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Renfe y Talgo encaran una millonaria batalla judicial por el retraso de los trenes Avril
La reclamación por la demora en la entrega de los trenes Avril, en la que el operador ferroviario solicita más de 167 millones, estaría a punto de comenzar su periplo judicial una vez concluida la fase de conciliación
El pasado mes de abril Talgo puso fin a más de tres años y medio de espera entregando los trenes Avril (S106) con los que se conectaría por Alta Velocidad a Galicia y Asturias con Madrid. Las consecuencias por la demora en la entrega están lejos de resolverse para el fabricante ya que la reclamación de más de 167 millones que Renfe le solicita por el retraso está a punto de entrar en los juzgados.
Según avanza Cinco Días, fuentes conocedoras de los detalles del conflicto sostienen que en la última reunión del consejo del operador ferroviario se dio por finalizada la fase de conciliación y la presentación de la demanda parece inminente. En esta fase previa ambas compañías han cruzado alegaciones y documentos de terceros para respaldar sus respectivas posiciones.
Más de tres años de retraso
El origen del conflicto se remonta a finales de 2016 cuando Renfe adjudicó un contrato a Talgo por 1.490 millones para la fabricación y mantenimiento durante 15 años de 30 trenes Alta Velocidad Rueda Independiente Ligero, conocidos como AVE S106. Los convoyes deberían ser entregados en enero de 2021. Sin embargo, tras varias modificaciones solicitadas por el operador público, la entrega se pospuso hasta julio de 2022.
A partir de aquí es cuando el caso se complica. Talgo continuó sin entregar los trenes alegando causas de fuerza mayor. En concreto, justificó el retraso argumentando que los retrasos en las procesos de prueba y homologación de los trenes fueron consecuencia de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, con la que se produjo una caída en la producción e interferencias en la cadena de suministro. Esta situación se vería agravada con la invasión de Rusia a Ucrania y la generalizada de precios que trajo consigo, principalmente en el de los materiales y la energía.
Las disculpas del fabricante de trenes no le sirvieron a Renfe, que le advirtió de la posibilidad de aplicar penalizaciones por la demora según lo establecido en el contrato. El operador ferroviario comenzó reclamando 116,6 millones, a los que el pasado marzo sumó otros 50 por el lucro cesante provocado por los retrasos y otros 80.000 euros por cada día de retraso adicional desde el pasado 1 de abril por daños y perjuicios.
Los fallos de los Avril
Pero la pesadilla para Talgo con los trenes Avril no termina ahí. Los fallos técnicos que los trenes han sufrido en los primeros meses de funcionamiento tampoco han pasado desapercibidos. Renfe ha pedido nuevas compensaciones, cuyo importe aún está por determinar, argumentando que los fallos de los S106 han puesto un perjuicio económico para la compañía al tener que abonar las indemnizaciones a los usuarios que hayan sufrido estas averías.
A principios de año las dos compañías tuvieron un enfrentamiento después de que Talgo afirmase que no había recibido reclamación alguna deslizando incluso que consideraba “remoto” que llegase a materializarse.
Esta situación obligó a Renfe a emitir una carta a la compañía en la que le lanzaba un ultimátum para que explicara los retrasos, aprovechando la misiva para incrementar los compensación solicitados con esos 50 millones más y los 80.000 euros diarios en concepto de daños y perjuicios.