Economía circular y desarrollo sostenible en Galicia

En última instancia, la economía circular no es solo una cuestión de políticas gubernamentales o decisiones empresariales; es un compromiso colectivo para preservar nuestro entorno y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras

Economia circular

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

En un mundo cada vez más consciente de los desafíos medioambientales, la economía circular y el desarrollo sostenible se han convertido en temas cruciales. La economía circular es un enfoque transformador que busca minimizar el desperdicio y maximizar la eficiencia en el uso de recursos. Implica pensar en todo el ciclo de vida de los productos, desde la producción hasta el consumo y la gestión de residuos

Galicia, con su historia industrial y su entorno natural, enfrenta oportunidades y desafíos únicos en este contexto, el cual puede aplicarse a sectores clave, cambiando hacia un modelo más sostenible y resiliente. Por ejemplo en la pesca, a través de una acuicultura sostenible, fomentando prácticas que reduzcan el impacto ambiental y promuevan la salud de los ecosistemas marinos. Aprovechando también más integralmente las capturas, utilizando todas las partes del pescado -no solo las magras- para productos como harina de pescado, aceite y colágeno.

También hay opciones en la agricultura regenerativa, implementando técnicas que restauren la salud del suelo y reduzcan la necesidad de insumos químicos. Lo mismo que en la industria forestal, mediante la gestión sostenible de bosques, promoviendo prácticas que equilibren la extracción de madera con la conservación de la biodiversidad. O impulsando la creación de muebles y materiales a partir de madera reciclada. Todo ello a través de cadenas cortas de suministro, fomentando la venta directa del productor al consumidor, para reducir la huella de transporte.    

Algunos casos de empresas gallegas que han abrazado la economía circular y han cosechado beneficios son la cervecera Estrella Galicia, que ha implementado prácticas de reciclaje y reutilización en su proceso de producción, junto a la reducción de residuos y menor consumo de recursos. O Congalsa, dedicada al procesamiento de alimentos congelados, que ha adoptado medidas para reducir el desperdicio de alimentos y optimizar la cadena de suministro, logrando ahorro de costes, menor impacto ambiental y mayor eficiencia. También Coren, referente en el sector avícola y cárnico, que ha implementado sistemas de gestión de residuos y ha promovido la economía circular en sus granjas, logrando asimismo la reducción de costes, el cumplimiento normativo y la mejora de la sostenibilidad. Lo mismo que Finsa, empresa líder en la fabricación de tableros, que utiliza madera reciclada en su producción y promueve la gestión sostenible de los bosques, consiguiendo una contribución a la conservación forestal y acceso a mercados más conscientes.

En Galicia tenemos un gran potencial para ir hacia la sostenibilidad

Estos ejemplos demuestran que la economía circular no solo es mejor para el planeta, sino también para los resultados empresariales. En Galicia tenemos un gran potencial para ir hacia la sostenibilidad. Aunque en el camino hacia una economía más circular enfrentamos varios obstáculos que requieren atención y acción. Como la falta de información y concienciación pública, cuando la economía circular implica un cambio de paradigma en la forma en que producimos, consumimos y gestionamos los recursos. Sin una comprensión sólida por parte del público, es difícil implementar medidas efectivas, estando la solución en campañas educativas, talleres y programas de sensibilización para informar a la población sobre los beneficios y principios de la economía circular.

También tenemos barreras económicas y de acceso a la financiación. Sobre todo las pequeñas y medianas empresas (pymes) que, a menudo, enfrentan dificultades para acceder a recursos financieros necesarios para adoptar prácticas circulares. Por ello, conviene facilitar el acceso a fondos específicos para proyectos de economía circular, así como asesoramiento financiero para las pymes. Asimismo, está la percepción de costes y beneficios limitados, ya que algunas empresas pueden ver la transición a la economía circular como costosa o con beneficios poco claros, para lo que conviene mostrar casos de éxito y evidenciar los ahorros a largo plazo que provienen de la eficiencia y la reducción de residuos.

Tampoco la colaboración intersectorial es suficiente, cuando la economía circular requiere la cooperación de múltiples actores, incluidas empresas, gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos. Forjar alianzas estratégicas y compartir conocimientos puede acelerar la transición hacia un modelo más sostenible. Para lo que hay que fomentar y compartir buenas prácticas, así como crear redes de colaboración, para abordar desafíos comunes y promover la adopción de economías circulares. La inversión en investigación y desarrollo de tecnologías limpias también resultan fundamentales, así como establecer marcos normativos sólidos que promuevan la economía circular y desarrollen estrategias específicas y metas concretas para guiar esta transición.

Superar estos obstáculos requerirá un esfuerzo conjunto de todos los involucrados. La Estrategia Gallega de Economía Circular 2020-2030 proporciona un marco para abordar estos desafíos y avanzar hacia un modelo más sostenible y eficiente en Galicia. En última instancia, la economía circular no es solo una cuestión de políticas gubernamentales o decisiones empresariales; es un compromiso colectivo para preservar nuestro entorno y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta