Telxius recorta un tercio sus beneficios mientras Amancio Ortega triplica su apuesta
La filial de infraestructuras de Telefónica, que está participada al 30% por Pontegadea. cerró el primer semestre del año con un beneficio neto por valor de 16 millones de euros
Frenazo de Telxius en su cuenta de resultados en plena época de cambios en su accionariado. La filial de infraestructuras de Telefónica ha visto cómo su beneficio neto retrocedía un 33% en un ejercicio marcado por la salida del fondo de capital riesgo KKR de su capital.
En concreto, según se desprende de la memoria semestral de Telefónica, Telxius ha pasado de ganar 24 millones de euros entre enero y junio de 2022 a embolsarse 16 millones en el mismo periodo de 2023. La compañía, que había cerrado su ejercicio fiscal 2022 con un beneficio neto por valor de 50 millones de euros, se aleja ahora de esta cota en su primer año bajo el timón de Telefónica (su matriz) y Pontegadea (el brazo inversor de Amancio Ortega).
El viaje de Amancio Ortega con Telxius
Y es que el fundador de Inditex maneja ahora una participación del 30% en Telxius después de haberse hecho con diferentes paquetes accionariales por dos vías. Amancio Ortega irrumpió en el accionariado de la compañía en 2008 tras desembolsar 379 millones de euros por una participación del 10%.
Esta inversión se articuló a través de Pontel Participaciones. Se trata de una sociedad por aquel entonces controlada por Telefónica, que controlaba un 60% del capital de Telxius, dejando en manos de KKR el 40%. Pontegadea desembarcó en esta sociedad tras hacerse con el 16,66% de su capital (el 83,3% restante quedó en manos de Telefónica), situando así su participación indirecta en Telxius en el 10%.
Sin embargo, a comienzos de este año Pontel Participaciones desembolsó 215 millones de euros a KKR para hacerse con su participación del 40%, haciéndose, por tanto, con el control total de la compañía. Pero, además de esta operación, el baile accionarial llegó también a la propia Pontel Participaciones, cuyo capital se divide ahora al 70% para Telefónica y el 30% restante para Pontegadea.
Esta fue la mayor operación en el seno de Telxius desde que en 2021 sellase la venta de su división de torres de telecomunicaciones en Europa (España y Alemania) y Latinoamérica (Brasil, Perú, Chile y Argentina) a American Tower por un importe aproximado de 7.700 millones de euros. El acuerdo contemplaba el traspaso de 30.722 emplazamientos de torres de telecomunicaciones y dejó unas plusvalías por valor de 3.691 millones en Telxius, que cerró el ejercicio 2021 con un beneficio neto por valor de 2.098 millones de euros y abonó un dividendo por valor de 2.603 millones.
A vueltas con el Impuesto de Sociedades de 2021
Estos beneficios millonarios con la venta a American Tower siguen dejando sus particulares últimos coletazos en las cuentas de Telefónica. No en vano, en ellas figura una partida con la recuperación del crédito por importe de 876 millones de euros correspondiente al Impuesto sobre Sociedades del ejercicio 2021. «El importe fue distribuido a sus accionistas, correspondiendo a KKR 351 millones de euros por el 40% y a Pontegadea 88 millones de euros por el 9,99%», asegura Telefónica.
Hacienda debía este importe a Telxius por el crédito fiscal que se generó «principalmente en el segundo pago fraccionado del 2021 (…). La ganancia obtenida en la venta de sus filiales de la división de torres, si bien exenta (al 95%) en el impuesto sobre sociedades, se consideró íntegramente a los efectos del cálculo del pago a cuenta. Dicho crédito se incluyó en la declaración anual del Impuesto sobre Sociedades del 2021 que se presentó en el mes de julio de 2022. La recuperación (devolución) de este crédito se ha producido en enero de 2023» desvela la firma que preside José María Álvarez Pallete, que ha puesto sobre la mesa una propuesta de un ERE para 5.100 trabajadores en toda España.
De esta cantidad, alrededor de 300 se corresponden a empleados de la compañía en Galicia. Este expediente de regulación de empleo (ERE), en el caso de ejecutarse en los términos planteados, implicaría la destrucción de la mitad de los casi 600 puestos de trabajo que la compañía tiene en la comunidad.