Motiños, la apuesta coruñesa por las motos eléctricas se expande

Galicia en Primera Persona analiza la experiencia de esta compañía coruñesa, de las primeras de la comunidad, en alquiler de motos eléctricas que ahora se abre a la franquicia

Natalia Pais, fundadora de Motiños

Natalia Pais, fundadora de la compañía gallega de motosharing Motiños

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La apuesta por la movilidad eléctrica y sin emisiones avanza aún lentamente en Galicia. Su impulso, en cualquier caso, no es exclusivamente responsabilidad de las grandes corporaciones, también de emprendedores. En A Coruña lo ejemplifica como nadie Motiños, firma fundada por Natalia Pais que echó a andar en plena pandemia al poner a disposición de los usuarios una flota de 50 motos eléctricas distribuidas por toda la ciudad listas para alquilar.

El sistema se llama motorsharing y aunque en muy habitual en grandes urbes, en las ciudades gallegas aún está en una fase incipiente. Básicamente se basa en el uso compartido de motos eléctricas: el usuario solo paga a la empresa por los minutos que ha empleado su método de transporte, que deja aparcado para que otra persona pueda usar la motocicleta.

En una entrevista en Galicia en Primera Persona, Pais nos cuenta que su vocación era la de emprender; la de poner en marcha una empresa. Antes de la pandemia, de camino a una feria de franquicias, paró en Madrid y conoció el sistema de motosharing, algo que le encajó mucho para la ciudad de A Coruña. Una urbe con gran concentración de vehículos y donde muchas personas deben hacer viajes cortos a lo largo del día.

Natalia Pais, fundadora de Motiños, nos cuenta cómo surgió esta apuesta empresarial

Galicia en Primera Persona se construye con entrevistas presenciales, grabadas en vídeo y difundidas en todos los canales de ED, a los emprendedores que abren camino con nuevos negocios, y plantean alternativas sólidas y viables que pueden ser una referencia para otros. ED Galicia se propone descubrir a aquellos que son capaces de emprender e innovar a la vez desde Galicia.

¿Quién usa este servicio?

El funcionamiento de Motiños es sencillo. Las motos están ubicadas en distintos puntos de ciudad. El usuario que quiera solicitarla solo debe tener carnet de conducir. La gestión de reserva se lleva a cabo a través de la app gratuita de la empresa: hay que descargarla, registrarse, introducir los datos personales, el carnet de conducir y un número de cuenta. Una vez completados estos pasos, el cliente podrá ver en un mapa interactivo cuál es la moto más cercana y reservarla. La dejará en su destino y pagará únicamente por los minutos que la haya usado.

Comenta la propietaria de la compañía que los viajes que realizan los clientes de Motiños suelen tener un coste medio de entre uno y tres euros. Los usuarios buscan trayectos cortos y rápidos y el perfil de consumidor de Motiños es muy variado. “Es verdad que sigue habiendo una mayoría de gente joven que no posee vehículo propio, pero también gente más mayor con muchas décadas de carnet. Hay clientes que lo emplean para ir a trabajar, por ejemplo, hace poco conocimos a uno que es arquitecto y lo emplea para ir a los proyectos. También tenemos muchos agentes inmobiliarios, que tienen que enseñar pisos en distintas partes de la ciudad y se ahorran mucho tiempo de aparcar, por ejemplo, así como el coste si lo hacen en zona azul”, explica.

Crecimiento

Con su flota de 50 motiños con batería extraíble y recargable, la compañía fue creando una comunidad de usuarios en la ciudad en poco tiempo, cosa que llevó a Pais a dar el siguiente paso con la apertura de una tienda en A Coruña en la Avenida de Buenos Aires en la que vende y repara motos eléctricas.

Comenta que muchos usuarios de Motiños decidían dar el paso y preguntaban dónde podían hacerse con motos eléctricas de similares características. Ante la ausencia de modelos de estas características en concesionarios gallegos, Pais apostó por dar el salto y ofertar también motos eléctricas.

Franquicia

La experiencia y la demanda le decía que el motorsharing podía tener cabida en el resto de ciudades gallegas, si bien el desembolso es grande y es necesario invertir mucho tiempo, de cara a garantizar el correcto estado de toda la flota de motos a lo largo de todo el día. Por eso, para crecer, País optó por ayudar a gente y transmitir el conocimiento acumulado hasta el momento como franquiciadora.

“Otros emprendedores y autónomos empezaron a hacernos llamadas, preguntándonos por la empresa porque pensaban en algo similar en otras ciudades. Teníamos la intención de expandirnos, pero es verdad que requiere una inversión bastante alta hacerte con una flota de unas 50 motos eléctricas, así que al final decidimos expandirnos mediante franquicia”, apunta Pais, que indica que en breve habrá novedades al respecto…

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