Stellantis busca sustituto a Carlos Tavares tras el frenazo en Estados Unidos
El consorcio ha iniciado el proceso de búsqueda de un nuevo consejero delegado que suceda a un Carlos Tavares cuestionado por el reciente desempeño de la compañía en el mercado americano
Stellantis estudia un posible vuelco a su cúpula. El consorcio automovilístico formado tras la fusión de PSA y Fiat Chrysler en el año 2019 ha dado comienzo al proceso de búsqueda de un sucesor para el puesto de consejero delegado que actualmente ocupa Carlos Tavares, cuyo contrato vence en 2026.
El fabricante de automóviles ha confirmado esta decisión adelantada por la agencia Bloomberg y enmarcó este movimiento dentro de la planificación habitual de la sucesión.
La presión sobre Tavares está aumentando debido al mal desempeño de Stellantis en mercados como Estados Unidos, su mayor fuente de ganancias. Además, el presidente de la empresa nacida de la fusión de los grupos Fiat Chrysler Automobiles y Groupe PSA, John Elkann, está cada vez más insatisfecho con la situación del fabricante en América del Norte, donde las ventas se han desacelerado y varios directivos han abandonado la empresa, según comentaron las fuentes, que pidieron no ser identificadas.
Tavares, de 66 años de edad, ha sido el encargado de pilotar un plan de reducción de costes y ahora lidia con el debilitamiento de la demanda de automóviles eléctricos y la intensificación de la competencia de los fabricantes chinos. En Estados Unidos, el fabricante de Jeep y Chrysler se está enfrentando a varios problemas, como altos niveles de inventarios, temas de calidad y una participación de mercado en declive.
Es «normal» que la junta directiva comience a analizar la planificación de la sucesión dada la importancia del puesto de consejero delegado, «sin que esto tenga un impacto en futuras discusiones», ya que aún existe la posibilidad de que Tavares permanezca en el cargo por más tiempo, afirmó a Bloomberg un portavoz de Stellantis. Las acciones estadounidenses de Stellantis subieron hasta un 3,9% después de la noticia. La acción todavía ha bajado más de un tercio este año.
Críticas de los concesionarios
Además, a principios de este mes, los líderes de la red de concesionarios estadounidenses de Stellantis criticaron a Tavares por presidir una «rápida degradación» de las marcas del fabricante, que también incluyen Ram y Dodge, instándole a gastar más dinero para eliminar el inventario antiguo de sus lotes.
La compañía también enfrenta la posibilidad de más huelgas en Estados Unidos e Italia en las próximas semanas. La directora financiera del grupo, Natalie Knight, afirmó el pasado lunes por la noche que la solución de los problemas en Estados Unidos será una «máxima prioridad» para Stellantis hasta finales de este año, añadiendo que la empresa está trabajando arduamente para encontrar soluciones que satisfagan a todas las partes interesadas, incluidos los distribuidores.
Stellantis se comprometió recientemente a invertir más de 406 millones de dólares (364,2 millones de euros) en tres plantas de Michigan, EE.UU. Aun así, Tavares ha estado exigiendo recortes presupuestarios adicionales para proteger la rentabilidad, lo que ha alimentado las preocupaciones de que su agresivo impulso a la eficiencia pueda poner en peligro proyectos a largo plazo y flujos de ingresos, afirmaron las fuentes.
A vueltas con los empleos
El director general también ha estado eliminando puestos de trabajo y reduciendo la capacidad en las fábricas estadounidenses desde que una caída en las ventas en Estados Unidos redujo las ganancias del primer semestre casi a la mitad.
Stellantis bajo Tavares está vendiendo más activos y planteó la posibilidad de deshacerse de una o más de las 14 marcas del grupo para proteger las ganancias. La junta directiva del grupo se reunirá en Estados Unidos el 9 y 10 de octubre para evaluar los planes implementados para dar un giro al negocio en la región, señalaron las fuentes.
El consejero delegado recibió elogios por su impulso a la eficiencia en los años posteriores a la fusión en 2021 de Fiat Chrysler y la francesa PSA, porque hizo que el grupo fuera más eficiente y reforzó los rendimientos. En los meses posteriores a la pandemia, Stellantis se benefició de la demanda acumulada y los altos precios de los vehículos, y las acciones alcanzaron su punto máximo hace seis meses. En julio, el fabricante de automóviles informó de una caída del 48% en el beneficio neto del primer semestre.
«Las perspectivas económicas del sector de la automoción requieren que se revisen las inversiones con el objetivo de centrarse en aquellas que representen una contribución máxima a la satisfacción del cliente, al rendimiento de la empresa sin comprometer el cumplimiento de las regulaciones, en particular el CO2», concluyó un portavoz de Stellantis.