Compostela, barrio periférico de A Coruña
La diferencia en el modelo de ciudad de dos enclaves decisivos en Galicia resulta evidente; frente a las propuestas de nueva urbe que anuncia A Coruña, Santiago no parece mostrar un modelo propio de capital, acastillada en un formato que ya la definió como ciudad en el medievo
“Queridos padres:
Recién terminada la larga caminata por el que aquí llaman El Camino Inglés, os escribo a los pies de la catedral de Santiago de Compostela. Ya acabada mi carrera en la Escuela Alfred A. Taubman de Planificación urbana y Arquitectura de la Universidad de Míchigan, mis compañeros de Facultad propusieron hacer este tramo del Camino de Santiago viniendo para ello a esta zona de España que se llama Galicia. Estoy muy contenta con la decisión.
La catedral es espectacular, toda de piedra. La plaza, a sus pies, está llena de peregrinos que hacen esta ruta u otras muchas a lo largo de España y que llega, incluso, más allá, por Europa. Estamos cansados, después de una experiencia física y emocional que nos llevó poco más de una semana caminando por parajes en constante contacto con la naturaleza. Aquí, cuando te encuentras con otros caminantes, nos decimos “Buen Camino”.
Mi sueño de ser arquitecta está cumplido y a mi regreso me integraré en el estudio de la familia como hemos hablado tantas veces. Creo que ya tengo una “perspectiva propia” como urbanista y ahora la estoy aplicando a las dos ciudades que visité, la capital de la provincia, A Coruña, y la capital de Galicia, Santiago. ¡Qué diferencia!
A Coruña parece un lugar dinámico, una urbe llena de vida, que se mueve contantemente. Según me he ido informando, allí está la sede de una gran empresa de la que la ciudad se siente especialmente orgullosa. Además, tienen proyectos que están transformando la ciudad, muy conectados con las nuevas tendencias de la tecnología. Hasta tienen una ciudad dedicada a ello. Ahora, van a transformar el puerto, y, según lo que pone la prensa local, para ello cuentan con el apoyo del gobierno del país, que es de la misma tendencia. Me comentan los entendidos en futbol que el equipo de la ciudad acaba de ascender de categoría.
Aunque todavía he visto poco, la ciudad de Santiago me parece muy distinta. Solo estuve en la zona monumental, que es impresionante. Es toda de piedra, muy turística, pero parece que todavía conserva ese sabor de villa, como de pueblo. Oí alguna conversación en la que hablaban sobre la existencia de una cierta hostilidad a la llegada de los peregrinos, pero tampoco lo noté especialmente. Con mi perspectiva de urbanista, creo que debieran conservarla así, como si estuviese parada en el tiempo, siglos atrás. Me dicen que hay una parte nueva, que llaman la Ciudad de la Cultura, pero creo que no tendrá mucho interés. Por cierto, tienen también un equipo, pero de baloncesto, que acaba de descender de categoría.
Os iré escribiendo otras cartas para daros mis impresiones de este singular viaje. Os quiero y os mando besos y abrazos”.
Una nueva A Coruña postula, sin todavía un rotundo modelo propio, una ciudad abierta en todos los sentidos
El género epistolar suele ser el más indicado para la expresión de los sentimientos. Por supuesto, esta carta es ficticia, pero bien puede servir como argumentario para evidenciar algo que, cada vez más, resulta evidente: la diferencia en el modelo de ciudad de dos enclaves decisivos en Galicia, A Coruña y Santiago de Compostela. Los derroteros que ambas poblaciones están tomando parecen, incluso, opuestos. Frente a las propuestas de nueva urbe que anuncia A Coruña, Santiago no parece mostrar un modelo propio de capital, acastillada en un formato que ya definió Santiago como ciudad en el medievo: amurallada.
Una nueva A Coruña postula, sin todavía un rotundo modelo propio, una ciudad abierta en todos los sentidos; Santiago, cada vez más, se vuelve Compostela, más preocupada de referencias propias de siglos atrás: acastillada y poco porosa, ensimismada en sus propias contradicciones, falta de un horizonte claro de futuro, incluso de presente; en definitiva, una ciudad inconclusa.
Como ya anunció Economía Digital en abril, el Concello de A Coruña ha buscado acomodo en los profesionales brazos de Isabel Pardo de Vera con el objetivo de diseñar un plan que busca sentar las bases del modelo específico de ciudad para los próximos 25 años, con horizontes temporales situados en el 2030 y el 2050. Recomendamos al actual Concello de Santiago que, si encarga también su correspondiente Plan Estratégico, a poder ser con una perspectiva un poco posterior al año 2025, no le solicite propuesta al ya milenario estudio de arquitectura “Arzobispo Diego Gelmírez” quien, eso sí hay que reconocerlo, ya hizo una labor extraordinaria con la ciudad, pero más o menos allá por el año 1104.
7 comentarios en “Compostela, barrio periférico de A Coruña”
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Vaya tufo localista. Esto no es un artículo de opinión, es un vómito.. de qué señor Carneiro, ¿envidia?
«Por cierto, tienen un equipo de baloncesto que acaba de descender de categoría». Qué enterada la peregrina de Michigan.
Y encima eso lo dice alguien nacido en Santiago… qué vergúenza.
Desterrado desde ya!
Estimado Pablo, saludos desde Michigan donde estoy desterrado. Argumentos Pablo, argumentos, no embestidas. Gracias por tus comentarios.
Buenas tardes Estimado Manuel,
Me resulta sorprendente la crítica que le hace a Pablo cuando todo su artículo se basa al igual que el comentario criticado en opiniones. Utilizando sus mismas palabras le diré que tampoco acabo de entender sus embestidas contra la ciudad de Santiago y la vanaglorización de la ciudad Herculina. Todo ello basado en el fichaje de la señora Isabel Pardo de Vega que entiendo le debe unir una amistad o intenta llegar a ella porque su carrera profesional no tiene mucho que ver con el puesto al que usted alude como gran acierto. Me imagino que donde si utilizaría una encuesta no solo su opinión para conocer el orgullo que les atribuye a los habitantes de la ciudad Herculina por esa gran empresa motor económico de la zona y que por lo que veo también tiene especial interés en destacar al igual que la exsecretaria de Estado.
Si su artículo hubiese sido más objetivo, exponiendo la falta de un plan por parte de la ciudad a largo y a medio plazo estoy seguro que mucha gente estaría deacuerdo con usted incluido el que le escribe. Un saludo
Estimado Alejandro, respondo por la consideración que tengo a su opinión, y muy agradecido por la lectura del artículo así como por su comentario. Coincido plenamente con la primera de la frases, se trata de meras opiniones vertidas en una sección denominada por ello «Opinión». Le confieso con total honestidad que no tengo el gusto de conocer a la señora Isabel Pardo de Vera; debido a dicho desconocimiento, no me atrevo a valorar sus capacidades profesionales. Con respecto a la gran empresa referida, es, por supuesto, Inditex, empresa de la que considero se sienten orgullosos muchos de los coruñeses y coruñesas, extensible a muchos gallegos/as e incluso a un ámbito más estatal. O así quiero creerlo. Y si, el artículo está cargado de subjetividad; de no ser así, sería un estudio o un artículo de otro tipo. Reitero el agradecimiento, estimado Alejandro, por la deferencia de la lectura y consideración de mi humildísima opinión, todo ello dicho con el máximo de respecto y carente de la ironía que, intencionadamente, suelo trasladar en los artículos de los que soy autor. Un fuerte y agradecido abrazo.
Bueeeeno, bueeeeno, bueeeeeno, D. Manuel. Con perdón, un grado en arquitectura, y/o un máster en urbanismo, no te convierten ni en arquitecto ni en urbanista. Dicho eso, cuando leo estas cosas pienso inmediatamente en Michael Foucault y en Henri Lefebvre y el vértigo me embarga… ¿Un presunto modelo abierto o una estrategia cosmética de distracción de lo que realmente se pretende: la privatización de algo que es público para enjugar desfases? En cualquier caso, no sé si la fórmula de los wharfs londinenses ‘pitará’ en La Coru… Francamente, ahora que me he hecho de pueblo, creo que me apunto al Plan Gelmírez. Un saludo, D. Manuel.
Querido Miguel, siempre es un verdadero placer saber que estoy en tus pensamientos; y en tus escritos, todo un privilegio que agradezco expresamente. Pues no se que decirte, pero tus alusiones se refieren a ciudades de envergadura mucho mayor que Santiago y a A Coruña, con reorganizaciones paradigmáticas, estudiadas en todo el planeta. Es decir, serán mejores o peores los modelos concebidos, pero tienen una orientación de futuro. No se que saldrá de la re organización de A Coruña, pero hay una intención de afrontar el rediseño de la ciudad o su ampliación, de asumir el futuro como un reto; honestamente, esto no lo veo en Santiago de Compostela.