura que «en ningún caso» se ve pactando para mantenerse al frente del Gobierno gallego. «Salimos a por la mayoría absoluta para gobernar en solitario. No me planteo más escenarios», dice.
El mandatario gallego, que saca pecho de los años de gobierno popular en la comunidad, asegura que el Estado debe muchísimas cosas. “Fondos europeos, la llegada de los trenes Avril, transferencia de competencias de la AP-9, Corredor Atlántico y conexión de alta velocidad con Portugal”, enumera, para indicar que si gana en las urnas el domingo, en los cien primeros días de Gobierno anunciará nuevos proyectos energéticos en los que participará a través de su sociedad público-privada.
Estamos en la última semana de campaña y aunque en la mayoría de sondeos indican que el PP puede revalidar la mayoría absoluta, todo parece en el aire, con la subida que se le pronostica al BNG. ¿Siente especial vértigo?
Vértigo no, responsabilidad sí. Y también orgullo, por representar a mi partido, por la confianza, y por constatar en cada acto al que vamos ilusión en nuestro proyecto. Creo que hemos hecho un muy buen trabajo durante este tiempo y que Galicia se ha convertido en el mejor lugar para vivir, pero son los gallegos quienes lo juzgarán. Lo que pueden tener claro todos los gallegos es que, si sigo siendo presidente de la Xunta, la mañana del lunes 19 de febrero tendrán un Gobierno trabajando en medidas que les beneficien, como la gratuidad de la matrícula universitaria a partir del próximo mes de septiembre.
No se puede negar que esta campaña tiene también un marcado carácter estatal, tanto Feijóo como Sánchez están volcados en sus apariciones. ¿Cree que esto es bien acogido por el electorado? Al fin y al cabo, en 2020, el PP arrasó con un eslogan que era “Galicia, Galicia, Galicia”…
Nuestra campaña está siendo muy gallega, como no podía ser de otra forma. Nuestro lema este año es “A Galicia que funciona” porque hemos avanzado estos años y queremos seguir haciéndolo. No queremos dar pasos atrás, y los daríamos si en Galicia se replicase un multipartito que trajese aquí el barullo que hay en otras partes. Por supuesto, creo que es lógico contar con el apoyo del presidente del partido a nivel nacional, más cuando hablamos de una persona como Feijóo, que los gallegos conocen muy bien. Lo he dicho muchas veces, pero es que es así: Feijóo en Galicia suma, Sánchez resta.
«Nuestra campaña está siendo muy gallega, pero es lógico contar con Feijóo, que en Galicia suma mientras que Sánchez resta»
Defiende que la comunidad gallega es tratada injustamente desde el Gobierno central, ¿en dónde advierte esas desigualdades?
Pues para empezar en que el presidente Sánchez sólo se acuerda de Galicia para hacer campaña electoral. Es un hecho que nos debe muchísimas cosas. Asuntos a los que incluso se comprometió conmigo personalmente. Hablo de los fondos europeos, de la llegada de los trenes Avril, la transferencia de las competencias de la AP-9, el Corredor Atlántico, la conexión de la alta velocidad con Portugal… No ha dado respuesta a ninguno de los asuntos clave. Y, sinceramente, en lo referente a las pocas promesas que sí ha hecho, permítame ser escéptico conociendo los antecedentes.
La oposición y determinados colectivos han sido muy duros con la gestión de la Sanidad Pública por parte del PP estos años en la Xunta. ¿Si se mantiene al frente del Gobierno gallego, piensa que podría darle la vuelta a la situación? ¿Se está tirando demasiado en Galicia de conciertos privados en la sanidad?
Yo no comparto esos mensajes de una sanidad tercermundista que quieren dar algunos partidos. Nuestra sanidad es muy buena, con profesionales muy buenos. Pero es mejorable, claro que sí. Hoy en Galicia se invierten más de 5.000 millones de euros en sanidad, lo que supone 1.400 millones de euros más que los presupuestos de 2009, cuando gobernaba el bipartito, y emplea a 7.000 profesionales más que en ese momento. Y, por cierto, hemos bajado el porcentaje de gasto en conciertos con la privada con respecto a lo que había en 2009. Pero cualquier persona que conozca el sistema se lo dirá: el verdadero reto sanitario es la falta de médicos en algunas especialidades, como familia y pediatría. Parece que ahora por fin el Gobierno se abre a flexibilizar la formación para poder contar con más profesionales. Era hora. Lo que es evidente es que en las comunidades -seamos populares, socialistas o nacionalistas- no podemos contratar si no hay a quién.
«No comparto esos mensajes de sanidad tercermundista, nuestra sanidad es muy buena, pero es mejorable, claro»
Hablando de empresas privadas, usted ha impulsado distintos proyectos de colaboración público privada, como la sociedad de Recursos Naturales. ¿Es su hija de ruta? Entiendo que es difícil conciliar en muchos aspectos los intereses de empresas privadas con las obligaciones de la administración pública…
Aunque parezca obvio, escuchando a algunos partidos en Galicia y en Madrid se hace obligado recordar que una Administración pública debe estar al lado de las empresas, sin complejos, acompañándolas para generar riqueza y empleo y tratando de estorbar lo menos posible. Pero también creemos en la colaboración público-privada. En el caso de Recursos de Galicia, combinamos un accionariado público mayoritario, del 30%, con la entrada de empresas privadas gallegas de tamaños y actividades muy diferentes que no tienen intereses directos en el sector energético. En los cien primeros días de Gobierno esperamos anunciar la participación en los primeros proyectos que van a ayudar a la descarbonización de Galicia, a generar empleo y a abaratar la factura de la luz de las industrias y de los gallegos que vivan en el entorno de esos activos, ya sean hidroeléctricos, solares, eólicos o mineros.
«En los cien primeros días de Gobierno esperamos anunciar la participación en los primeros proyectos que van a ayudar a la descarbonización de Galicia»
Y ¿qué pasa con Alcoa? Parece que las crisis de la empresa nunca acaban, que la amenaza de marcha se repite periódicamente. ¿Cómo atajar esta situación? La Xunta llegó a abrir la puerta a una intervención pública…
Alcoa ha adquirido unos compromisos de actividad, pero estamos comprobando con preocupación que al mismo tiempo que reactivan su factoría de A Mariña nos dicen que ese reinicio puede acelerar su cierre por falta de rentabilidad. La situación del mercado mundial del aluminio no ayuda, pero el problema más evidente para esta y otras industrias electrointensivas en España es el precio que pagan por la energía, hasta tres y cuatro veces más caro que en Francia o Alemania. La Xunta está haciendo todo lo que está en su mano, como tramitar con la mayor eficacia los parques eólicos que permitirían trabajar con precios estables y razonables, pero necesitamos constatar que existe un plan de viabilidad a largo plazo. Sin esa hoja de ruta habría que buscar soluciones alternativas, y una de ellas pasa por apoyar una intervención pública por parte del Estado, pero de carácter temporal, para facilitar cuanto antes la entrada de un nuevo operador privado.
Sigamos hablando de industria. En muchas ocasiones han denunciado la dilación del Gobierno para con el proyecto de Altri. ¿Cree que hay riesgo de que no salga adelante? ¿Es factible que pueda captar todas las ayudas públicas que sus promotores dicen necesitar?
Han pasado casi 600 días desde que informé personalmente al presidente Pedro Sánchez sobre el proyecto de biofibras textiles de Altri, y salí de la reunión en Moncloa convencido de que lo apoyaría a través de los fondos Next Generation. Hemos tratado de avanzar con dos ministros de Industria -Reyes Maroto y Héctor Gómez- para conseguir encajar esa aportación pública que es imprescindible para apuntalar una inversión que ronda los 900 millones de euros y que generará 2.500 puestos de trabajo en Galicia, la mayoría en Palas de Rei, un municipio rural de Lugo. Por eso resulta decepcionante escuchar a un tercer ministro de Industria -Jordi Hereu- decir que en el Ministerio solo saben de Altri desde el pasado mes de diciembre. Ni Galicia ni España se pueden permitir perder proyectos estratégicos como este, que requiere urgentemente de fondos europeos y una conexión a la red eléctrica estatal. En lo que dependa de la Xunta, si el proyecto se ajusta al marco normativo, Altri saldrá adelante. Altri y otras 65 iniciativas industriales privadas en las que la Xunta está trabajando y que están relacionadas con la movilidad eléctrica, el sector agroalimentario, la biotecnología o la inteligencia artificial. Hablamos de 11.000 empleos de nueva creación, una auténtica reindustrialización basada en proyectos reales y tangibles que ya estamos tramitando.
En este final de legislatura ha habido polémica con el desarrollo eólico en la comunidad y la judicialización del mismo. ¿Se ha ido muy deprisa? Lo digo por las sentencias que han obligado a la paralización, cuando menos cautelar, de proyectos. Y, al hilo, ¿piensa que puede haber una conciliación entre la eólica marina y el sector pesquero?
Hemos gestionado el desarrollo eólico con las prisas que nos han impuesto desde el Estado, y después de la sentencia del Supremo que conocimos en diciembre, que avala la modélica tramitación de nuestros técnicos, no tengo ninguna duda de que el horizonte judicial se va a despejar. Sobre la eólica marina, lo que le pedimos al Gobierno es que nos dejen desarrollar la plataforma experimental para la que nos han concedido fondos públicos, igual que están haciendo en País Vasco. Hay que intentarlo, con sentidiño, analizando los problemas y respetando la compatibilidad con un sector tan importante como la pesca. La eólica marina ya genera 2.300 empleos en Galicia sin haber colocado un aerogenerador en el agua. Tenemos la oportunidad de multiplicar esa cifra por cuatro y convertirnos en el gran referente europeo de la industria verde y las energías renovables.
«Hemos gestionado el desarrollo eólico con las prisas que nos han impuesto desde el Estado»
Otra de las cuestiones que le critica la oposición es el tema de la promoción de vivienda pública en un escenario con alza de los precios de alquiler en todas las ciudades gallegas debido también a la presión de los pisos turísticos. Dicen que se ha dejado millones de fondos sin gastar en estos años con Feijóo y luego usted en la Xunta, ¿Qué dice a esto? Y, en cualquier caso, cuáles son las medidas que plantea sobre este asunto.
Es falso, como tantas otras cosas. El grado de ejecución del presupuesto de vivienda se aproxima al 80%. Desde 2009, aproximadamente, unas 5.000 familias gallegas accedieron a viviendas de promoción pública, unas en alquiler y otras en régimen de compraventa. En los primeros 100 días de gobierno, me he comprometido a iniciar la construcción de las 375 primeras viviendas de promoción pública, de las más de 4.200 en la legislatura. Además de seguir impulsando una política integral de apoyo al acceso a la vivienda.
Por último, sé que no suele hablar de pactos, pero, teniendo en cuenta lo que apuntan algunas encuestas, ¿estaría dispuesto a una negociación con Democracia Ourensana si fuese preciso para revalidar la Xunta?
No me veo pactando en ningún caso para ser presidente de la Xunta. Mi único pacto será con los gallegos y creo que ningún candidato más puede decir eso. Salimos a por la mayoría absoluta para gobernar en solitario, no me planteo más escenarios.