Los hospitales gallegos de Ribera Salud acumulan números rojos de más de seis millones
Povisa y el hospital Juan Cardona de Ferrol cerraron en pérdidas el año que la francesa Vivalto Santé compró Ribera Salud; Polusa y Clínicas Santo Domingo también aportaron números rojos al grupo debido a los ajustes de consolidación
La adquisición de Povisa en 2019 convirtió a Ribera Salud en el mayor operador sanitario privado de Galicia, debido al tamaño del hospital vigués. La operación, sin embargo, solo fue el primer paso de una rápida expansión por la comunidad que llevó al grupo de origen valenciano, ahora controlado por la francesa Vivaltó Santé, a tomar el control del lucense Polusa y del ferrolano Juan Cardona, además de Clínicas Santo Domingo, también en Lugo. La oleada de compras se hizo en poco más de dos años, entre 2019 y 2021, y con una pandemia de por medio. Vino a confirmar las dificultades que atravesaban las fundaciones y empresas familiares que controlaban los complejos y la tendencia de los centros privados a concentrarse en grupos más grandes, como ratificó el traspaso de los ourensanos El Carmen y Cosaga a Recoletas el año pasado.
Las compras de Ribera Salud no solo lo convirtieron en el mayor operador privado de Galicia, sino también en el principal perceptor de fondos públicos, acaparando en sus tres hospitales la gran mayoría de los recursos que destina la Xunta a la actividad concertada. Antes de la venta de Povisa, el hospital vigués, Polusa y el Juan Cardona concentraban el 70% de los fondos del Sergas para derivar pacientes del sistema público a la sanidad privada, 141 millones en aquel ejercicio, según un informe del Consello de Contas.
Sin embargo, todo este negocio que combina los servicios privados con la atención a pacientes derivados del Sergas no está consiguiendo generar beneficios para el grupo. En las últimas cuentas presentadas por Ribera Salud, todas las sociedades que controla en territorio gallego le aportan pérdidas. Las más abultadas son las de Povisa, con 5,8 millones, seguidas del resultado negativo del Juan Cardona de 721.000 euros. Polusa y Clínicas Santo Domingo, el negocio lucense, sí que acabaron en beneficios, aunque tan parcos que los ajustes de consolidación hacen que aporten números rojos al grupo por valor de 118.000 y 76.000 euros, respectivamente. En conjunto, la actividad de Ribera en Galicia aportó pérdidas de 6,1 millones en el año 2022.
Es un incremento sustancial respecto al año anterior, donde los números rojos fueron de menos de 800.000 euros. Claro que, en 2021, Povisa había perdido solamente 1,15 millones y el Juan Cardona logró un resultado positivo de más de 300.000 euros.
Pérdidas de 27 millones el año de la venta
La mala salud del negocio gallego coincide con un mal comportamiento general del grupo, afectado por una fuerte caída en los ingresos. Según las cuentas de Primero Salud, la sociedad madrileña que ejerce como cabecera del holding, la cifra de negocio cayó desde los 659,6 millones de 2021 a 586,7 millones al año siguiente. El resultado de explotación fue negativo por valor de 41,4 millones y el resultado del ejercicio se fue por encima de los 27 millones en pérdidas. Las cifras contrastan con los 34,7 millones de beneficios del año anterior, cuando obtuvo un resultado de explotación positivo de 50,9 millones.
El año de su venta, Ribera Salud contaba con unos 7.000 trabajadores y activos valorados en más de 700 millones. En España gestionaba 11 hospitales y 64 centros de atención primaria, repartidos entre Galicia, Comunidad Valenciana, Madrid, Murcia y Extremadura. Además es concesionaria de servicios en Madrid (Laboratorio Clínico Central) y cuenta con clínicas dentales (Ribera Dent) y estéticas (Ribera Estética).
En el ámbito internacional, Ribera cuenta con proyectos en República Checa (OBK KLINKA, especializada en servicios de cirugía de alta especialización), Eslovaquia (PDG, empresa de Radiología y Medicina Nuclear), y Perú (hospitales Callao de Lima y Villa María del Triunfo de Lima). El año pasado inició la gestión del Hospital Cascais de Portugal tras resultar ganadora en el concurso puesto en marcha por el Gobierno luso.