Malos tiempos para la lírica

Aquel EP de Golpes Bajos contenía cuatro canciones inolvidables, todas ellas himnos de la Movida, dos de cuyos títulos podrían convertirse hoy, y hasta el 18 de febrero del 2024, en argumentos

Alfonso Rueda durante el rodaje del anuncio navideño del PP

Alfonso Rueda durante el rodaje del anuncio navideño del PP

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Corría el año 1983 y una voz tenue y griposa firmó una de las canciones emblemáticas de aquellos correosos tiempos. Con el inolvidable nombre y título de Golpes Bajos, cuatro de Vigo comandados por un henchido de gracia Coppini, Germán, y el talentoso Cardalda, Teo, compusieron un EP antológico. Momento es ya de desempolvar lo que nunca tuvo polvo, un título de Bertolt Brecht recauchutado sostenido en sonido y letra imperecederos.

El azul del mar inunda mis ojos

Contradiciendo al mismísimo Loquillo, nada de camión, en autobús, en ruta; a la Rueda, Alfonso. Suben peperos relevantes con jersey navideño en azul después de haber torcido, pero solo un poquito, a la derecha, no mucho, cómo no, tomando camino por el centro. Guiños inteligentes para sabedores del itinerario dictado desde Génova. En el cruce por la calzada, inevitable efigie de Feijóo, el padre que se fue a por tabaco pero que vuelve, eso sí, no ya por Navidad si no para Carnavales. Rueda, sigue conduciendo por Galicia, estando en todo, aprendido del padre en el recuerdo, con sintonía del Combo Dominicano. En el autobús caben todos (y todas, pocas, aunque, eso por supuesto, ningún tode); no suben ni Rajoy ni una caricatura de la ya caricatura Puigdemont; Ayuso, cameo ausente, pero siempre presente, sigue vendiendo su fruta ya en régimen de franquicia. El conductor, descamisado como un peronista de pro, no para y vuelto ya a enfundarse en jersey navideño, quizás por el frío que pueda hacer al final del invierno, hasta febrero, nos desea Bo Nadal e mellor 2024. Deixa a ver! Falta un Zahera que le haga el reflejo a Rueda. ¿Quizás César Cambeiro?

El aroma de las flores me envuelve

Viches, pro ano eleccións galegas”, principia Ana Pontón una supuesta felicitación navideña desentrañada sólo por la decoración; por si se nos había olvidado en este Nadal del presente. Pareja joven, con apariencia de una normalidad propia de la época de la canción de Coppini y Cardalda, con mesón al uso, todo muy siglo veinte. Anuncio de un futuro en el posterior veintiuno, ¡una mujer presidenta, y en Galicia!, pero con estética ochentera. Gracias al futuro sugerido, la prospectiva del 2024 mejora, al menos en la vestimenta, más actual, como de los noventa. Y, en noviembre, ya vestidos de “efecto 2000”, un “Cuéntame” gallego. Adelantando un año, en la Navidad del 2024, miles de Pontonas aparecerán en las tabernas con atuendo monjil, también jersey y azul, claramente tejido en casa, nada de la estética Zara de los populares, para convidarnos a una infusión; suponemos, para tranquilizar, que será una tila. Cercanía de barra de bar, y ya finalizando, parece que es tiempo de ilusión y, sobre todo, de confiar. Confiaremos, sí, pero ¿en qué?

Contra las rocas se estrellan mis enojos

Opción marronete para la estética lucense, color de tierra, como muy de campo, pero con aire chic. Cómo no, de fondo, desvaído lucerío de mercadillo, pero fino, con gente que va y viene. Chaqueta tweed y cuello vuelto, que es el formalismo predicado desde Moncloa. Y altura, sobre todo de miras, lo mejor de lo mejor del mundo. Parquedad, estilo sobrio y contenido, mandíbula relajada y mirada al frente. Caminando, como se recomendó en la última convención con asistencia de la incoherencia hecha líder, siempre adelante; porque ahora, camiña Galicia. Sin duda, “é o noso momento”, nos oferta Besteiro sin aclarar a quién se refiere el nosotros. Como aquel chiste, ya antiguo, pero aún ocurrente, de Farruco cuando decía: en una romería se acerca un argentino a una chica gallega y le dice: “¿Querés bailar con nós?”, a lo que ella responde, “e logo vos, ¿cántos sodes?”. La izquierda, como es su naturaleza, siempre dividida para tener que pactar, sobre todo, inevitablemente, la soñada presidencia.

Podemos y Sumar no gastan condescendientes e ideológicos parabens navideños; bastante tienen con arreglar lo suyo, que eso de la caridad cristiana no va con ellos. Esperemos para el Entroido sus eslóganes o mejor, proclamas, que eso de los jingles es muy americano. A los de Abascal, siempre en contra de Castelao, Nunca en Galiza; ni están ni se les espera.

Aquel EP de Golpes Bajos contenía cuatro canciones inolvidables, todas ellas himnos de La Movida, dos de cuyos títulos podrían convertirse hoy, y hasta el 18 de febrero del 2024, en argumentos: “No mires a los ojos de la gente” (me dan miedo, mienten siempre) y “Tendré que salir algún día” (el futuro es ya, quien algo quiere algo le cuesta). Marca gallega, Coppini & Cardalda.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

7 comentarios en “Malos tiempos para la lírica

  1. ¡En su salsa, oiga! Solo falta una sugerencia final, si acaso: «Si no está del todo a su gusto, se recomienda aderezar con vitriolo…». Por momentos se me antoja un relato propio de un film de Wim Wenders. ¿Será verdad eso de ‘Galicia, sitio distinto’ o no? Un saludo desde Cierzópolis.

  2. ¡Todo un privilegio poder contar con el comentario de Miguel Bertojo, histórico del periodismo, actualmente en un exilio voluntario donde los maños! Pues si, como un dueto propio de la época, hay que revitalizar a Vitriolo y Salfumán para poder afrontar todo lo que nos queda hasta el 18 de febrero del año 2024. Mucho ánimo para sobrellevarlo… Hay quien dice que son tan malos tiempos, que ni lirica

  3. Pues, querido Miguel, parece que el asunto se presenta complejo, tirando a complicado y un tanto eclesiástico. Tendrán que ejercer las virtudes, cada una en su caso. Para las Teologales, el BNG ejercitará la Fe (de esta, vai!), el PSdG la Esperanza (A ver si nos amnistían!) y el PP la Caridad (porfa, porfa, porfa…). Las menores, las cardinales, las pondrán en marcha los más pequeños: SUMAR, la Prudencia (A ver si…), Podemos, la Fortaleza (quien te ha visto y quien te ve… sombra de lo que eras), Democracia Orensana, la Templanza (a pesar de su ¿líder?) y VOX la Justicia (únicamente la divina, vamos!). Todo como muy de capilla y de refectorio, rezar y papar. Por lo tanto, poca responsabilidad y menos compromiso veo; sólo defensa de lo propio

Deja una respuesta