La Xunta destinó más de 800 millones al último concierto de Povisa, pero el hospital se hundió en pérdidas

Con medio año de retraso, la Xunta ha llegado a un acuerdo con Povisa que permitirá renovar el concierto con el mayor hospital privado de Galicia para que atienda a parte de los pacientes del área de Vigo, unas 116.000 personas si se mantienen las cifras de los últimos años. El acuerdo llega a deshora, con el anterior contrato prorrogado desde agosto y con la necesidad de alargarlo de nuevo hasta el 1 de abril de 2025, fecha en la que entrará en vigor el nuevo. El pacto será solamente por dos años, aunque podrá extenderse por tres años más. Aún así, reduce a la mitad el periodo acordado en 2014.

El nuevo contrato se firmará por 194,7 millones para dos años, lo que supone un incremento importante respecto al anterior. El Sergas venía pagando a Povisa unos 78 millones anuales, algo menos en los primeros años del concierto de 2014, pero ahora el centro de Ribera Salud podrá llegar hasta cerca de 100 millones, incluso superarlos si Sanidade recurre al hospital para servicios no contemplados en el concierto.

El sistema de pago, más allá del incremento, rompe con el de 2014, en el que Povisa ingresaba por cápita, es decir, contaba con una asignación por los pacientes del sistema público adscritos al centro. Ahora, explicó la Xunta, el precio final que se abonará al adjudicatario vendrá determinado por el número de procesos previstos en la cartera de servicios que realmente se presten a la población adscrita al centro sanitario. Se pasa de un modelo concertado a una suerte de contrato de servicios, en el que el Gobierno gallego prevé reforzar el seguimiento de la asistencia y procesos que preste Povisa a su población de referencia.

El sistema de pago por cápita abocaba al Sergas a una cierta falta de control respecto a los servicios prestados, pero peor le iba al hospital, que acumuló pérdidas hasta solicitar el preconcurso en 2018. El fallecido José Silveira, dueño entonces del hospital, decidió venderlo al año siguiente, en 2019, a Ribera Salud por 22 millones. Los nuevos dueños, como los anteriores, concluyeron que el concierto era «inviable» tras continuar acumulando números rojos. Más del 70% de los ingresos de Povisa proceden de su relación con la Xunta.

Más de 800 millones desde 2014

La Xunta ha destinado al concierto con Povisa más de 800 millones desde 2014. Según los datos recogidos por el Consello de Contas, que fiscaliza las cuentas anuales del Sergas, el gasto real de Sanidade por la actividad concertada con el hospital vigués se situó en torno a los 75 millones anuales entre 2014 y 2017 y cerca de los 78 millones en los cinco años siguientes. En este periodo, Povisa facturó por su contrato con Sanidade 688,9 millones, con el matiz de que el concierto actual solo estuvo vigente durante cuatro meses en el ejercicio en el que entró en vigor, en 2014. Es decir, parte de los 76,9 millones que facturó al Sergas ese año se corresponden con el contrato anterior.

Sin embargo, todavía restan por sumar el ejercicio de 2023 y el de 2024. Suponiendo que los pagos rondaron los 78 millones, como en los anteriores años, la factura se iría a los 845 millones, a los que habría que añadir los 30,1 millones de la prórroga adicional hasta abril, cuando entra en vigor el nuevo contrato. El balance asciende a 875 millones, con la salvedad de esos ocho meses de 2014 en los que estuvo en vigor el anterior concierto.

Tan estable relación, en realidad, no lo fue en absoluto. Povisa encadenó números rojos desde el momento en que entró en vigor el nuevo concierto, hasta que en 2018 el Grupo Nosa Terra, anterior propietario del hospital, dijo basta coincidiendo con el récord de pérdidas del centro, siete millones. Sostenía entonces que la actividad privada era rentable, pero que el concierto, el grueso de la facturación, generaba pérdidas a las que ya no podían hacer frente con fondos propios. La familia Silveira, también accionistas de control de la naviera Elcano, optó por el preconcurso y forzó una mejora en las condiciones del acuerdo con el Sergas que solo sirvieron para mitigar los resultados negativos, pero sin resolver el problema de fondo. Cuando vendieron el hospital acumulaba más de 18 millones en pérdidas y seis ejercicios en números rojos.

• 2022: 5,8 millones en pérdidas
• 2021: 1,15 millones en pérdidas
• 2020: 3,7 millones en pérdidas
• 2019: 3,2 millones en pérdidas
• 2018: 7 millones en pérdidas
• 2017: 4,1 millones en pérdidas
• 2016: 3,2 millones en pérdidas
• 2015: 3,9 millones en pérdidas

Obligaciones del nuevo concierto

Está por ver si el incremento de los pagos acordado con el Sergas resuelve el embrollo. El nuevo contrato lleva aparejado, en todo caso, algunas obligaciones por parte de Povisa, que tendrá que invertir en obras para la mejora de las instalaciones o en adquisición de equipamiento por un valor mínimo equivalente al 3% del contrato. También deberá aplicar los incrementos retributivos pactados en el convenio colectivo, que para este 2025 establece un 3% de aumento salarial.

La atención especializada recogida en el nuevo contrato que deberá prestar Povisa incluye, entre otros, asistencia especializada en consultas; asistencia en el hospital de día y procesos de cirugía mayor ambulatoria; hospitalización en régimen de internamiento; hospitalización domiciliaria; procedimientos diagnósticos y terapéuticos, y urgencias hospitalarias.

En el año 2022, los 76 millones del contrato con Povisa representaron algo más del 53% de la cuantía que destina el Sergas a la actividad concertada, 143 millones en aquel ejercicio, según los datos del Consello de Contas.