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La sombra del trabajo forzoso en los proveedores de Shein pone en jaque su salida a bolsa
El regulador británico revisa la supervisión de la cadena de suministro del gigante de la moda ultra low cost tras la denuncia de un grupo en defensa de la población uigur en China
La salida a bolsa de Shein en Londres se complica. La impugnación de la cotización de un grupo en defensa de la población uigur en China habría provocado que el regulador británico esté tardando más de lo habitual en aprobar el salto al parqué de la multinacional al estar comprobando la supervisión de su cadena de suministro.
En concreto la asociación Stop Uyghur Genocide (SUG) acusa al gigantes líder del fast fashion de utilizar algodón procedente china de Xinjiang, región en la que, según denuncian varias ONG desde hace años, se promueve la esclavitud laboral.
Tal y como avanza Reuters, el Comisionado Independiente Antiesclavitud de Gran Bretaña, organismo dependiente del Ministerio del Interior británico, también habría manifestado su preocupación por la salida a bolsa de la multinacional debido a las acusaciones sobre las prácticas laborales de los proveedores.
Los de Chris Xu solicitaron a principios de junio una solicitud confidencial ante el regulador británico para comenzar a cotizar en Londres. Ese mismo mes, la asociación Stop Uyghur Genocide (SUG) anunció que impugnaría su salida a bolsa y dos meses más tarde envió a la Financial Conduct Authority (FCA) documentación en la que alegaba que la compañía usaba algodón de la región de Xinjiang.
Antiguas acusaciones de usar algodón de Xinjiang
No es la primera vez que una organización acusa a la compañía de trabajar con proveedores de esta zona. El pasado mayo la ONG suiza Public Eye publicó una actualización de un informe que elaboró en 2021 en el que denunciaba las malas condiciones laborales en algunas de las fábricas que producen prendas para el gigante de la moda ultra low cost. Según relataba la organización, “el número de horas extra excesivas siguen siendo habituales” para muchos trabajadores.
Al respecto de dicha publicación la compañía explicó a este medio que no reconocían las acusaciones planteadas en el estudio y que defendían el avance que ha hecho para mejorar las condiciones laborales y salariales de la cadena productiva. “En Shein, aunque no reconocemos muchas de las acusaciones publicadas y planteadas en el informe de Public Eye acerca de las horas de trabajo y los salarios, hemos avanzado mucho en la mejora de las condiciones de todo nuestro ecosistema”.
En un informe sobre sostenibilidad de la cadena de producción publicado en agosto la compañía reveló que encontró dos casos de trabajo infantil en sus proveedores durante el año pasado, algo que la habría llevado a reforzar las auditorías de sus fabricantes.
La empresa declaró que ambos casos se habían “resuelto rápidamente”, con medidas correctoras que incluían la rescisión de los contratos de los empleados menores de edad, la organización de revisiones médicas y la facilitación de la repatriación a los padres o tutores en caso necesario.