San José, Copasa y Puentes dicen adiós a casi 500 millones de las 'megaobras' de Almeida

Las grandes obras planificadas por el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida están pasando por delante de las mayores constructoras gallegas sin que puedan siquiera probar bocado. El Consistorio, que maneja un presupuesto de 6.277 millones –19 veces mayor que el de Vigo, por ejemplo–, ha adjudicado los contratos para soterrar el tramo norte del Paseo de la Castellana y para cubrir la M-30 a su paso por Puente de Ventas sin que ninguno recaiga en empresas gallegas. Copasa y Grupo Puentes presentaron oferta en ambos concursos formando parte de la misma UTE. Lo mismo sucedió el pasado julio con el soterramiento de parte de la A-5, al que optó también San José sin que la adjudicación recayera en ninguna de las compañías gallegas.

Las tres actuaciones forman parte de las conocidas como megaobras de Martínez Almeida, en las que el Ayuntamiento ha comprometido, de momento, cerca de 500 millones de euros. El regidor, devoto del Camino de Santiago y perseverante peregrino, defiende estas inversiones como proyectos transformadores de la ciudad para fomentar la competitividad y la cohesión territorial.

Ganan FCC y Ferrovial

El pasado miércoles, el Ayuntamiento madrileño daba a conocer las UTEs ganadoras de dos de los proyectos estrella de Almeida. La alianza entre FCC, Pacsa y Taga se encargará del cubrimiento de la M-30 a la altura de Ventas para crear 17.000 metros cuadrados de zonas verdes que conecten los distritos de Ciudad Lineal y Salamanca. Al concurso, de 70,4 millones, acudieron las constructoras gallegas Copasa y Puentes, en una UTE de la que formó también parte Comsa. Sin embargo, se llevó el gato al agua el consorcio liderado por el grupo de las hermanas Koplowitz, que obtuvo la mejor valoración técnica y ejecutará el cubrimiento con una oferta un 18% por debajo del presupuesto de licitación.

En el otro concurso, el soterramiento del tramo norte del Paseo de la Castellana, concurrieron prácticamente los mismos contratistas. Copasa y Puentes volvieron a ir de la mano con Comsa, mientras que el resto de UTEs estaban formadas por FCC, Pacsa y Taga; Ferrovial, Gestión y Ejecución de Obra Civil, y Licuas; Sacyr y Padecasa, Dragados y Seranco; Ortiz y Acciona; y Vías y Construcciones y Azvi. Solamente OHLA se presentó en solitario.

La adjudicación, en este caso, fue para la UTE liderada por Ferrovial por 98,4 millones. Las dos obras, por tanto, costarán casi 170 millones.

La mayor obra de Almeida

No es nuevo para las constructoras gallegas lo de quedarse con la miel en los labios. Anteriormente optaron las tres a la mayor obra pública de los dos mandatos de Martínez Almeida, quien recientemente metió en un lío a su compañero de filas Alfonso Rueda al dar a entender que retiró la candidatura de la Ribeira Sacra a Patrimonio de la Humanidad para favorecer la del Paisaje de la Luz de Madrid. Se trata del soterramiento de la A-5, un contrato de 344 millones divido en dos lotes para actuar sobre 3,2 kilómetros del Paseo de Extremadura.

El pasado julio, la mesa de contratación adjudicó las obras a Acciona y Dragados, que se encargarán del tramo desde Batán a la Avenida de Portugal; y a FCC y Ferrovial, que soterrarán desde la avenida de Portugal hasta Batán. La UTE formada por el grupo de la familia Entrecanales y el de Florentino Pérez había obtenido la mejor valoración en ambos lotes, pero no podían adjudicarse a las mismas empresas ambos tramos, por lo que uno de ellos recayó en la segunda mayor puntuación.

Las constructoras gallegas se habían formado tres alianzas distintas para optar a las obras, pero no las consiguieron ninguna. Copasa estaba acompañada por Comsa y Becsa; San José compitió junto a Vías y Construcciones, filial de ACS, y Grupo Ortiz; mientras que Puentes se unió a Rover y Sánchez Domínguez.