Actualizado
Pontevedra, Santiago y A Coruña lideran el cumplimiento de los ODS en Galicia
El análisis del Atlas Urbano de la Sostenibilidad muestra siete realidades heterogéneas en las urbes gallegas, con tres ciudades atlánticas liderando los avances, pero también con fortalezas en Lugo y Ourense, como las renovables o la agricultura ecológica
Las siete ciudades gallegas conforman realidades heterogéneas, pero todas ellas presentan avances en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Es una de las conclusiones a las que llega el Atlas Urbano de la Sotenibilidad en Galicia, que el pasado jueves se presentó en sociedad en Casa RIA, la nueva sede compostelana de la Fundación RIA, y que ve fortalezas y debilidades en las siete urbes. El análisis de los datos recogidos en las dos ediciones del estudio que impulsa Economía Digital Galicia revela, en líneas generales, un progreso de todas las ciudades en las metas marcadas por Naciones Unidas, si bien cada una lo hace con sus particularidades, sin destacar siempre en los mismos parámetros analizados, más de 600 en el último trabajo. Esto pone en evidencia la complementariedad en el desarrollo de cada municipio y abre la posibilidad de una estrategia de cooperación entre ellos para fortalecerse mutuamente en aquellas áreas donde presentan peores datos.
Pontevedra y Santiago, dos ciudades del eje atlántico con menor población que A Coruña y Vigo pero situadas cerca de las mayores urbes de Galicia, son las que obtienen una mayor puntuación en el cumplimiento de los ODS, con una puntuación global de 56,55 puntos y 56,30 puntos, respectivamente. Les sigue la propia ciudad herculina, con 50,62 puntos, convirtiéndose en la tercera que alcanza el aprobada, pues las otras cuatro se quedarían por debajo de los 50 puntos.
El Atlas de Economía Digital Galicia, coordinado por el sociólogo Xosé Gabriel Vázquez, elabora este ranking seleccionando datos que estén disponibles para al menos el 70% de las ciudades y normalizándolos en base al rango de valores mínimo y máximo obtenidos en cada parámetro. De esta manera, se convierten los valores originales a un índice compuesto, una escala común de 0 a 100 que facilita la interpretación y comparación: si están cerca del 0 reflejan un bajo rendimiento en la área analizada y si están próximos a 100 un alto cumplimento del objetivo.
Santiago y Pontevedra se reivindican
Dentro de la fuerte diversidad entre las ciudades gallegas, el Atlas Urbano de la Sostenibilidad reconoce ciertos paralelismos entre las fortalezas y los retos que afrontan Santiago y Pontevedra, al igual que sucede con los municipios más poblados, A Coruña y Vigo, o las denominadas ciudades de interior, Ourense y Lugo.
Pontevedra es la que más destaca en el cumplimiento de los ODS, con una elevada puntuación en los compromisos con proyectos de cooperación (ODS 17), la acción climática (ODS 13) y la protección de los ecosistemas terrestres (ODS 15), mientras que la capital gallega sobresale en educación (ODS 4), energía (ODS 7) y reciclaje (ODS 12). El estudio destaca de Santiago que el 28,44% de la población dispone de estudios universitarios, liderando el ranking gallego, como también lo hace en reciclaje de papel y cartón, junto a la propia Pontevedra, o en la población en situación de pobreza, pues presenta el dato más bajo junto a Vigo.
La ciudad del Lérez tiene una alta calidad del agua y un fuerte compromiso con los proyectos de cooperación, aunque destaca sobre todo por lograr una puntuación por encima de la media en casi todos los parámetros analizados. Ese equilibrio es el que le permite liderar la carrera del desarrollo sostenible, mostrando debilidades solamente en igualdad de género, debido a las brechas salariales y a la baja representación femenina en cargos municipales; y en el ámbito energético, donde debe mejorar la eficiencia y la accesibilidad.
A Coruña y Vigo, baja pobreza y buena salud
Las dos ciudades más pobladas presentan fuertes contrastes, presentando evidentes fortalezas, que las hacen liderar el ranking en algunos parámetros combinadas con áreas en las que les queda mucho camino por recorrer. A Coruña y Vigo son especialmente eficientes en lucha contra la pobreza (ODS 1), acción climática (ODS 13) o acceso al agua (ODS 6).
La ciudad herculina lidera a las ciudades gallegas en el uso de transporte sostenible y está entre las mejores en la atención a los sectores sociales más vulnerables o en la demanda de energía residencial. A pesar de obtener una mejor puntuación global que Vigo, es la tercera urbe que alcanza el aprobado, llama la atención el mal resultado obtenido en el índice GINI, que evalúa la distribución de los ingresos. La ciudad olívica, sin embargo, presenta el mejor resultado en esta área.
Vigo también destaca por el bajo volumen de población en riesgo de pobreza y por la presencia de empresas industriales. Esta actividad industrial, que siempre conlleva externalidades negativas, coincide con una puntuación que acaricia el aprobado, lo que si bien deja margen de mejora, también habla de los avances en la integración entre la calidad de vida y el modelo económico.
Ourense, Lugo y Ferrol
En las tres ciudades que obtienen puntuaciones más bajas el estudio detecta desafíos importantes en el ámbito económico. Por ejemplo, Ferrol presenta fuertes desigualdades en renta y una alta brecha salarial, mientras que Lugo tiene peores datos en relación a la población en riesgo de pobreza y Ourense bajos niveles de ingresos.
La Cidade das Burgas, pese a ello, logra situarse en el quinto puesto del ranking, destacando en el uso de energía renovable o en la elevada inversión en educación. La capital lucense está entre las mejores en agricultura ecológica e igualdad de género en la Galicia urbana, mostrando además un fuerte compromiso inversor en servicios sociales. Ferrol, por su parte, dedica un importante esfuerzo a la educación, que le permite destacar tanto en el número de centros no universitarios como por las facilidades de acceso a la educación infantil.
Desafíos comunes
Si bien existen algunas particularidades gallegas, los resultados del Atlas Urbano de la Sostenibilidad reflejan tendencias y retos comunes a nivel español y europeo, según destaca el coordinador del proyecto, Xosé Gabriel Vázquez, al analizar estudios similares que se han realizado en España y en la UE. «El camino hacia el cumplimiento de los ODS es complejo y requiere de un esfuerzo conjunto y coordinado. De ahí la importancia de compartir experiencias, mejores prácticas y enfoques colaborativos entre ciudades para avanzar de manera más efectiva hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible», enfatiza el sociólogo.
La diversidad de los resultados entre urbes refuerza esta tesis, ya que «la colaboración entre ciudades gallegas puede facilitar el aprendizaje mutuo y acelerar el progreso, aprovechando las fortalezas específicas de cada una para superar sus limitaciones».
En líneas generales, el estudio destaca la calidad del agua, la esperanza de vida, el saneamiento y la calidad del suministro eléctrico como fortalezas de las ciudades gallegas, mientras que presenta la desigualdad salarial, el empleo juvenil y el uso del transporte público como grandes desafíos.