Barita, tántalo, berilio… ¿Dónde están las ‘tierras raras’ y otros minerales estratégicos en Galicia?

El Monte do Galiñeiro, entre los concellos de Vigo y Gondomar, alberga uno de los yacimientos de tierras raras de la península esenciales para para todo tipo de componentes, como baterías para vehículos eléctricos, placa fotovoltaicas o microchips

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Escandio, itrio, lantano, cerio o prometio. Son los nombres de algunos de los elementos de la tabla periódica, no tan conocidos como otros, pero que están llamados a jugar un papel importante en el desarrollo tecnológico del futuro gracias a sus propiedades magnéticas, luminiscentes y electroquímicas únicas. 

Las pantallas táctiles de los teléfonos móviles, las piezas para vehículos eléctricos o la mayor parte de los dispositivos que podamos tener en nuestro hogar necesitan de estos elementos para su correcto funcionamiento. 

Los conocidos como ‘tierras raras’ son un grupo de 15 elementos del grupo de los lantánidos en la tabla periódica ( lantano, cerio, praseodimio, neodimio, prometio, samario, europio, gadolinio, terbio, disprosio, holmio, erbio, tulio, iterbio y lutecio) junto al escandio y al itrio, cuya extracción y procesamiento pueden resultar complejos. 

A estos elementos hay que añadir otros considerados materias primas críticas como el tungsteno, el tántalo o el berilio, que se han vuelto imprescindibles con la llegada de las nuevas tecnologías. 

‘Tierras raras’ en Galicia

En el Monte do Galiñeiro,  entre los concellos de Vigo y Gondomar, se encuentra uno de los yacimientos de ‘tierras raras’ de la península. Según estimaciones del Colegio Oficial de Geólogos, el yacimiento podría contener recursos para una extracción de hasta 3.000 toneladas. Valdeorras es otro de los puntos de la comunidad en los que se estima que podría contener estos materiales. 

Hasta el momento la mina de Penouta (Viana do Bolo), explotada por la canadiense Strategic Minerals, ha sido el punto en el que se ha llegado a una mayor exploración del sector de los minerales estratégicos. Se trata del único yacimiento en Europa que extraía tantalio y niobio para la producción de coltán, esencial para la industria electrónica. 

A finales de 2023 la compañía veía interrumpida su actividad en la mina tras la decisión del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) de anular el permiso de la Xunta. En octubre del año pasado la empresa entró en concurso de acreedores

Materiales críticos

La Infraestructura Europea de Datos Geológicos (EGDI por sus siglas en inglés) sitúa el tungsteno, también conocido como wolframio, en las provincias de A Coruña y Ourense. Este elemento es fundamental en la fabricación de contactos eléctricos para dispositivos electrónicos y de electrodos para soldadura y también  encuentra aplicaciones en la industria médica para producir equipos quirúrgicos como prótesis ortopédicas e implantes dentales. 

Además de las minas de San Finx y Santa Comba, en suelo coruñés el wolframio se encuentra en Fonte Fría (Lousame) y Monte Neme (entre Malpica y Carballo). En el caso de Ourense el EGDI lo localiza en Gomesende, Lobios, Laza y Valdeorras. También sitúa este elemento en el complejo minero de Fontano  en el concello pontevedrés de Vila de Cruces.  

Berilio, Tántalo y Barita

El berilio es un metal no magnético liviano y duro, buen conductor de la electricidad y el calor que se usa en componentes aeroespaciales y de la industria de defensa, productos de alta tecnología o reactores nucleares. En la comunidad el EGDI lo sitúa también en el Monte do Galiñeiro. 

Por su parte, el tántalo, un metal que se puede mantener en altas temperaturas y que resiste bien la corrosión, se utiliza, entre otros, para la fabricación de conductores electrolíticos, en las turbinas aeronáuticas, instrumental de las aeronaves, navegación por satélite. También está presente en discos duros, teléfonos móviles, portátiles, ordenadores, televisores de plasma. Santa Comba, San Finx, Fontao y Penouta son los principales puntos en los que se localiza este elemento en la comunidad gallega. 

En cuanto a la barita, el EGDI lo sitúa exclusivamente en Fontarón, parroquia del concello lucense de Becerreá. Además de en la producción de papel y caucho, se utiliza en la fabricación de vidrio en la que actúa como fundente, oxidante y decolorante. También está presente en otras industrias como la química, la electrónica o la metalúrgica. 

El plan del Gobierno

Las tierras raras se han convertido en una de los objetivos de Donald Trump. El presidente de los Estados Unidos aspira a explotar la baza de los minerales críticos para dar respuesta a la, cada vez mayor, demanda del sector tecnológico y aprovechar los recursos de otros territorios como Groenlandia o Ucrania. 

España ha entrado también en la carrera de los materiales críticos y las ‘tierras raras’. Esta misma semana el Gobierno anunció su Plan de Acción 2025-2029, pionero en la UE, para la gestión sostenible de las materias primas minerales, cuyo objetivo es defender la “autonomía estratégica” en este tipo de recursos. 

El plan, que es el primero que se lanza a nivel estatal en casi cincuenta años,  implicará a todo el sector minero del país y destinará más de 400 millones a ayudas públicas para identificar y extraer estos materiales.  

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