‘18. Modelo para armar’

La novela ‘62. Modelo para armar’ de Julio Cortázar semeja la enmarañada situación previa a la votación del 18 de febrero en Galicia; a pocos días del comienzo de la campaña, se encuentran en juego mucho más que unas meras elecciones, situación ya de por sí como para no andarse con juegos

Alfonso Rueda, Ana Pontón, José Ramón Gómez Besteiro

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Los débitos, en el mundo de la cultura y el conocimiento, son moneda común. El titular de este post, lo es también, deudor del título de una obra del inolvidable Julio Cortázar: 62. Modelo para armar, su tercera novela. Nominado como 62 por una también deuda con su obra culmen, “Rayuela”, el texto es hijo natural del número del capítulo correspondiente a dicha obra.

Modelo para armar

Novela experimental y de muy dificultosa lectura, desestructurada y sorpresiva, semeja, a modo también de paralelo, la enmarañada situación previa a la votación del 18 de febrero en Galicia. A pocos días del comienzo de la campaña, se encuentran en juego mucho más que unas meras elecciones, situación ya de por sí como para no andarse con juegos.

No parece que el tiempo de la pre campaña se vaya a diferenciar mucho de la propia campaña. Todos los partidos contendientes, salvo los que ya consideran que será la suerte la que los bendiga o no, comenzaron hace tiempo a buscar hueco, incluso antes del período pélets, ya totalmente olvidado; en algunos casos, mejor olvidarlo.

Videos hay ya para amenizar algo más que una aburrida tarde lluviosa; promesas pre electorales menudean como para animar fines de semana completos, enmarcadas en inevitables paparotadas sufragadas. Y el lio está servido: quién va a ganar, quién no va a ganar, quién quedará segundo, quién no quedará segundo, un tercer puesto, que se puede convertir en segundo, un segundo que, al ser tercero, hasta puede ser primero, … en fin, que el pódium va a estar muy disputado.  

El mundo del ayer

Cantando por epigramas. En el frente todavía autonómico, el PPdG, se encuentra tenso; el BNG, con aire triunfal, cazando pieles de osos por los montes gallegos y el PSdG, haciendo cábalas sin decidirse a saber dónde estará su sitio. La sombra del bipartito todavía es alargada. Para SUMAR, sorpresivamente el cercado lo delimita la relación académica que mantuvieron las dos lideresas; sombras de Beiras. Existe un sentimiento de previo triunfo entre la izquierda, como reflejan sus movimientos e incluso los lemas, todos ellos con el mismo sustrato: ¡Ahora sí! Los triunfalismos en política se pagan… después. Por otra parte, el centro derecha se teme a sí mismo, acosado tanto por sus propios temores como por la férrea vigilancia a la que se le somete desde su antigua derivada, ahora extrema; y, latiendo, la cautela, por una posible enajenación de los hermanos de las burgas a orillas do pai Miño.   

El resultado de las próximas elecciones las convierte, a su vez, en decisivas para los líderes nacionales

El mundo del mañana

Una vez que se haya producido la cruel realidad, tanto para el centro derecha como para la izquierda gallegas, será el día D. En contraste con los acontecimientos bélicos, el día decisivo será el posterior a la conflagración. Ese día se decidirá lo verdaderamente importante y serio: Galicia.

Al centro derecha, si vence, no le quedará más remedio que re estructurar su formato de relaciones y la manera de afrontar el modelo de país. De no hacerlo, el liderazgo del actual presidente le dejaría en una posición de segundón, siempre ayudado por el hermano mayor que habrá incrementado antes notablemente los viajes a la tierra, respaldando así la duda futura con la certidumbre pasada. El BNG, si flaquea, tendrá que redefinir el liderazgo, dando paso a sus posturas internas más radicales que, en este momento, se encuentran atenuadas y silentes por razones electorales. Por su parte, el PSdG, ganen o pierdan los hegemónicos, tendrá una oportunidad de redención, a costa de la izquierda netamente nacionalista, que redimiría a su actual líder y le permitiría trabajar para conseguir, en un futuro mucho más inmediato, un papel más protagónico, muy apoyado, eso sí, mientras se dure, desde Moncloa. Y SUMAR, se mantendrá en tanto en cuanto el presidente del gobierno siga cobijando bajo su ala a nuestra pizpireta ambición rubia. El resto, ni estaría ni se le esperaría, ya, nunca mais!

Lo que ocurra el 18, será un posterior “modelo para armar”, y a quien más afectará, además de a nuestra tierra, será a sus actuales líderes políticos máximos. Lo que sí parece obvio es que el resultado de las próximas elecciones las convierte, a su vez, en decisivas para los líderes nacionales, como demostrarán sus reiteradas visitas. También a ellos, como a los locales, las eternas brumas del norte, en cuanto se disipen, les pueden haber hecho tener que variar el rumbo, encontrándose así ante otro inesperado territorio.

Hasta ese día, primará eso que Julio Cortázar definió como “el sentimiento de no estar del todo”; la inquietud.

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