Un juzgado condena a la minera de Varilongo por vulnerar derechos al despedir a su director general
El TSXG ha declarado nulo el cese del que fuera director general de Galicia Tin & Tungsten, el también presidente de la Cámara Oficial Mineira de Galicia Juan José López Muñoz
Varapalo judicial a la minera de Varilongo. La sección primera de la sala de lo social del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha dado la razón al exdirector general de Galicia Tin & Tungsten tras el recurso planteado por su despido de esta sociedad a través de la cual la minera australiana Pivotal Metals proyectaba la reapertura del histórico yacimiento ubicado en Santa Comba.
El origen de la disputa se remonta a septiembre de 2021. Por aquel entonces, Juan José López Muñoz, que en el pasado fue director general de Cavisa, delegado territorial y que, además, ostenta la presidencia de la Cámara Oficial Mineira de Galicia, se reunió con el antiguo CEO de Pivotal Metals, Steven Turner, y mantuvo una comida antes de realizar una visita a la mina.
La secuencia del caso
A los pocos días de este encuentro, a López Muñoz (que había sido contratado por un headhunter) se le exponen, según consta en la sentencia a la que ha tenido acceso Economía Digital Galicia, «una serie de cuestiones sobre filosofía de trabajo de la empresa matriz (transparencia, organización, trabajo en equipo, gobierno)». En este correo electrónico, Turner le explica que tiene «que entender y adoptar dicha filosofía y si no está de acuerdo con ella debe valorar si encaja o no en la organización».
Esta comunicación se produjo en un momento marcado por la puesta en marcha de la planta piloto. En este sentido, Turner hacía ver en este email su descontento con la gestión de López Muñoz al entender que «él no dirigió él la planta piloto; que la habían dirigido otros dos trabajadores pero desde que llegó él deberían haberle podido transferir su trabajo y eso no sucedió». Además, en la misiva Turner recalca que López Muñoz «debería haberse hecho cargo y asegurarse de que la planificación estuviese mejor gestionada, que la coordinación fue terrible, que todavía no han evaluado y probado la planta por completo» y que la autoridad minera había «tenido que ayudarles a cumplir los plazos».
A estos motivos de descontento se sumaban otras dos incidencias. Por un lado, Turner afeaba a López Muñoz que hubiese tomado una cerveza durante la comida previa al a visita en la mina, aunque la defensa del ejecutivo gallego argumentaba que era sin alcohol. A este factor se suma el hecho de que en la visita al yacimiento se «debe llevar un equipo de alta visibilidad adecuado, cascos y botas, tanto en las operaciones como
en planta/bajo suelo», algo que, a juicio de Turner, López Muñoz no había cumplido tras afirmar «que le había dejado su equipo a otra persona».
Tras este episodio, la sentencia recoge que Turner «sugiere que no se toma en serio la prevención de riesgos o que siente que a él no se le aplica» motivo por el cual le avanza que se le impondrá una amonestación. Diez días después, López Muñoz recibió una carta de sanción ante la cual, según figura en la sentencia «no da crédito». «Le parece inaceptable que se le haga eso; que no lo merece y menos en la misma semana en que defendió el proyecto ante la Xunta y el Concello, con el resultado conocido. Y que no tiene intención de entrar en pleitos con la empresa, pero lo que le dicen en la carta, aparte de que no es cierto, le pone contra las cuerdas y le obliga a defender su honor y profesionalidad, dado que es bien conocido y representa a todo el sector en Galicia», recoge la sentencia.
Despido nulo
En este sentido, el también presidente de la Cámara Oficial Mineira de Galicia defiende que no se «puede permitir ni tiene por qué aceptar mansamente que se mancille su buen nombre profesional ni su imagen de forma inmerecida e injustificada, por lo que le pide que hable con
la empresa para que recapaciten; indicándole que el está dispuesto a hacer tabla rasa y olvidarse de este episodio y que se conforma con que actuasen como si el asunto no hubiese sucedido».
La respuesta de la empresa fue la comunicación del cese, que fue firmada como «no conforme» por parte del ejecutivo gallego, que emprendió una guerra en los tribunales que se saldó con una derrota en el juzgado de lo social de Santiago de Compostela, pero con una victoria en el TSXG. Y es que el tribunal ha declarado la nulidad del despido «por vulneración de la garantía de indemnidad». La empresa, que ha aparcado su proyecto en Varilongo y vendido la mina de San Finx para centrarse en sus iniciativas en Canadá, deberá abonar 1.280 euros a López Muñoz en el caso de que no haya acuerdo sobre su readmisión y, además, deberá indemnizarle con 7.501 por haber vulnerado derechos fundamentales.