Resonac da un vuelco a su cúpula y vuelve a pérdidas en pleno desembarco en los terrenos de Alu Ibérica
La antigua Showa Denko se enfrenta a una oleada de cambios en su consejo de administración tras cerrar los nueve primeros meses del año con casi 41 millones de euros en pérdidas
Nueva etapa en Resonac. La firma japonesa, anteriormente conocida como Showa Denko, se enfrenta a una oleada de cambios en su consejo de administración tras regresar a números rojos y cerrar los nueve primeros meses del año con unas pérdidas por valor de 6.400 millones de yenes (unos 40,8 millones de euros al cambio actual) que contrastan con las ganancias de alrededor de 235 millones de euros que se había anotado en el mismo periodo de 2022.
La compañía con planta en A Grela, que recientemente ha tomado el control junto a Ignis de los terrenos que ocupaba Alu Ibérica en el polígono coruñés ha visto cómo su cuenta de resultados cambiaba de signo tras el descenso del 8,8% protagonizado en sus ventas. Y es que su cifra de negocio retrocedió hasta los 6.000 millones de euros ante lo que define como «una fase de ajuste en la industria de los semiconductores» ante el descenso de la demanda de productos y la escalada de costes con la energía y las materias primas.
Ante este escenario, Resonac ha decidido revisar al alza sus previsiones de pérdidas para este año. Si el pasado verano vaticinaba que cerraría el ejercicio con unos números rojos de cerca de 235 millones de euros ahora esta previsión de pérdidas se eleva por encima de los 270 millones de euros.
La compañía afronta esta situación tras su reorganización societaria y ante el inminente vuelco en su cúpula. No en vano, la reunión que el consejo de administración mantuvo el pasado 21 de noviembre se saldó con una oleada de cambios. Así, Keiichi Kamiguchi y Kiyoshi Nishioka dejarán su asiento en el consejo de administración en la junta general de accionistas que tendrá lugar en 2024. A este movimiento se suma la dimisión de Jun Tanaka y Kiyomi Saito del comité de auditoría y supervisión del consejo de administración.
Expansión en A Coruña
Esta batería de cambios se produce en un momento marcado por las pérdidas en las que ha incurrido la compañía, así como por su salto en A Coruña. El juzgado dio luz verde a mediados del mes de octubre a la administración concursal de Alu Ibérica para formalizar las escrituras de compraventa de los terrenos y la antigua planta en el polígono coruñés de A Grela.
Resonac desembolsará 18 millones de euros para comprar estos 260.000 metros cuadrados. Resonac ha abordado este proceso de la mano de su socio energético Ignis. Con su ayuda, Resonac ampliará la huella de su actual fábrica (es vecina a la de Alu Ibérica) y, además, pondrá en marcha una fábrica de grafito para ánodos de baterías de coches eléctricos.
Por su parte, Ignis tiene la intención de levantar una planta de hidrógeno renovable que se complementará, en el caso de recibir luz verde, con el proyecto que tiene en marcha en el puerto exterior de Punta Langosteira, de una planta desde donde se exportaría.
El presidente y CEO de Resonac en España, César Castiñeira, celebró en el momento de la adjudicación de los terrenos «el impulso que esta operación va a significar tanto para nuestro grupo, que ha apostado desde el primer momento por nuestro país, como para Galicia». Su objetivo, según explica, “es extender nuestros valores y nuestra garantía de calidad, no solo en nuestro producto, sino también en el empleo que generamos, a la actividad que queremos desarrollar en los terrenos vecinos de A Grela”.