El transporte y la brecha digital
La mayoría de las empresas del sector de transporte terrestre español aún ve la tecnología como un gasto y no como una inversión
Como empresario y tecnólogo con años de experiencia, he sido testigo de la metamorfosis que la digitalización ha traído a diversas industrias, cambiando la forma en que operamos y ofrecemos valor al cliente. Pero es lamentable observar cómo el sector del transporte en España, una industria con un potencial gigantesco, parece atascada en el pasado, encadenada por la brecha digital.
Con 165.575 empresas en el sector del transporte terrestre español, resulta alarmante que la mayoría aún ve la tecnología como un gasto y no como una inversión. Estas empresas, que aún confían en herramientas tradicionales como el correo electrónico, el teléfono y Excel, enfrentan barreras hacia la digitalización debido a un conocimiento limitado y una formación insuficiente. Pero ¿cómo puede el sector esperar competir en un mercado global cuando las herramientas que utilizan no están a la altura de los desafíos actuales?
La percepción errónea de la tecnología como un gasto adicional en lugar de una inversión estratégica es una de las principales barreras. La resistencia a lo desconocido también contribuye. La adaptación a nuevas tecnologías puede parecer intimidante al principio, pero el riesgo de quedarse atrás es mucho mayor. Cada herramienta o software no adoptado representa una oportunidad perdida, un potencial sin aprovechar.
Mike Cuingnet, CEO de Tennders, apuntaba a que alrededor del 30% del tiempo de un operador logístico se destina a tareas administrativas, muchas de las cuales podrían automatizarse o mejorarse con la tecnología adecuada. Cuando el sector está ocupado en «papeleo» y métodos arcaicos, se pierde tiempo y recursos valiosos.
La adaptación a nuevas tecnologías puede parecer intimidante al principio, pero el riesgo de quedarse atrás es mucho mayor
Desgraciadamente, cuando las empresas de transporte sienten la presión de competir, especialmente contra otros que ya han adoptado soluciones digitales, la respuesta de muchas empresas españolas es simplemente reducir los precios. Esta táctica, si bien puede parecer una solución a corto plazo, en realidad erosiona el valor, compromete la calidad del servicio y amenaza la sostenibilidad a largo plazo. En lugar de invertir en tecnología para mejorar la eficiencia y ofrecer mejores servicios, se inicia una peligrosa espiral descendente de recortes que amenaza la integridad del sector.
Haciendo eco al informe del Banco Europeo de Inversiones, sólo el 34% de las pymes españolas planean invertir en digitalización en los próximos tres años. En un mundo que avanza rápidamente, donde cada industria está siendo revolucionada por la tecnología, este porcentaje no sólo es insuficiente, es alarmante.
Insto a las empresas del sector del transporte en España a cambiar este enfoque. Es crucial reconocer la importancia de la tecnología no como un lujo, sino como la herramienta esencial que es. Es hora de superar el miedo y enfrentar la digitalización con confianza, de capacitar a nuestro personal y de centrarse en la calidad por encima del precio. Porque sólo a través de la innovación y la adaptación podremos evitar la brecha digital y asegurar un futuro próspero para el sector del transporte en España. Señores del sector ha llegado la hora de tecnologizarse o morir.