Talgo hace frente a Renfe y ve improcedente la multa de 116 millones por los Avril
El fabricante confirma la penalización por el retraso en la entrega de los trenes, un modelo clave para el AVE a Galicia, pero rechaza pagar, lo que acabará con el conflicto, previsiblemente, en los tribunales
El conflicto entre Renfe y Talgo por los retrasos en la entrega de los trenes Avril, el material rodante clave para extender la alta velocidad en Galicia, enfila los tribunales. El fabricante ha comunicado a la CNMV que ha recibido una notificación de Renfe con la penalización de 116 millones por los problemas del proyecto S106 (los Avril), incluyendo una carta de pago por ese importe. Los trenes se estrenaron el pasado mayo, en la línea AVE entre Madrid y Galicia, casi ocho años después de que se encargaran a Talgo. Y tras entrar en funcionamiento, generaron numerosas incidencias y los consiguientes retrasos en los trayectos.
La compañía, sin embargo, no está dispuesta a pagar esa multa, ya que ha defendido durante todo el proceso que los retrasos en la entrega estaban justificados, bien por causas de fuerza mayor como la pandemia, o por otros problemas ajenos a su propia gestión. En el comunicado a la CNMV deja claro que considera improcedentes las sanciones y que así se lo ha comunicado formalmente a Renfe en una contestación que «aporta nuevos argumentos y justificaciones que refuerzan la validez y suficiencia de las razones previamente presentadas».
Las posturas de las empresas, de proveedor y cliente, apuntan a que el conflicto tendrá que resolverse en los tribunales. Talgo deja claro que esa vía está abierta al «reiterar su compromiso con la protección de los intereses de todos sus empleados, clientes, accionistas y demás grupos de interés y continuará adoptando todas las medidas legales necesarias para ello», según indica en la comunicación al regulador.
Talgo ‘cambia el chip’
El fabricante, hasta el momento, no ha provisionado en sus cuentas los 116 millones de penalización y a cierre de 2023 consideraba una posibilidad remota que se produjera una reclamación formal. “Con la información disponible considerada en su conjunto, la sociedad considera remoto que se materialice dicho riesgo”, decía entonces en sus cuentas anuales. La comunicación de este martes a la CNMV, sin embargo, parece apuntar a una batalla legal de calado.
En la memoria de ejercicio de Talgo exponía algunos de los argumentos que ha esgrimido frente a Renfe para defenderse de las sanciones. “Talgo respondió en disconformidad alegando causas de fuerza mayor, entre ellas caídas en la producción e interferencias en la cadena de suministro generadas por el Covid-19 y otros eventos geopolíticos (guerra en Ucrania), así como otras causas exógenas a Talgo que han provocado retrasos en los procesos de pruebas y homologación”, exponía.