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Los reyes gallegos del juego: Luckia factura el doble, pero Comar gana más
El beneficio de la compañía que preside José González mermó por el coste de la deuda, aunque el ebitda mejoró un 14%; el grupo de José Collazo, menos endeudado, tiene su casino estrella en Madrid, mientras que el de Luckia está en Mallorca
Luckia y Comar, los dos grandes grupos gallegos del sector del juego, cerraron su último ejercicio en positivo. La compañía que preside José González dio un importante salto en rentabilidad en medio de un ambicioso proceso de digitalización e internacionalización con el que ha sentado las bases del crecimiento futuro. La de José Collazo, dueña del Casino Atlántico de A Coruña, ha recuperado prácticamente los niveles de ingresos previos a la pandemia, manteniendo su beneficio y rebajando notablemente la deuda bancaria, que ya es menos de la mitad de la que tiene Luckia.
Además de operar en el mismo sector y haber sufrido las inclemencias del Covid, ambas empresas tienen en común la actividad en España y Latinoamérica, el interés por el negocio inmobiliario y la gestión de los únicos casinos que hay en Galicia, el de A Coruña en el caso de Comar, y los de A Toxa y Vigo del equipo de José González, en alianza con Cirsa. Entre las dos suman unos 3.700 empleos, 35 casinos y más de 7.000 máquinas recreativas instaladas.
A estos negocios se suman los salones de juego, las apuestas deportivas, el juego online y hasta aparcamientos, hoteles y espacios comerciales, como los Cantones Village. Con estos mimbres, ambas han cuadrado una cuenta de resultados con beneficios, pero que refleja también dos momentos en la vida de las compañías, una consolidada en sus dos mercados de referencia, España y República Dominicana, y la otra expandiendo su actividad por nuevos territorios.
Las apuestas de Luckia
Luckia es el mayor grupo gallego del juego por volumen de negocio. Los ingresos brutos ascendieron el año pasado a 569,5 millones, que si se descuentan los premios entregados, dan como resultado 294 millones de ingresos netos, un 7,9% más que en el ejercicio anterior. Es más del doble que los 121,3 millones que facturó Comar en el mismo periodo, aunque con un crecimiento similar, pues se situó en el 6%.
Más relevante todavía que los ingresos fue para la antigua Egasa la mejora en el ebitda, que alcanzó los 58 millones con un incremento del 14%. Con esta evolución, el grupo dejó atrás las rentabilidades mermadas de cursos pasados, cuando se vieron afectadas por el esfuerzo inversor en el desarrollo de una plataforma tecnológica propia, que hoy se configura como una palanca clave para el crecimiento de los próximos años, y por la pandemia.
El resultado de explotación fue de 32 millones y los beneficios netos de la compañía alcanzaron los 9,5 millones, según las cuentas anuales presentadas en el Registro Mercantil y consultadas por Economía Digital a través de la solución analítica avanzada Insight View. Los logros de Luckia a nivel contable discurrieron en paralelo a la entrada del grupo en nuevos mercados, como Camerún y México, y mientras construye su nueva sede de A Coruña.
La solidez de Comar
A pesar de la positiva evolución y del mayor tamaño, los beneficios de Luckia están por debajo de los de Comar, que logró un resultado de explotación de 24,6 millones y unas ganancias de 18,5 millones. Los costes de la deuda, que ambos han rebajado durante el pasado ejercicio, es el elemento decisivo en las diferencia de beneficios. El grupo de José Collazo tenía a cierre de ejercicio 55,7 millones de deuda bancaria, tras rebajarla en casi 15 millones respecto al cierre de 2022. El resultado financiero fue negativo por valor de 2,3 millones, un impacto mucho menor que el de su compañera de sector, donde se situó en los 15,2 millones. Esto explica que las ganancias de Luckia acabaran siendo menores que las de Comar. Su deuda crediticia es más del doble, 114, 7 millones.
Ahora bien, el beneficio de Comar se mantuvo plano respecto al ejercicio anterior, mientras que el del grupo de José González mejoró, pese a no reflejarse así en el balance. Esto es debido a que en 2022 traspasó los terrenos e instalaciones técnicas de su antigua sede de Mallorca, lo que aportó 4,6 millones adicionales al resultado. Descontando los extraordinarios, los beneficios avanzaron un 30%.
Los casinos estrella
Los dos grupos cuentan con una joya de la corona en España en su división de casinos. El de Comar es la sala adicional de Gran Vía en Madrid, apéndice del casino de Aranjuez. La sociedad que controla estos dos centros, Comar Inversiones Capital mejoró su resultado con respecto a 2022 en más de un 20%, declarando unos beneficios de 12,7 millones de euros. El peso de esta división en los ingresos de la compañía ronda el 29%, incluyendo los 10 centros en España y los nueve casinos que despliega en República Dominicana.
Luckia también tiene un casino estrella entre los seis que opera en España. Es el de Mallorca, que generó casi 10 millones de ingresos con un crecimiento del 15%. Sin embargo, esta división tiene un peso mucho más reducido que en el caso de Comar, pues representa aproximadamente el 12% de la facturación. Tampoco fue, el año pasado, un generador de ebitda positivo, pues los casinos españoles acabaron con un resultado de explotación negativo. Sin embargo, ocurrió lo contrario en Latinoamércia y Croacia, donde obtuvieron un resultado de explotación positivo de 11 millones y generaron 4 millones de beneficio. En territorio internacional, Luckia cuenta con 10 casinos ubicados en Perú, Colombia, Chile y Croacia.
Lo que construyen Luckia y Comar
Bajo el paraguas del juego se acogen unos 3.600 trabajadores. Luckia terminó el curso pasado con una plantilla media de 2.518 trabajadores, mientras que la de Comar se situó en los 1.087 empleados. Una parte de ellos se ubicaba también en las otras actividades que desarrollan ambos grupos. Los de José Collazo facturaron 4,5 millones con su división inmobiliaria y 16,6 millones con la de servicios, que incluye los aparcamientos de Apaga SA.
En el caso de Luckia, la actividad que no es propiamente de juegos de azar, aportó unos 13 millones y en ella se incluyen los hoteles Antay y la rama inmobiliaria. Cabe recordar que la compañía está desarrollando en Chile el Arica City Center, un complejo urbanístico con Hotel&Spa de 5 estrellas, un casino de juegos y un boulevard comercial en funcionamiento. A estos equipamientos se sumarán cuatro edificios de departamentos, de los que dos ya se entregaron y el tercero está en construcción.
Más cerca, en el polígono coruñés de A Grela, el grupo construye su nueva sede con la perspectiva de completarla el próximo año y dar cobijo a un millar de trabajadores. El edificio se concibió como un hub tecnológico para desarrollar el negocio digital de la compañía.
En el sector del juego, como en casi todos, la tecnología lo está cambiando todo. No es ajeno a estas vicisitudes el equipo de José Collazo, que inauguró este octubre el espacio Hi Coruña en los Cantones Village, pensado para contribuir a la innovación tecnológica en la ciudad, retener talento y ofrecer oportunidades de crecimiento profesional. El hub de Comar cuenta con cerca de una treintena de empresas asociadas a las que ofrece, además del propio espacio, actividades formativas, herramientas para maximizar la rentabilidad de los proyectos y un trabajo en red para generar sinergias entre emprendedores, freelances, inversores y grandes empresas.