El liderazgo emocional de Carlos Torres
El presidente de BBVA considera que el logro de cualquier acción que emprendamos dependerá de la confianza mutua en el equipo y de cómo se gestiona uno a sí mismo.
“El éxito está enormemente sobrevalorado”. Carlos Torres, presidente de BBVA desde hace algo más de cinco años, hacía este comentario en una de las cápsulas audiovisuales que el banco que preside emite cada cierto tiempo, y que se han convertido en una potentísima herramienta de comunicación vinculada con uno de los ejes estratégicos de la entidad: el fomento de la educación y de la ciencia.
Para este gallego nacido en Salamanca, el éxito que ahora reconoce nuestra sociedad es el que está vinculado con lograr metas, progresar en la vida y extender el reconocimiento. Pero él no lo ve así: “Para mí es hacer lo correcto, ser genuino, no hacer lo que otros consideren más conveniente, sino lo que esté más acorde con tu propósito y con los valores que tienes. En definitiva, el éxito está en el camino, no en el resultado”.
Creo que este autoconocimiento ayuda a explicar la batalla en la que ha metido a la entidad que preside para absorber, por las buenas o por las malas, al Sabadell, el cuarto banco de España.
De las lecturas que a lo largo de los años he venido haciendo entorno a temas de liderazgo, existen varias ideas en las que coinciden todos sus autores: capacidad de adaptación, habilidades comunicativas, inteligencia emocional, empoderamiento de los colaboradores y, una muy especial, autoconocimiento; es decir, la capacidad de gestionarse uno a sí mismo para permitir que aquellos a los que lideras, lideren.
A Carlos Torres se le reconoce la labor de estos años para fortalecer el banco en todos los mercados internacionales en los que opera, pero también se le reprocha su peculiar estilo de gestión. Quizá por esto se entienda poco que, tras el fracaso que cosechó en 2020 cuando intentó absorber al banco catalán, vuelva ahora a intentarlo a pesar del rechazo que ha provocado en el Ejecutivo español y en algunos sectores económicos.
Pero yo analizaría la estrategia de este banquero, hijo de inspector de hacienda y maestra de enseñanzas públicas, desde su propia visión de la vida cuando asegura que el logro de cualquier acción que emprendamos dependerá de la confianza mutua en el equipo y de cómo se gestiona uno a sí mismo.
¿Qué ocurrirá las próximas semanas? Por lo pronto, su estrategia parece que va dando algún resultado: los tres grandes fondos que poseen casi un 11% del banco catalán ya se han manifestado en el sentido de que no les apoyarán en su lucha para no ser absorbidos. Y las autoridades monetarias europeas, aunque no lo han expresado de forma clara, no pondrán trabas a la operación porque ven las concentraciones de forma positiva.
Gestión del miedo, del estrés y de la confianza, herramientas de un buen líder que Carlos Torres hace gala de que las aplica cuando recuerda sus aprendizajes desde su infancia en Budiño, pasando por A Coruña, Bilbao, Madrid, Inglaterra, California… Veremos si la humildad que acompaña el relato con el que está explicando esta operación da los resultados que persigue.