¿Vuelven las protestas a Alcoa? La plantilla tomará una decisión ante la parada de la fundición

El comité de San Cibrao convoca una asamblea general para el 17 de octubre para decidir si se retoman las movilizaciones antes la paralización de la fundición de aluminio

Una persona pasa delante de una pancarta, colocada por los trabajadores en la valla de la fábrica de Alcoa en San Cibrao

Una persona pasa delante de una pancarta, colocada por los trabajadores en la valla de la fábrica de Alcoa en San Cibrao. Carlos Castro – Europa Press – Archivo

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El comité de empresa de Alcoa San Cibrao ha convocado una asamblea general de trabajadores para el 17 de octubre, martes, con el fin de abordar la paralización de la fundición de aluminio y acordar medidas a tomar sobre si se retoman o no las movilizaciones.

Este jueves, el comité ha mantenido un encuentro extraordinario que ha decidido esta convocatoria para el día 17 con dos puntos en la orden del día: tratar la situación de la fundición y analizar el acuerdo de parada de las cubas, así como decidir «medidas a tomar».

Parada en la fundición

Alcoa decidió la paralización de la fundición el pasado 2 de octubre. La planta de aluminio ha agotado todo su inventario y para temporalmente sus hornos «debido a una difícil situación de mercado, que incluye los altos costes de energía y falta de pedidos de clientes», expone la empresa.

La fundición podrá reanudar sus operaciones si las condiciones del mercado mejoran. La fundición de la planta de aluminio ha continuado operando tras la paradas de las cubas de electrolisis en enero de 2022.

Sin impacto en el empleo

No obstante, la compañía garantiza que el ajuste de la producción «no tendrá ningún impacto en el empleo de la planta, su mantenimiento, ni en las inversiones previstas».

Precisamente, el pasado viernes, el presidente del comité de empresa, José Antonio Zan, ya informó de que se viven «problemas» en la fundición, puesto en ese momento solo fabricaban 50.000 toneladas de las que se podrían realizar, debido a que «los clientes han dejado consumir por el problema industrial».

Los trabajadores llegaron a un acuerdo hace casi dos años por el que se comprometían a no activar movilizaciones mientras las cubas de electrolisis estuvieran paradas, una medida que se tomó tras un largo conflicto (la justicia paralizó el ERE inicialmente en marcha) y que, finalmente, no conllevó destrucción de empleo.

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