España, Galicia y la Sheinbaum
Los empresarios españoles en general, y los de Galicia en particular, afrontan con incertidumbre la nueva etapa que se abre en México con la presidencia de Claudia Sheinbaum
Expectación, incertidumbre, preocupación… términos que reflejan el sentir de una gran parte del empresariado español ante la llegada, el próximo día 1 de octubre, de Claudia Sheinbaum a la Presidencia de México. De 61 años, doctora en Físicas, formada en la UNAM y Berkeley, nadie duda de su brillantez intelectual y de su larga experiencia en el mundo de la política. Durante seis años fue jefa de Gobierno del antiguo Distrito Federal, hoy Ciudad de México, y llegó a este puesto después de un largo período como asesora en diferentes temas con el ahora presidente saliente, López Obrador, AMLO como se le conoce en su país.
Su actitud hacia España es continuista con la de López Obrador: reiteró recientemente que está esperando las disculpas por lo que considera “los abusos cometidos durante la conquista” hace 500 años
Del análisis de sus discursos, de sus declaraciones durante la campaña electoral y de algunas de las entrevistas publicadas, entiendo la incertidumbre y preocupación que genera su figura. Sheinbaum ha trabajo la proyección de una imagen de mujer modesta, feminista, con una narrativa política que ha evitado en todo momento las grandes declaraciones y la búsqueda de titulares, desvelando poco de su futura estrategia, pero dejando muy claro desde el inicio que su política profundizaría y asentaría los principios de López Obrador a través de lo que se denomina la 4T. Oradora serena y prudente, modela sus discursos sin altibajos, resultando a veces cansina y aburrida, y dejando a la interpretación lo que realmente está pensando hacer en los temas importantes para el futuro de México.
Su actitud hacia España es continuista con la de López Obrador: reiteró recientemente que está esperando las disculpas por lo que considera “los abusos cometidos durante la conquista” hace 500 años. Y no ha comentado nada sobre la curiosa situación en la que se encuentran las relaciones entre los dos países; recordemos que en 2022 AMLO anunció una “pausa” en las relaciones diplomáticas. “Pausa” que, hasta lo que yo sé, sigue vigente.
Creo que para España en general, y Galicia en particular, se abre una etapa difícil con su liderazgo, aunque sí me transmiten líderes empresariales con intereses en ese país que el cambio profundo se produjo con la llegada de López Obrador. “Creemos que ahora se redefinirá la relación del Gobierno con el sector privado, y eso no debería perjudicarnos”.
Huelga destacar la importancia que tiene el país norteamericano para los intereses de España: nuestro país es el segundo inversor en México después de Estados Unidos; el primer destino de las exportaciones a Hispanoamérica, y son más de 7.000 las empresas de capital español registradas en ese país. Y si hablamos de Galicia, en 2023 las exportaciones de nuestra comunidad se acercaron a los 350 millones de euros, además de la importante presencia en suelo mexicano de firmas de los sectores de la moda, las TIC, el naval o las infraestructuras. Y a esto, sumémosle que para muchas empresas españolas es el puente natural para acceder al mercado de Estados Unidos.
Todo indica que a partir del 1 de octubre se abrirá una etapa complicada. Una etapa en la que también las élites económicas de México deberán adaptarse a un nuevo entorno que busca romper el ancestral sistema que ha generado los tres males endémicos de este país: la pobreza, la desigualdad y la corrupción.
México es un gran país, pero difícil de entender. He tenido la suerte de vivir allí una década, y la mejor definición para describirlo la hizo Carlos Fuentes: “México no se explica; en México se cree, con furia, con pasión, con desaliento”.