Pontevedra, el líder gallego en desarrollo sostenible con problemas de eficiencia energética

El Atlas Urbano de la Sostenibilidad en Galicia corona a Pontevedra con la mejor valoración en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), una ciudad que no es ni la más poblada ni la de mayor pujanza económica, pero cuyo modelo urbano ha acumulado reconocimientos internacionales. Con 56,55 puntos, el estudio promovido por Economía Digital Galicia y coordinado por el sociólogo Xosé Gabriel Vázquez otorga el primer puesto a la ciudad del Lérez entre las urbes gallegas en su diagnóstico del cumplimiento de los ODS. A pesar de ello, como sucede en todos los municipios analizados, Pontevedra también muestra fortalezas y debilidades que corroboran la visión heterogénea y complementaria que ofrece el documento sobre la Galicia urbana.

Destaca en cuanto a la calidad del agua, aspecto en el que obtiene la máxima valoración; también en el desarrollo de proyectos de cooperación, en acción por el clima o en reciclaje de papel y cartón. «Según los esquemas mentales y colectivos precedentes, ese reconocimiento a la ciudad pontevedresa nos parecería algo pintoresco, más bien bucólico. Pero los ODS no engañan y ahí está, de primera también en Galicia. Destacando especialmente en áreas como la calidad del agua, la acción climática y la protección de los ecosistemas terrestres. Un mérito y un logro que estos indicadores han recogido y que suponen una clara y una buena lección del camino a seguir, de lo que se puede y debe hacer en nuestras ciudades, para que se desarrollen conveniente y sosteniblemente», señala Xosé Gabriel Vázquez en el artículo que firma en el Atlas.

Al mismo tiempo, tiene un importante margen de mejora en apartados como la energía, la brecha salarial de género o la transparencia municipal.

Luces y sombras en los indicadores económicos

Pontevedra registra una tasa de riesgo de pobreza inferior a la mayoría de las ciudades, lo que da cuenta de un nivel de vida relativamente más alto en comparación con las demás urbes gallegas. Sin embargo, hay algunos datos que invitan a la preocupación, como la proporción de personas con ingresos inferiores al umbral de 5.000 euros anuales (hasta el 5,70% de la población en 2021, según el INE). Esto coincide, además, con un presupuesto destinado a servicios sociales bajo, el menor porcentaje de la Galicia urbana.

El desempleo, situado en el 12,28%, también apunta a la necesidad de mejorar el acceso laboral, especialmente entre los jóvenes, aunque no es el porcentaje más alto entre las ciudades gallegas.

En lo que respecta a la renta media disponible, Pontevedra se coloca en un punto intermedio (23.165 euros per cápita anuales) en comparación con el resto de las ciudades gallegas (23.269 euros). Además, está entre las mejores en cuanto a la presencia de empresas industriales en su territorio.

Las fortalezas

La ciudad líder en el cumplimiento de los ODS destaca por la calidad del agua, aspecto en el que obtiene la puntuación máximo junto a Ourense y A Coruña. Eso sí, el coste del abastecimiento doméstico es ligeramente superior a la media, situándose en 0,65 euros/m³, frente a los
0,60 euros/m³ de las siete urbes. El precio del saneamiento doméstico de agua se encuentra en 0,78 euros/m³, también por encima de la media.

Pontevedra tiene la tasa de reciclaje de papel y cartón más elevada entre las analizadas y también despunta por la baja tasa de emisiones de CO2 (tan solo 3,91 toneladas por año y habitante). Posee el porcentaje más elevado de zonas naturales, con un 62,44% de superficie, y destina además una fuerte inversión contra la contaminación, 8,12 euros per cápita en 2023, situándose como la segunda más elevada. Esta combinación de zonas naturales y alta inversión convierte a la ciudad del Lérez en un referente en la protección de los ecosistemas terrestres.

Pontevedra muestra una participación modesta en proyectos de cooperación y desarrollo pero que, en cambio, lidera entre las demás ciudades; lo
que indica cierto compromiso con la colaboración y la búsqueda de soluciones conjuntas para los desafíos del desarrollo sostenible, según recalca el estudio. La urbe tiene la menor tasa de dependencia entre las siete analizadas.

Problemas en energía y acceso a la vivienda

A pesar de su posición de liderazgo, la capital pontevedresa también presenta debilidades, por ejemplo, a la hora de conseguir una energía asequible, segura, sostenible y moderna. El gasto en alumbrado público (52,74 euros por habitante) está por encima de la media de las ciudades gallegas (47,79 euros), «lo cual apunta un posible margen de mejora en la eficiencia energética del alumbrado de la ciudad», apunta el Atlas de Economía Digital Galicia. El gasto en electricidad sobre la renta es de 3,75%, en consonancia con el conjunto de ciudades analizadas.

En lo que se refiere al uso de fuentes limpias, muestra una cifra significativamente por debajo del promedio, con 753 megavatios de
potencia eléctrica instalada en las centrales operativas a nivel provincial de tecnologías renovables, hasta tres veces menos de lo que hay en otras provincias.

En términos de acceso a la vivienda, los habitantes de Pontevedra incurren en un gasto respecto a la renta obtenida superior a la media gallega urbana (23% frente a 21%).

Otro de los puntos en los que la ciudad del Lérez no sale especialmente bien parada es en la desigualdad de género entre asalariados, ya que lidera el ranking de la diferencia salarial entre hombres y mujeres en el mapa de las urbes gallegas. Curiosamente, la brecha de género en la tasa de desempleo indica que hay más hombres desempleados que mujeres, una situación que contrasta con la mayoría de las ciudades gallegas, según los datos recogidos por el Atlas, cuya segunda edición contó con la colaboración de las diputaciones de A Coruña y Lugo, así como de Sogama, Reganosa, Iberdrola y Espina (Grupo Valtalia).