Las empresas serán capitales, gobierne quien gobierne tras el 18-F
Los empresarios aspiramos a contar con un Gobierno comprometido con Galicia y exigente en España y Europa en la defensa de nuestros intereses, especialmente en los que nos afectan de modo particular: sectores agrícola o mar-industria, desarrollo de las infraestructuras de transporte, energía y desarrollo industrial
El nuevo Gobierno que salga de las elecciones de este domingo, en Galicia, debe ser sensible a las necesidades de las empresas y consciente del papel capital que juegan en la generación de riqueza y empleo. Desde la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) consideramos que las empresas deben ser parte activa en los procesos de análisis y toma de decisiones que afectan a nuestra actividad, como pilar fundamental para la formación de un ecosistema incentivador de inversiones y para evitar ver comprometida la competitividad y con ello el crecimiento económico de Galicia.
Son muchos los motivos de preocupación a atender para no lastrar el desarrollo de Galicia: una desaceleración de la actividad económica; el incremento de los costes laborales, financieros y de producción; además de los importantes retos que se derivan de la reindustrialización y transformación de modelo productivo que estamos acometiendo…
El nuevo gobierno autonómico gallego deberá poner en marcha políticas favorables a la creación de nuevas empresas; así como el dimensionamiento de las ya existentes, para avanzar hacia el 20% del PIB industrial como objetivo de país.
Desde la CEG le pediremos que apueste, definitivamente y sin condiciones, por la plena igualdad de trato de nuestra comunidad en el ámbito estatal. Es necesario que se dé un tratamiento justo en el sistema de financiación autonómico, en el acceso a los fondos europeos y en el desarrollo de las infraestructuras necesarias para la vertebración con la Península Ibérica y con Europa.
Aspiramos a contar con un Gobierno comprometido con Galicia y exigente en España y Europa en la defensa de nuestros intereses, especialmente en los que nos afectan de modo particular, como los del sector agrícola o del sector mar industria, el desarrollo de las infraestructuras de transporte, la energía y el desarrollo industrial de Galicia.
Los empresarios en Galicia buscamos un respaldo significativo en términos de inversión en vivienda, empleo y programas de inclusión social. Exigimos medidas para facilitar el inicio y mejora de negocios, proporcionando apoyo especialmente a los nuevos emprendedores. Buscamos un enfoque en el desarrollo sostenible, evidenciado por el liderazgo de Galicia en el proyecto Green Spain y demandamos regulaciones claras y previsibles, con consideración a factores como el marco regulatorio y tasas de cambio.
El empresariado gallego enfrenta desafíos cruciales con elecciones y con una coyuntura económica compleja. Ante el proceso electoral, insisto, se exige un marco político estable para inspirar confianza y facilitar la toma de decisiones empresariales. La situación inflacionaria preocupa. Se requieren políticas que mitiguen sus impactos en costes y precios empresariales; un ambiente propicio para la inversión; flexibilidad y estrategias que permitan a las empresas adaptarse a los conflictos internacionales y mantener la competitividad.
Son muchas las cuestiones que tenemos encima de la mesa y que ciertamente deberían ser prioridad los próximos años en Galicia. Enumeraré algunas, como el reto demográfico y el reto de las vacantes.
Debemos establecer medidas que eviten la permanencia en las listas de desempleo de aquellas personas que no tienen interés en mejorar su empleabilidad. Mejorar la intermediación de los servicios de empleo y apoyar programas que favorezcan el reemplazo generacional, principalmente en aquellas ocupaciones y oficios donde no hay personas formadas; así como captar el talento de personas de terceros países con las capacidades que necesitamos. Por otro lado, es necesario contar con un sistema de infraestructuras adecuado en Galicia, es una condición fundamental para la competitividad de nuestras empresas y para el desarrollo económico y social de nuestro territorio.
Los gobiernos han de contar con los empresarios, como parte directamente afectada por las infraestructuras de transporte tanto en calidad de usuarios como de operadores, será clave para la planificación e identificación de necesidades.
Es imprescindible asegurar las partidas necesarias para abordar las infraestructuras pendientes en los plazos previstos, pero también que se ejecuten efectivamente los presupuestos, pues de nada sirve su incorporación al presupuesto si finalmente no se ejecutan, como ha ocurrido durante muchos años. Además de poner en valor las infraestructuras ya existentes y su adecuado mantenimiento y modernización.
En cuanto a la transición energética y el cambio del modelo productivo, no serán posibles sin sentar las bases de la colaboración entre las diferentes administraciones y la agilización en las tramitaciones de proyectos. Sin agilizar trámites, ajustar los plazos de los procedimientos y regular de forma clara y estable no se evitarán las paralizaciones ni las demoras en los proyectos, que derivan en importantes pérdidas que lastran el desarrollo económico de Galicia.
El Gobierno tiene que garantizar el acompasar el ritmo de la descarbonización al del resto de territorios para no perder competitividad como consecuencia de condiciones menos restrictivas en otros países o regiones, con calendarios realistas y exigencias que no ahoguen la actividad empresarial, sin perder de vista los objetivos climáticos fijados.
Si, por otro lado, hablamos del sector mar-industria y de su puesta en valor y el peso que tiene en nuestra economía, tenemos que continuar trasladando al Gobierno central la necesidad de introducir una reducción del IVA de los productos pesqueros y sus derivados.
Defender los intereses gallegos en relación con la normativa reguladora de costas y ordenación del litoral. Instar al Gobierno central a la puesta en marcha de un PERTE específico para la industria de la transformación de los productos pesqueros. Y poner a disposición la financiación necesaria para acometer la transición energética de los buques y su adaptación al uso de nuevas fuentes de energía y trasladar al Gobierno central y a las instancias europeas correspondientes esta necesitad.
La innovación y el conocimiento son cruciales para mantener la competitividad y productividad de las empresas gallegas. Las diferentes dificultades identificadas, como el elevado coste de la innovación, la necesidad de mayor financiación, la mejora de la fiscalidad de la I+D+i o la falta de profesionales, condicionan la práctica de los procesos de innovación.
La falta de personal cualificado es una preocupación de las empresas, por lo que es fundamental promover la reforma del modelo actual de formación para el empleo, transitando a un modelo que atienda las necesidades de formación del tejido empresarial.
Las empresas son la fuente primordial de generación de riqueza y empleo, por ello no debemos descuidar la adopción de medidas necesarias para fomentar la cultura emprendedora y para facilitar la puesta en marcha de iniciativas empresariales. Agilizar y simplificar la tramitación administrativa necesaria para poner en marcha un negocio.
Entre el empresariado gallego existe una gran preocupación ante la desaceleración de la actividad económica y los incrementos de los costes laborales, financieros y de producción, lo cual supone un riesgo para el mercado de trabajo y la economía en general.
Resulta esencial impulsar la actividad económica, el crecimiento y la generación sostenida de empleo. Esto debe hacerse respaldando a las empresas en este entorno de incertidumbre, evitando que cualquier medida adoptada introduzca rigideces y costes adicionales que puedan frenar el ya amenazado ritmo de creación de empleo.
El incremento del SMI y medidas como la reducción de jornada originan un incremento de costes empresariales, y una afectación grave al sistema de relaciones laborales, basado en el diálogo social y la negociación colectiva.
En este apartado, no debemos olvidar el absentismo laboral por ITCC está suponiendo un gravísimo problema para una gran parte de los sectores empresariales.
Es necesario fortalecer y poner en valor el Diálogo social tripartito para realizar un trabajo permanente de propuesta de medidas, de evaluación de impacto y resultados y modificación de estas o proposición de nuevas medidas en función de la evolución socioeconómica de Galicia.
La fiscalidad supone un importante factor que afecta directamente a la competitividad, tamaño y supervivencia de las empresas y debería facilitar su continuidad mediante medidas que no afecten a su liquidez. Por ello, proponemos un sistema fiscal más simplificado, que evite la deslocalización hacia regiones con una fiscalidad más beneficiosa y que también atraiga inversores. Será imprescindible aliviar la presión fiscal que padecen los hogares y las empresas.
La internacionalización de las empresas gallegas se encuentra en un momento clave de evolución y desarrollo estratégico. Impulsar la presencia en mercados clave mediante embajadas comerciales y la dotación de suelo industrial suficiente a un precio y calidades en parámetros idóneos, con una tramitación ágil.
Es necesario adoptar las medidas oportunas para el establecimiento de un sistema que permita considerar las variaciones que puedan poner en riesgo la ejecución de cualquier contrato público. Eliminar la imposibilidad de realizar una revisión de precios.
La próxima convocatoria electoral se celebrará precisamente en un ejercicio contable en el que conviven los dos marcos financieros en vigor, el de 2014-2020 que vivirá su año de cierre, y el de 2021-2027. Acompasar ambas circunstancias multiplicando los esfuerzos necesarios que permitan armonizar y complementar las acciones y proyectos ejecutados o en fase de ejecución con las futuras iniciativas.
Diseñar planes de ejecución de los programas de la política de cohesión en estrecha complementariedad con el PRTR español y la adenda recientemente aprobada que traerá consigo 27 medidas adicionales: 20 inversiones y 7 reformas que Galicia debe aprovechar.
Facilitar el acceso de entidades financieras que podrán dar apoyo en la gestión de los fondos y flexibilizar las condiciones impuestas en las convocatorias: la adaptación de plazos y la simplificación de los requisitos de participación, serán factores fundamentales para la optimización de los recursos. Porque las empresas juegan un papel capital, gobierne quien gobierne.