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Luckia, Megasa, Comar, Zendal, Cortizo… Una nueva generación toma el mando en grandes grupos familiares
Los fundadores de estas compañías siguen al frente de las mismas aunque hijos y sobrinos toman posiciones al frente del día a día de las firmas

Raquel Cortizo, José González Suárez, María Montalvo y Andrés Fernández Álvarez-Santullano, destacados directivos de Cortizo, Luckia, Megasa y Zendal
Más allá de Inditex, la gran empresa familiar gallega lleva ya décadas con procesos sucesorios en marcha. Transiciones tranquilas, en la mayoría de los casos, donde los fundadores de las compañías se mantienen al frente de las mismas mientras sus herederos toman posiciones en cargos de gestión que desempeñan durante años. Luckia, uno de los dos gigantes del juego nacidos en A Coruña, ha sido el último en sumarse a la nómina de grupos que activan relevos graduales.
La antigua Egasa acaba de nombrar adjunto a la Presidencia a José González Suárez, sobrino del fundador y presidente del grupo, José González Fuentes. Se trata del último paso antes de que el directivo, ingeniero informático de formación y consejero del grupo desde hace una década, tome el testigo de su tío como primer ejecutivo.
La sucesión en las grandes del juego
González Suárez, de 46 años, es hijo del vicepresidente Alfredo González. Trabajó como consultor en proyectos de seguridad de compañías como Vodafone o R, antes de incorporarse, en 2012, al grupo familiar. Tres años después fue nombrado consejero en la reforma del órgano de gobierno que dio entrada en el consejo a la siguiente generación. Este relevo, si bien ya encaminado, no es inmediato, ya que se producirá como González Fuentes decida dar un paso atrás.
El proceso de relevo generacional que ha llevado a cabo Luckia ya fue dado hace años en la otra gran compañía gallega del sector del juego, Comar, en manos de la familia Collazo Mato. El empresario José Collazo Mato, histórico socio del ya fallecido Manuel Jove así como de José Souto y Modesto Rodríguez en negocios como la construcción del gigantesco centro comercial Marineda, ahora en manos de Merlin, figura como presidente de la sociedad cabecera del grupo, Comar Inversiones y Dirección de Empresas, aunque desde hace años su hijo Julio Collazo Mato asume gran parte de la gestión diaria de la compañía, centrándose en el ámbito del juego y la promoción inmobiliaria y figurando como consejero delegado solidario de esta sociedad de cabecera junto con Dolores Collazo Mato, su hermana.
El ejecutivo ocupa cargos directivos en las distintas sociedades de la empresa aproximadamente desde el año 2009 por lo que, en este caso, se trata de un proceso sucesorio que viene de lejos.
Las hermanas Cortizo
Algo similar ocurre en Padrón, en el Grupo Cortizo. Raquel Cortizo Almeida, hija del fundador de la compañía, José Manuel Cortizo Soñora, lleva más de 25 años trabajando en el gigante de soluciones de aluminio. La heredera del grupo asumió el cargo de directora general de Aluminios Cortizo en 2017 aunque, antes de eso, pasó una década como directora de Operaciones, y, antes como controller de filiales.
Sus hermanas también ocupan cargos directivos de relumbrón en la compañía: Naira Cortizo es responsable de Compra de Accesorios y Componentes; Miriam Cortizo del departamento de Prescripción y Yaiza Cortizo es administradora única de la sociedad patrimonial Cartera do Sar.
Coren
Otro gigante con sucesión tranquila y pautada se localiza en Ourense. Coren (Cooperativas Ourensanas) está dirigida por un consejo rector, cuyo presidente es Manuel Gómez-Franqueira Álvarez, hijo del histórico fundador, Eulogio Gómez Franqueira.
Su hija, María Gómez-Franqueira Otero, es vicepresidenta del consejo rector en representación de la Cooperativa de Agricultores y Ganaderos Gallegos. Además, es consejera delegada Coren Grill, la cadena de tiendas de comida preparada del grupo alimentario y ocupa cargos de consejera o vicepresidenta en otras filiales como Novafrigsa o Industrias Frigoríficas del Louro.
Tercera generación en Megasa
El relevo generacional también se cocina a fuego lento en Megasa, la primera siderúrgica gallega con base de operaciones en Narón. Hace poco menos de un año que Lucía Freire, hija de Enrique Freire Arteta, presidente de la compañía, fue nombrada consejera delegada de Bipadosa, la cabecera del grupo familiar.
Nieta del fundador de la compañía, Bartolomé Freire Lago, asumió el cargo el pasado año aunque desde 2021 figura como presidenta de Metalúrgica Galaica, sociedad comercializadora del grupo, también domiciliada en Narón, y de la nueva factoría francesa de la compañía, Societé Rouennaise de Déroulage (SRD), adquirida en 2023 dentro del proceso de expansión europeo.
Según fuentes cercanas al grupo, Lucía Freire y su hermana Inés se incorporaron ya hace cerca de una década a la gestión diaria de la empresa.
En el desembarco de la tercera generación en Megasa otro nombre propio es el de la abogada María Montalvo. En 2022, la directiva, hija de María Petra Freire Arteta, hermana de Enrique, se convirtió en presidenta de Freire Hermanos. Es una sociedad emblemática dentro del grupo, ya que fue germen del imperio siderúrgico.
Además, el año pasado, a la vez que su prima ascendía a consejera delegada de Bipadosa, ella era nombrada vicepresidenta.
Zendal
En Pontevedra también lleva fraguándose desde hace años la sucesión en Zendal, el mayor grupo biotecnológico gallego (teniendo en cuenta que Pharma Mar tiene su sede en Madrid). En manos de Pedro Fernández Puentes, su hijo Andrés Fernández Álvarez Santullano es consejero delegado de la farmacéutica de O Porriño desde el año 2015. Antes de eso fue director general de CZ Veterinaria, el germen del grupo, que comenzó con las vacunas de animales.
Pero el imperio del veterano empresario va más allá que la compañía de vacunas, con ramificaciones en empresas que van desde Pharma Mar, en donde es vicepresidente, hasta las química Zelnova, que controla por completo. Hace unos meses, el directivo dio otro paso de cara a su particular proceso sucesorio al escindir el negocio de su sociedad patrimonial Safoles –con la que controlaba, entre otras, sus participaciones en Zendal Health y en Zelnova– en otros dos vehículos: Alduschen SL y Sampupilo SL. Aquí, el ejecutivo figura ahora como administrador solidario, acompañado por dos de sus cinco hijos.
En la primera sociedad, domiciliada en Vigo y dotada de un capital social de 1,21 millones de euros, Pedro Fernández Puentes comparte responsabilidad con María Concepción Fernández Álvarez-Santullano. Por su parte, la segunda tiene como administradores solidarios al propio Pedro Fernández Puentes y a su hijo Marcos Fernández Álvarez-Santullano.
Otro de los hijos de Fernández Puentes, Félix, figura según los datos del Registro Mercantil como consejero en Zelnova-Zeltia, compañía química que comercializa productos tan conocidos como Kill-Paff, Casa y Jardín o Toke.
Por otro lado, tanto Fernández Puentes como sus hijos Andrés, Félix, Marcos, María Concepción y Pedro, figuran con el consejo de administración de Ingercover, una de las últimas sicavs que mantiene en activo hoy en día el empresariado gallego y que cerró el año pasado movimiento un patrimonio de algo más de 16 millones de euros.