Los empresarios seguiremos trabajando por una Galicia mejor

La ciudadanía ha votado estabilidad en una jornada en la que Galicia ha vuelto a apostar mayoritariamente por un gobierno moderado; ante este escenario, los empresarios seguiremos trabajando en la transformación y modernización de nuestra comunidad

Alfonso Rueda celebra la victoria electoral / EP

Alfonso Rueda celebra la victoria electoral / EP

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Galicia abre una nueva etapa tras las elecciones celebradas el pasado 18 de febrero. Los gallegos y gallegas han sido convocados a las urnas para renovar el Parlamento y que éste elija entre sus diputados un presidente, que configure un equipo de gobierno que desde la Xunta de Galicia afronte los retos que tenemos por delante.

La ciudadanía ha votado estabilidad en una jornada presidida por la normalidad democrática, en la que Galicia, ha vuelto a apostar mayoritariamente por un gobierno moderado, que desde la Constitución y el Estatuto de Autonomía trabaje por el bienestar de los gallegos. Pero esta apuesta no es una novedad, sino que se viene repitiendo desde las primeras elecciones autonómicas en 1981.

Desde la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), como organización empresarial, privada e independiente, más representativa en nuestra comunidad autónoma, asumimos el papel institucional que nos asigna la carta magna, en la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales, así como en la representación de los intereses generales del empresariado gallego ante las administraciones públicas y ante los agentes sociales.

Precisamente ese empresariado es la base para la creación de riqueza y empleo: las empresas aportan soluciones y atienden las demandas de la sociedad, generando empleo y desarrollo económico y social. Los empresarios somos facilitadores, colaboradores por excelencia en el diseño e implementación de soluciones tanto en el ámbito privado como en el ámbito de las políticas públicas, en cuyo despliegue participamos activamente.

De modo colectivo, a través de las organizaciones empresariales como la CEG, nos corresponde pues trasladar de modo constante a los grupos políticos con representación en el Parlamento de Galicia las necesidades de las empresas y las medidas adecuadas para atenderlas y así lo hemos hecho antes de las elecciones, reuniéndonos o trasladando formalmente a todos los grupos con representación en la última legislatura y algunos de los que aspiraban a obtener dicha representación, las líneas que el Gobierno saliente debiera tener en consideración para promover una Galicia con más fuerza empresarial y por lo tanto más próspera.

Una vez celebradas las elecciones, es debido agradecer a todos los partidos que han concurrido y especialmente a todas las personas que han integrado las listas, por su esfuerzo y compromiso realizado al servicio de Galicia y que lo seguirán realizando en su mayoría durante los próximos cuatro años.

Una vez conocidos ya los resultados, quiero felicitar al Partido Popular de Galicia y especialmente a su candidato a presidir la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, por el apoyo y confianza que ha obtenido por parte de los gallegos y gallegas, apoyo incontestable y obtenido de modo directo, en las urnas y sin matices, que se ha traducido en que más de la mitad de los diputados del arco parlamentario corresponderán a dicho partido.

Desde la Confederación de Empresarios de Galicia seguiremos trabajando estrechamente, como no podría ser de otra manera, con el nuevo Gobierno, en el diseño, cuando así sea posible y con la implementación de políticas en favor de una Galicia en la que las empresas encuentren un marco cada vez más atractivo para nacer, para producir, para crecer, para generar empleo, para integrarse y en definitiva para construir un país y una sociedad mejor. Es y será nuestro compromiso con las empresas de Galicia promover y exigir a la administración autonómica las políticas y medidas necesarias que lo hagan posible.

Pero además de eso, la CEG estará al lado del gobierno gallego en la defensa de nuestros intereses más allá de las normas y decisiones de nuestro Parlamento autonómico o de las disposiciones y medidas de los diferentes departamentos de la Xunta de Galicia. Trabajaremos, como lo hemos hecho hasta ahora, en cooperación con el nuevo gobierno en la defensa de los intereses y necesidades de Galicia en el ámbito estatal y también en el ámbito de la Unión Europea.

Seguiremos exigiendo el cumplimiento de los compromisos asumidos con Galicia en diferentes ámbitos, como el de las infraestructuras de transporte o el apoyo, agilización administrativa y financiación de los proyectos industriales estratégicos para nuestra comunidad que desde el Gobierno de España deben atender.

Galicia no puede ser menos que ningún otro territorio del Estado y en esa batalla siempre podrán contar con nosotros.

El presente siempre es el momento más intenso: el ahora

Huelga decir que vivimos un momento excepcional, porque lo es y porque eran impredecibles hace 6 ó 7 años muchas de las cuestiones y circunstancias que hoy condicionan nuestras decisiones, pero no menos importante es abordar el inmediato futuro, el mañana y en particular lo que esperamos para este año 2024 y para los sucesivos.

La economía gallega en 2024 se enfrenta a un escenario incierto presidido por velocidades inéditas. Aun así, las previsiones indican que Galicia será la tercera comunidad autónoma en la que más crezca el PIB en 2024, situándonos como la sexta economía de España. Creceremos por encima de la media de la UE y de España, en el entorno del 2%. Se espera una mejora en torno al 1,5% del consumo privado y una reducción de la tasa de paro del 9,7% al 9,4% en Galicia para 2024.

Sin embargo, ello no debe impedirnos ver las necesidades a medio y largo plazo.  Galicia debe pisar el acelerador en la transformación de su modelo productivo. Optimizar el aprovechamiento de los fondos europeos que cuentan hasta 2026 con un presupuesto inédito. Ello pasa por la agilización y articulación de dichos fondos por el Estado y por permitir un mayor protagonismo a las comunidades autónomas en su gestión: ahí debe estar Galicia.

Pero además es preciso atender cuestiones que pueden condicionar nuestro desarrollo futuro, como la pérdida de población y envejecimiento: desde 2008, hemos perdido 93.705 habitantes. Sin personas no podemos desarrollar proyectos empresariales y por lo tanto no hay desarrollo económico y social.

Otro aspecto para abordar es el del desempleo y las vacantes. Pese a que seguimos en una tasa de desempleo superior al 11%, no somos capaces de cubrir miles de ofertas de empleo. Hay un desajuste entre la oferta y la demanda. Hay un desajuste entre la formación de las personas y las necesidades de las empresas.

En tercer lugar, es preciso tener en cuenta la situación geográfica e infraestructuras: Galicia está situada donde está. Eso no podemos ni queremos cambiarlo. Lo que sí queremos es conseguir de una vez por todas las infraestructuras necesarias para que nuestro territorio sea atractivo para nuevos proyectos, para inversores y empresas y sea competitivo para los que ya estamos aquí.

Finalmente, es necesario considerar que nuestra comunidad es eminentemente rural. No podemos ni debemos renunciar a ello. Por eso es fundamental aprovechar y poner en valor los recursos naturales: la madera, biomasa, el agro, la ganadería, el agua, el viento, los minerales, pero también nuestro patrimonio natural y cultural… Su puesta en valor será clave para la dinamización de la Galicia rural y para el asentamiento de la población.

En todos estos retos y en abordar los problemas y desafíos específicos que de modo constante trasladamos al Gobierno gallego en nombre de las empresas, tendrán a la CEG y a su presidente a la cabeza, para trabajar por una Galicia mejor.

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