La década de los emergentes: Galicia y España frente a una economía en transformación
La última década ha evidenciado el ascenso de los mercados emergentes como motores del crecimiento económico global; para Galicia y España, integrar estrategias que fomenten la colaboración con estas economías y adapten sus estructuras productivas y comerciales será determinante para aprovechar las oportunidades que ofrece este nuevo panorama económico
El mundo está atravesando una década de cambios vertiginosos, marcada por el ascenso de mercados emergentes y la aparición de nuevas formas de producir. Esta “década de los emergentes” plantea enormes desafíos y oportunidades para Galicia y España. Desde la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), observamos con atención cómo estos cambios están impactando en nuestra economía regional y nacional, destacando sectores clave como la industria agroalimentaria, la pesca, la energía, y la tecnología.
En el ámbito global, los mercados emergentes como China, India, Brasil y el sudeste asiático han pasado de ser meros centros de producción a convertirse en actores clave del consumo y la innovación. Su crecimiento económico y demográfico ha transformado la economía mundial, desplazando el eje tradicional dominado por Europa y Estados Unidos. Estas economías no solo demandan más bienes, sino que también están redefiniendo las cadenas de suministro globales mediante innovaciones tecnológicas y nuevos modelos de producción.
En la última década, los mercados emergentes han experimentado un crecimiento económico significativo, consolidándose como actores clave en la economía global. Según el Banco Mundial, se espera que las economías emergentes crezcan un 4,1% en 2025 y un 4,0% en 2026, superando el crecimiento de las economías avanzadas, que se proyecta en 1,7% y 1,8% respectivamente para los mismos años.
Para Galicia y España, esto representa una doble oportunidad: por un lado, acceder a nuevos mercados y, por otro, integrarse en las nuevas cadenas de valor globales. Sin embargo, también implica la necesidad de adaptarnos rápidamente a un entorno competitivo y tecnológico en constante cambio.
Galicia tiene una economía diversificada, pero con pilares muy definidos que deben ser potenciados para competir en este nuevo escenario.
El sector agroalimentario gallego, conocido por la calidad de sus productos, desde los vinos de denominación de origen hasta los lácteos y conservas, está en una posición única para capitalizar las tendencias globales hacia alimentos sostenibles y de alta calidad. Los mercados emergentes están demandando productos diferenciados y saludables, ofreciendo una gran oportunidad para las empresas gallegas.
No obstante, esto requiere inversión en tecnología, desde la agricultura de precisión hasta sistemas avanzados de logística y trazabilidad. Además, es crucial fomentar la colaboración entre pequeñas empresas para acceder a mercados globales y promover el reconocimiento internacional de nuestras marcas.
Galicia es un referente mundial en pesca y acuicultura, sectores que enfrentan desafíos como el cambio climático, la regulación medioambiental y la competencia internacional. La innovación en tecnologías de pesca sostenible y la diversificación hacia la acuicultura de alta tecnología son fundamentales para mantener nuestro liderazgo.
Empresas, gobiernos y sociedad deben trabajar juntos para transformar los desafíos en oportunidades
Al mismo tiempo, es crucial abrir nuevos mercados para productos del mar gallegos, especialmente en Asia y América Latina, donde la demanda de alimentos marinos está creciendo rápidamente.
Galicia tiene un enorme potencial en energías renovables, especialmente en eólica y biomasa. La transición energética mundial hacia fuentes limpias es una oportunidad estratégica para nuestras empresas. El desarrollo de parques eólicos marinos y la inversión en tecnologías de almacenamiento energético podrían situar a Galicia como un líder en energías limpias.
La integración en las cadenas de valor globales de energías renovables también abre puertas a colaboraciones internacionales, desde la investigación y desarrollo hasta la exportación de tecnología.
La digitalización es un motor transversal de transformación. Galicia, con su creciente ecosistema tecnológico, debe acelerar la adopción de tecnologías como inteligencia artificial, IoT y blockchain para modernizar sectores tradicionales y crear nuevas áreas de negocio. La colaboración entre empresas tecnológicas y otros sectores puede ser un catalizador clave para la competitividad.
A pesar de las oportunidades, Galicia y España enfrentan varios desafíos estructurales que deben ser abordados para aprovechar plenamente esta “década de los emergentes”.
El acceso a talento cualificado es fundamental. Galicia necesita reforzar su sistema educativo y de formación profesional para alinearlo con las demandas del mercado laboral global. Programas que fomenten las STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y la colaboración universidad-empresa son esenciales.
La mejora de las infraestructuras logísticas y digitales es crucial. Puertos como el de Vigo y A Coruña deben ser modernizados para facilitar el comercio internacional, mientras que la conectividad digital de alta velocidad debe llegar a todas las áreas de la región.
El acceso a financiación para innovación y expansión internacional sigue siendo un obstáculo para muchas pymes gallegas. Programas de apoyo financiero, tanto a nivel regional como nacional, son imprescindibles para fomentar la inversión en nuevos mercados y tecnologías.
Galicia tiene los recursos, el talento y la capacidad de innovación necesarios, para liderar en esta nueva era económica
Las crecientes exigencias en sostenibilidad requieren una adaptación rápida de las empresas gallegas. Esto incluye cumplir con regulaciones medioambientales internacionales y adoptar prácticas empresariales responsables.
En el marco de España, Galicia debe reforzar su posición como un motor de desarrollo económico regional, alineando sus esfuerzos con las estrategias nacionales y europeas. La participación en programas como los fondos Next Generation EU es clave para financiar proyectos que impulsen la digitalización, la transición verde y la innovación.
A nivel internacional, las empresas gallegas deben adoptar una mentalidad global, buscando alianzas estratégicas y explorando mercados emergentes con alto potencial de crecimiento. La colaboración con organismos como las cámaras de comercio y las oficinas comerciales de España en el extranjero puede ser un recurso valioso.
Este dinamismo ha llevado a un aumento en la inversión extranjera en países como España. Un ejemplo destacado es la creciente inversión de empresas chinas en sectores estratégicos como la automoción, energías renovables y logística. Estas inversiones no solo fortalecen la economía española, sino que también posicionan al país como un puente para que las empresas chinas accedan al mercado europeo bajo la etiqueta «Made in Europe».
Para Galicia, esta tendencia global presenta oportunidades y desafíos. La región ha comenzado a ganar presencia en mercados emergentes significativos. Más de 750 empresas gallegas exportan actualmente a países como Brasil, China, India y Rusia, generando un volumen de negocio de aproximadamente 420 millones de euros.
Sin embargo, para capitalizar plenamente estas oportunidades, es crucial que Galicia aborde ciertos desafíos estructurales. La mejora de las infraestructuras logísticas y digitales, la inversión en innovación y tecnología, y la formación de talento cualificado son aspectos fundamentales para fortalecer la competitividad de la región en el contexto de los mercados emergentes.
En resumen, la última década ha evidenciado el ascenso de los mercados emergentes como motores del crecimiento económico global. Para Galicia y España, integrar estrategias que fomenten la colaboración con estas economías y adapten sus estructuras productivas y comerciales será determinante para aprovechar las oportunidades que ofrece este nuevo panorama económico.
Por lo tanto, se presenta un horizonte lleno de posibilidades. Desde la Confederación de Empresarios de Galicia, hacemos un llamado a la acción colectiva: empresas, gobiernos y sociedad deben trabajar juntos para transformar los desafíos en oportunidades.
Galicia tiene los recursos, el talento y la capacidad de innovación necesarios, para liderar en esta nueva era económica. Pero el éxito dependerá de nuestra agilidad para adaptarnos, nuestra visión para invertir en el futuro y nuestra determinación para competir en un mundo cada vez más interconectado y desafiante.