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Un socio de la Xunta y Gadisa en Reganosa tiene la llave geopolítica de la opa sobre Naturgy
Sonatrach, el accionista argelino de Reganosa, controla también un 4% de Naturgy y es socia del gasoducto que inyecta gas desde Argelia a España
Sonatrach, el longevo accionista de Reganosa, ocupa una posición estratégica en la opa que Taqa está negociando para quedarse con Naturgy, la principal gasista de España y la primera comercializadora de gas y electricidad en Galicia. La compañía argelina controla el 4% del capital del grupo que dirige Francisco Reynés, con el que mantiene un megacontrato para el suministro de gas desde el país norteafricano. Gracias a esta alianza, Argelia es el principal proveedor de gas de España, posición que cobró todavía más relevancia con la invasión de Ucrania y las sanciones al gas ruso.
Sonatrach, también socio del Megdaz, el gasoducto del Mediterráneo entre los dos países, mantiene relaciones comerciales con Naturgy desde hace más de 30 años y compartió accionariado con la eléctrica en Reganosa hasta el año 2016. En ese ejercicio, la antigua Gas Natural Fenosa decidió abandonar el capital de la regasificadora, coincidiendo con la transformación de la empresa gallega en transportista de gas.
La Ley de Hidrocarburos impide que una misma persona física o jurídica ejerza derechos sobre el gestor de la red de transporte y, al mismo tiempo, controle una empresa que lleve a cabo estas actividades. El nuevo papel de Reganosa como transportista, por tanto, impedía a Naturgy ejercer sus derechos como accionista significativo de la compañía, prohibiéndole nombrar consejeros o limitando su derecho a voto en la junta.
Para ser un solamente un socio financiero sin voz ni voto, la eléctrica prefirió vender su 21% del capital, pero Sonatrach decidió quedarse. La gasista estatal argelina todavía controla el 11,7% del holding Reganosa Holdco, dueño de la planta de Mugardos y, ahora también del 25% de la terminal de Enagás en El Musel, en Asturias. Los otros socios del grupo son la familia Tojeiro (que retiene un 33,14% a través de Gadisa y un 26,51% con Forestal del Atlántico) y con la Xunta, con una paquete de un 28,59%.
Sonatrach participa en Reganosa a través de la sociedad Sonatrach Petroleum Investment Corporation BV, con sede en Holanda y que cuelga que Sonatrach International Holding Corporation, con sede en Tórtola, en las Islas Vírgenes.
Argelia y Marruecos
Los poderes de Sonatrach y la posición de Argelia como socio estratégico de España otorgan a la operación que pretende cuadrar Taqa de relevantes implicaciones internacionales. La energética de Abu Dabi es una aliada de Marruecos, país donde suministra electricidad a 18 millones de clientes y donde es el principal inversor energético. A través de su filial marroquí, Taqa también lidera la inversión en renovables para contribuir al proceso de descarbonización, impulsando proyectos de fotovoltaica e hidrógeno.
El papel de Taqa en Marruecos explica en parte las malas relaciones que mantiene Emiratos Árabes con Argelia. Explicaba este jueves El Confidencial que en Argel consideran que los EAU brindan apoyo al proyecto de gasoducto submarino por el que aboga el rey Mohamed VI para transportar el gas de Nigeria hasta Marruecos por una docena de países y desembocando en España. Este proyecto compite con otro más barato que promueve Argelia para conectar Nigeria a través de Italia.
Este sería uno de los nuevos puntos de conflicto que habrían agravado las históricamente malas relaciones entre Argelia y los emiratís, cuyas relaciones comerciales están prácticamente rotas.
España, por su parte, necesita de la conexión argelina del gas y ya protagonizó un importante desencuentro con el país norteafricano con su cambio de postura sobre el Sáhara Occidental. En aquella crisis diplomática, Argelia ya amenazó con suspender las relaciones comerciales con España si su gas llegaba a la red de abastecimiento de Marruecos.