Rodman Polyships, en el ojo del huracán de las denuncias por la gestión de Hacienda en Vigilancia Aduanera
UGT denuncia casos de amianto en los barcos del SVA y que buques construidos por Rodman, con más de 8 millones de euros invertidos hace apenas cuatro años, hoy ya presentan “grietas estructurales”

Alfonso Rueda presidió el acto de celebración del 50 aniversario de Rodman Polyships / Xunta
UGT ha denunciado este lunes la gestión “temeraria, negligente y opaca” de la Agencia Tributaria (AEAT) y de la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera (DAVA) por “poner en jaque” la operatividad de la flota marítima del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) y “ocultar riesgos gravísimos” para la salud de los trabajadores “de manera sistemática”. Ante esta situación, el sindicato ha reclamado en un comunicado que se asuman “inmediatamente” responsabilidades técnicas y directivas. Varios son los frentes sobre los que pone sus críticas. Y el astillero vigués Rodman Polyships no es ajeno a las denuncias.
“Durante años, la Dirección Adjunta de Vigilancia Aduanera ha ocultado la existencia de materiales con amianto en las embarcaciones de su flota, hasta que la evidencia ha sido tan contundente que ya no se ha podido barrer bajo la alfombra”, argumenta UGT. En este sentido, el sindicato detalla que en la embarcación Alcaraván I (Santander), “tras dos años de denuncias por parte de UGT que fueron ignoradas por la DAVA”, se ha confirmado la presencia de crisotilo (amianto blanco), que no es una “molestia menor”, sino una amenaza cancerígena.
El amianto
Al comprobarse que otras embarcaciones del mismo modelo y astillero están igualmente afectadas (Bilbao, Gijón, Ribadeo, Muros) se ha paralizado la flota del norte, señala el sindicato. Además, UGT denuncia que la AEAT ha optado por esperar al resultado de la concentración de fibras de amianto en el aire en lugar de activar el Protocolo de Vigilancia de la Salud específico por trabajar en un entorno con amianto, cuando la normativa establece la obligación de realizar esta vigilancia específica frente al riesgo de exposición al amianto con respecto a sus trabajadores y las familias de éstos.
Para UGT, la situación “roza lo grotesco”, pues además de la paralización de cinco embarcaciones en el norte por riesgo de amianto, los trabajadores se encuentran con una flota desguazada por las averías, sin mantenimiento efectivo, “y con ejemplos de despilfarro e incompetencia que ofenden a cualquier servidor público”.
Los barcos de Rodman
En este sentido, UGT pone como ejemplo el caso del buque Cóndor, construido por el Astillero Rodman Polyships, con más de 8 millones de euros invertidos hace apenas cuatro años y hoy ya con “grietas estructurales”.
Además, sólo dos de las ocho embarcaciones rápidas del modelo Audaz facturadas se han entregado y ambas han presentado fallos en los motores hidrojets y sus problemas de diseño han obligado a modificar el espejo de popa. Estas embarcaciones, también construidas por el astillero Rodman PolyShips, tienen un coste unitario de 1,8 millones de euros (en total más de 14 millones) y acumulan 17 meses de retraso en la entrega.
Al mismo tiempo, UGT ha denunciado que la enajenación de la flota aérea del Servicio de Vigilancia Aduanera constituye un ejemplo “paradigmático de gestión pública descuidada y desprovista de toda lógica económica y operativa”.
Una venta “opaca”
“El desmantelamiento de cuatro aeronaves -equipadas con tecnología de alto valor como telefonía satelital, AIS y sistemas optrónicos valorados en millones de euros- se realizó a precios de saldo, con licitaciones que llegaron a situarse por debajo incluso del coste de un solo contrato de mantenimiento de motores aún vigente. Es escandaloso que, tras inversiones acumuladas de más de siete millones de euros en mejoras tecnológicas e infraestructuras operativas, la AEAT liquidase el conjunto por importes ridículos que ni siquiera cubren el coste de los repuestos instalados», expone.
El sindicato ha subrayado que fue una venta “acelerada y opaca” a la empresa Emiratos Khalifa Capital, “con indicios de desidia institucional y una alarmante falta de planificación estratégica”, pues “no sólo vacía de capacidades al Servicio de Vigilancia Aduanera en la lucha contra el narcotráfico y el contrabando, sino que implica una pérdida patrimonial directa para las arcas públicas”.