Albares, dispuesto a ir a los tribunales por la oficialidad de gallego, catalán y euskera en la UE
El ministro de Asuntos Exteriores atribuye la reticencia europea a los países gobernados por el PPE en coalición con la extrema derecha
El ministro de Asuntos Exteriores no descarta acudir al Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) para defender la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en la UE. José Manuel Albares abre la puerta a acudir a la Justicia de no ser posible conseguir la unanimidad de los Veintisiete para que esto ocurra.
Según ha sostenido en una entrevista en Catalunya Radio, lo único que impide la inclusión de las tres lenguas en el régimen lingüístico de la UE es una «reticencia política» de aquellos países gobernados por el PPE en coalición con la extrema derecha, de ahí su petición reiterada al PP a que ayude en Europa a conseguir este objetivo. «Pero independientemente, con PP o sin PP, yo estoy seguro que lo consolidaremos y si no yo estoy dispuesto a llegar al Tribunal Europeo de Justicia si hiciera falta», ha adelantado el ministro, que sin embargo ha reconocido que «todavía estamos lejos de eso».
Si fuera necesario, ha insistido, «acudiríamos al Tribunal Europeo de Justicia porque al final se trata de introducir esas lenguas en los tratados«, los cuales, según ha recordado, «establecen el multilingüismo como un objetivo y un valor a defender por la Unión Europea». A juicio de Albares, «no hay obstáculos reales» para que el resto de socios den luz verde a la oficialidad de catalán, euskera y gallego, solicitada por el Gobierno al Consejo de la UE en agosto de 2023 en el marco del acuerdo con Junts de cara a la nueva legislatura.
Las singularidades de España
En este sentido, ha subrayado que no hay problema de traductores, puesto que ya existen y con las nuevas tecnologías sería «algo muy fácil», tampoco con el coste, «porque España está dispuesto a asumirlo». Tampoco se puede temer que siente un precedente, ha proseguido en su argumentación, dado que se han introducido toda una serie de condicionalidades que solo cumple España como que las lenguas estén en la Constitución, se usen en el Parlamento nacional o que existan acuerdos administrativos con las instituciones europeas.
«Por lo tanto todo el mundo puede estar muy tranquilo y si la negociación es política nosotros revisaremos aquello también en lo que otros estados necesitan nuestra ayuda para decirles que no se puede pedir nuestra ayuda cuando no se ayuda a España en algo tan vital, tan nuclear, tan importante, tan existencial como es nuestra identidad nacional, que es plurilingüe», ha remarcado.