¡Así no hay quien alquile!

Pendientes aún de la tramitación de la ley que busca desokupar viviendas okupadas ilegalmente en 24 horas, y que se encuentra paralizada en el Congreso de los Diputados por repetidas extensiones del plazo para presentar enmiendas, se agrava un problema que va a más en los últimos meses. Y es que la inkiocupacion de viviendas esta cogiendo su mayor auge, tanto en España como en Galicia.

La propuesta de ley establece que, una vez que una autoridad pública ordene el desalojo de una propiedad ocupada ilegalmente, el ocupante tiene 24 horas para abandonar la vivienda o demostrar que tiene autorización para estar allí. Si no pueden hacerlo, se procederá al desalojo.

Es una normativa que aumenta las penas de prisión para los okupas, incrementando las condenas hasta tres años en casos de usurpación con violencia e intimidación, y de seis a 18 meses para ocupaciones sin violencia, en lugar de las multas de tres a seis meses que se aplican actualmente. Y si los okupas realizan actividades ilícitas, podrán ser desalojados de inmediato.

A la espera, una vez más, de que sepamos el devenir de esta ley en tramitación, se constata un aumento considerable de los casos de inkiocupacion. La inkiocupacion es la nueva fórmula de entrar en un piso mediante un contrato de alquiler, o con la pretensión de que se va a alquilar, dejar de pagar las mensualidades y quedarse a vivir en la vivienda alegando vulnerabilidad. Con lo cual, al propietario no le queda otra que iniciar lo más rápidamente posible un desahucio por impago de rentas para poder recuperar su propiedad.

Un inkiocupa es aquella persona que entra a una casa firmando un contrato de alquiler, abonando la fianza y el propio mes de inicio, pero después deja de pagar la renta, convirtiéndose así en moroso, por lo que no existen penas de prisión y habrá que recurrir al acto judicial. El plazo medio de un desahucio por precario es, de media, 12 meses.

El perfil del inkiocupa difiere del okupa tradicional. Mientras el okupa, la casi totalidad de las veces, responde a un segmento de población marginal, vinculado al consumo de drogas o a hechos delictivo de manera directa o indirecta, el perfil de inkiocupa es el de una persona que conoce las fisuras de la legislación actual para aprovecharse de las mismas de la peor de las formas, personas que entran en el ratio de económicamente vulnerables o que, simplemente, no tienen ética ni moral. Todo les da igual.

Todo ello se ha agravado más con la prórroga del Real Decreto- ley 1/2024 por cuatro años adicionales (hasta el 2028). Esto deriva en efectos colaterales como es la inkiocupacion de viviendas y aumenta el temor de los propietarios a alquilar, con lo que se reduce aun más la oferta de viviendas en alquiler en el circuito de comercialización.

La mayoría de las inkiocupaciones se producen en las grandes ciudades de Galicia y municipios de costa. Decir que pocas veces se llega al desahucio ya que antes de esa fecha casi siempre dejan la vivienda y casi siempre también en en estado lamentable. Presumiblemente, en bastantes ocasiones ha habido un presunto subarriendo ilegal a terceras personas.

Aunque siempre son estimaciones, ante la complejidad de tener datos concretos, se podría decir que, calculando por lo bajo, se han producido más de 2.000 inkiocupaciones en el año 2023 en Galicia (superando así las presuntas okupaciones en el mismo ejercicio del 2023).

Conclusión: Así no hay quien alquile. Y el problemón de la accesibilidad a la vivienda sigue engordando.