El punto de inflexión de la Investigación

A la vista de la situación general y de la particular del país, Galicia debe focalizar su acción investigadora en los ámbitos agroganadero, pesquero, climático y medioambiental y energético, ya que se encuentran en una transición evidente y su repercusión para el futuro del país se revela totalmente crítica

Una científica química trabaja en el Laboratorio de Investigación en Litiasis Renal.

Una científica química trabaja en el Laboratorio de Investigación en Litiasis Renal. EFE / Atienza

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No resulta fácil adaptarse al ritmo de cambio que está experimentando el mundo. Cada varios meses, uno siente que hasta los equilibrios que parecían más perennes vayan a saltar por los aires. A los desafíos brutales del cambio climático se suman unos conflictos internacionales que nadie, o muy pocos, previeron. En tal época de aparente caos, unos territorios ganarán y otros perderán; unos saldrán más prósperos y otros más depauperados. No es difícil vislumbrar que uno de los factores que inclinará la balanza hacia un lado o el otro será la inversión en Ciencia e Investigación, auténtica piedra angular de la supervivencia y el futuro de las naciones.

Las elecciones gallegas de 2024 obligarán a un posicionamiento en este aspecto. Sería deseable que los partidos contendientes expusieran sus planes para la Ciencia y la Investigación del país. La inversión actual en I+D de Galicia está por debajo de la media española; en realidad, siempre estuvo. A su vez, la inversión de España se encuentra por debajo de la media europea mientras que la Unión Europea se sitúa por detrás de las principales potencias mundiales. Esto coloca a Galicia en una posición de inferioridad manifiesta que solo una actuación decidida y visionaria podrá compensar en los próximos años.

Investigación de alcance local

La Investigación se puede clasificar de muchas formas, pero la distinción entre alcance local y global me parece especialmente relevante en estos momentos. Mientras que la Investigación de alcance global depende de las capacidades e incluso voluntades de la comunidad científica -en Galicia, esencialmente las Universidades-, la Investigación de alcance local representa el ámbito donde nos jugamos buena parte del futuro económico. Mientras que en la investigación de alcance global, Galicia puede aspirar como mucho a ser un agente participante con mayor o menor involucración, es en la investigación de alcance local donde los efectos serán más directos y cercanos.

A la vista de la situación general y de la particular del país, Galicia debe focalizar su acción investigadora en los ámbitos agroganadero, pesquero, climático y medioambiental y energético. Estos sectores se encuentran en una transición evidente y su repercusión para el futuro del país se revela totalmente crítica. Hablamos de inyectar capitales y recursos para el cultivo en las mejores condiciones de cereales, hortalizas, oleaginosas, legumbres, árboles frutales, otras frutas, olivas y frutos secos; para la pervivencia sostenible de las cabañas bovina, ovina y caprina, porcina, avicultura; para las capturas compatibles con la conservación del pescado blanco, azul y túnidos, de la acuicultura extensiva e intensiva, y del marisqueo tanto de moluscos, crustáceos o cefalópodos. En todos los casos, la investigación debe buscar la garantía de sostenibilidad de las especies, de las tierras y de los mares, en condiciones óptimas de conservación, calidad y productividad. Estos objetivos solo se lograrán con más y mejor Investigación.

La investigación debe instrumentalizarse en buena parte en la aplicación del big data y la inteligencia artificial aplicada al estado de los suelos y acuíferos; a las condiciones climáticas y meteorológicas; a la selección de especies y variantes; a la gestión del crecimiento, las cosechas y el almacenamiento; a la capacidad para la combinación y alternancia de cultivos; a la aplicación de técnicas de agricultura regenerativas; a la gestión de los inputs y al tratamiento de los residuos; a la relación óptima entre los eslabones de la cadena productiva; a la resistencia a la sequía y a condiciones meteorológicas extremas; a la prevención y tratamiento ante posibles plagas; a la suficiencia y eficiencia energética; a la captación autónoma de recursos hídricos y a la gestión circular de los mismos; a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. En resumen, a tantos y tan complejos objetivos que serían imposible de cumplir sin una planificación ambiciosa y capaz de Ciencia e Investigación en Galicia. 

Compromiso con el futuro

Aunque la plácida puesta en escena diaria del gobierno gallego no lo haga sospechar, la realidad es que nos encontramos en un momento crucial de nuestra historia. Para evitar quedar definitivamente rezagados en el terreno económico, debemos abrazar una política de Investigación audaz y ambiciosa. Es imperativo potenciar los centros de investigación existentes y, posiblemente, crear otros debidamente financiados. Esto permitirá que Galicia diseñe y ejecute políticas esenciales para la economía gallega tanto en el presente como en el futuro.

La manera en que los diferentes partidos y coaliciones aborden este asunto crucial dirá mucho sobre su compromiso real con el porvenir del país. Galicia se encuentra en un momento crítico, y la inversión en Ciencia e Investigación es la clave para un futuro económico próspero y sostenible. La decisión es nuestra y debemos tomarla con visión y audacia.

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