El negocio industrial de Abanca en 2023: del pinchazo de Nueva Pescanova y Elcano a las alegrías de Monbus y Copo

La naviera Elcano entra en pérdidas de 14 millones y se suma a los números rojos registrados por Nueva Pescanova; sin embargo, Monbus y Copo logran beneficios en un ejercicio marcado por los líos judiciales del primero y la amenaza de deslocalización del segundo

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Luces y sombras en las participadas de Abanca, que este viernes remitió a la CNMV su informe consolidado de ejercicio con los 711 millones de beneficios que registró en el ejercicio 2023. Alejada de aquella voluminosa corporación industrial que manejaron las antiguas cajas gallegas, el banco de Juan Carlos Escotet mantiene ahora participaciones relevantes en un grupo de empresas de actividades y resultados dispares.

Entre ellas está Nueva Pescanova, la inversión más importante y la que más quebraderos de cabeza ocasiona a la entidad financiera desde que en 2018 se convirtió en el primer accionista de la pesquera y trazó un plan para enderezar su rumbo. Las pérdidas de 73 millones que registró la compañía en 2023, un curso especialmente duro para el sector, se sumaron a las registradas por la naviera Elcano, hasta la fecha uno de los valores seguros en la cartera industrial del banco.

Frente a los números rojos de las empresas pegadas al mar, Monbus, Copo y la división de bodegas pusieron el contrapunto, aportando ganancias en un ejercicio en el que tampoco pudieron evitar algunas turbulencias.

Un escenario difícil mar adentro

Los resultados presentados por Abanca revelan unas pérdidas de 14,4 millones en Naviera Elcano, la empresa de transporte marítimo controlada por la familia Silveira, los antiguos dueños de Povisa, y en la que detenta algo más del 20% del capital. La evolución en el pasado ejercicio de la compañía contrasta con las ganancias de 2022, cuando cerró el ejercicio con un resultado positivo de 6,1 millones y acariciando los 1.000 millones en ingresos.

Sin embargo, las luces de alarma llevan tiempo encendidas en el sector debido a la debilidad del mercado, con un descenso paulatino de la demanda desde los picos que provocó la recuperación del comercio tras la pandemia. Grandes grupos como Maersk desplomaron sus beneficios y anunciaron recortes de personal achacando un descenso de los fletes y un exceso de cargueros en operación. A la espera de que presente sus resultados anuales, el complejo escenario tampoco parece haber sido propicio para Elcano, que no acaba en números rojos desde el año 2015.

Si las pérdidas atribuibles a Abanca por el grupo naviero son de apenas 3,2 millones, las de Nueva Pescanova, donde controla casi el 98% del capital, son mucho más abultadas y han obligado a la entidad financiera a provisionar 40 millones para preservar el saneamiento del activo y facilitar la posible entrada de un socio industrial.

La compañía, que ha abierto una nueva etapa con la entrada de un CEO y varios directivos en su cúpula tras la ruptura de las negociaciones con Cooke, se ha visto afectada por los costes, la menor demanda en China y la caída de precio del langostino en Centroamérica. Este cóctel de elementos ha perjudicado el desempeño de la compañía, que cerrará su ejercicio fiscal en marzo. Si se compara en años naturales, mimetizando sus ejercicios con los del banco de Juan Carlos Escotet, perdió 60,5 millones en 2022 y algo más de 73 millones en 2023.

Un negocio sobre ruedas

Tierra adentro hace menos frío para Abanca. Los resultados de Monbus y Copo ponen el contraste a las pérdidas de las otras industrias. El mayor grupo gallego de transporte por carretera registraba unas ganancias de 3,5 millones hasta septiembre, según reflejan las cuentas de la entidad financiera. Sería una gran noticia para la compañía de Raúl López, que todavía no ha vuelto a la rentabilidad desde el golpe del Covid en un escenario que estuvo marcado por las dificultades para sobreponerse al incremento de costes y por la lentitud en la recuperación de la demanda previa a la pandemia.

Monbus ya preveía un mejor comportamiento en este ejercicio debido al incremento de pasajeros que comenzó en la segunda mitad de 2022 y a la entrada en servicio de algunas concesiones relevantes en Aragón y Portugal. Claro que, durante este proceso, tuvo que lidiar con algunas turbulencias judiciales, como la anulación de adjudicaciones de servicio escolar en Galicia o la investigación de Competencia por un posible cártel con Alsa en el contrato de transporte regular de viajeros de la Xunta. Lo cierto es que la Comisión Galega da Competencia ya investigó ese asunto sin ver indicios de cártel, pero los tribunales la obligaron a reabrir el caso.

Copo, la empresa de componentes de automoción, también lidió con turbulencias. En su caso, a causa del incremento del canon que paga por los terrenos de Mos a la Comunidad de Montes de Tameiga, que llevó a la compañía a amenazar con el traslado de sus actividades a Portugal. Mientras mantenía este pulso, el grupo generó 3,27 millones de beneficio, según recogen las cuentas de Abanca, que controla un 35% del capital.

Las bodegas

El mismo documento pone de relieve un muy buen año para el negocio vitivinícola de Abanca. Sogevinus, las bodegas de Oporto, obtuvieron un beneficio de 6,3 millones en 2023; mientras que Viñedos y Bodegas Dominio de Tares, con terrenos en el Bierzo, también consiguió cerrar el ejercicio con un resultado positivo, aunque fueron solo de 109.000 euros.

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3 comentarios en “El negocio industrial de Abanca en 2023: del pinchazo de Nueva Pescanova y Elcano a las alegrías de Monbus y Copo

  1. Una compañía como el Grupo Copo con un beneficio de 3,27 millones no se comprende sin los recortes salariales y laborales de sus trabajadores pueden darse con un canto en los dientes porque con tanto accionista a repartir los beneficios le tocará como en los viejo tiempos del servicio militar un chusco de pan con un poco de chocolate duro.
    El problema de estas es que eliminan su personal por personal más económico salarialmente hablando y amplían la plantilla de ejecutivos miembros de la familia de sus accionistas los cuales sobrepasan en sus salarios a sus trabajadores pero sin rendimiento demostrable que cree beneficios para el Grupo Copo.

  2. Hay moito mantenido y pocos dispuestos a trabajar con entrega en las condiciones de explotación laboral, quien asume los costes de la producción y de las materias primas siempre las compensan con la rebaja en salarios y empeorando las condiciones laborales de sus trabajadores.
    Los gestores de estas empresas solo entienden de números y beneficios, la rueda no puede dejar de girar hay quien nace bautizado y hay quien tienen que pedir un padrino o madrina prestado para tal acontecimiento.

  3. Una compañía la cual le crecen los accionistas como las setas en el monte por una gestión deficiente y todo ello por la avaricia personal de los socios mayoritarias que prefirieron pedir prestado para no perder poder en el consejo de administración en vez de dar salida a la compañía al BME en su dia.
    El elegir amigos y socios de malas compañías les llevara no precisamente al éxito y creación de riqueza para ellos mismos y Galicia.
    No hay pega que no tenga mancha negra.

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