El vehículo estrella de Urovesa araña otros 23 millones del Ejército

El Ejército de Tierra ha encargado a Urovesa el suministro de 38 nuevos Vamtac ST5, uno de los modelos del emblemático vehículo de alta movilidad táctica del fabricante gallego. El pedido se reparte en dos contratos, uno para la compra de 18 unidades por 11,2 millones y otro para adquirir 20 Vamtac de alta protección por 12,4 millones, según avanzó Infodefensa. En conjunto, los pedidos alcanzan los 23,6 millones de euros.

Estos contratos se enmarcan en el acuerdo marco que firmó Urovesa con el Ministerio de Defensa en 2020 para el suministro de un máximo de 700 vehículos con capacidad de carga útil de 1.500 kilos por un importe de 146 millones, más de lo que factura la compañía gallega en un año. En aquel acuerdo, que entró en vigor en el mes de julio de la pandemia, especificaba que los Vamtac irían destinados al Ejército de Tierra, Armada, Ejército del Aire y Órganos Comunes, y que comprenderían tres modelos distintos: alta movilidad táctica, alta protección y vadeo sin preparación.

Utovesa, proveedor de Defensa

El contrato consolidó aún más a Urovesa como gran proveedor de Defensa, pues ya había firmado otro similar en 2013 para el suministro de 750 unidades. A lo largo del pasado año, el Ejército de Tierra recibió más de 150 Vamtac en sus distintas modalidades y capacidades. Urovesa los ensambla en la fábrica pontevedresa de Valga.

La compañía explica sobre el ST5 que es «el modelo más relevante y conocido» de su gama y que goza de «un gran prestigio en España» e internacionalmente. «Puede moverse a altas velocidades con agilidad y seguridad en todo tipo de terrenos y zonas adversas donde otros todoterrenos tienen serias dificultades, mostrando así su eficacia, versatilidad y capacidad de reacción con plena operatividad allá donde ha sido necesario», señala.

Versatilidad

El 4×4 tiene múltiples aplicaciones, desde el transporte de tropas, a la lucha contra incendios o la atención sanitaria, pasando por la incorporación de todo tipo de sistemas de armas. «Su enorme capacidad de adaptación a diferentes roles y cargas favorece la proliferación de variantes sobre una plataforma básica común, lo que supone una ventaja operativa desde un ponto de vista del sostenimiento del Ejército», destaca una publicación oficial del Ejército de Tierra recogida por Infodefensa.

La empresa con sede en Santiago facturó 102,8 millones en 2022, dando un salto cualitativo respecto a los 60,9 millones de ingresos obtenidos en 2021. El beneficio de explotación se situó en los 18,5 millones, más del doble de los siete millones del ejercicio precedente, y las ganancias se elevaron hasta los 14 millones, casi el triple.